DRAMA
'Come reza ama', una película malísima
Esta película es muy mala. Porque celebra la autoindulgencia aunque la disfraza de profunda introspección. Porque es un ensamblaje de conductas insufribles y motivaciones ridículas, acumuladas descuidadamente y cubiertas de falsa espiritualidad y feminismo mal entendido. Porque trata de deslumbrar al espectador con primeros planos de atardeceres y de platos de espaguetis para encubrir una narración llena de boquetes. Porque reemplaza cualquier emoción verdadera con retórica new age ridícula e inútil. Porque defiende todo tipo de actitudes egoístas, y sostiene que las clases privilegiadas son gente especial y el resto de los mortales meras comparsas. En sus mejores momentos, Come reza ama es aburrida. El resto del tiempo es deprimente.
Es la historia de una mujer que intenta mover montañas para hacerse feliz a sí misma, y todo el resto de personajes se dedican a ayudarla en esa búsqueda. No existe una regla escrita que diga que el protagonista de una película debe ser agradable pero, en el caso de Liz, la intención no solo es que nos guste sino que nos identifiquemos con ella. No se contrata a una actriz como Julia Roberts para dar vida a una tipa superficial y ensimismada a menos que la intención sea hacerla emprender un increíble viaje de transformación.
Sin embargo, al final de la película su personaje sigue siendo horrible, una narcisista tan dedicada a su propia gratificación que ni se da cuenta del dolor innecesario que inflige a los demás. Quiere comer, rezar y amar pero pasa la mayor parte del filme lloriqueando, en parte porque, a estas alturas, Roberts parece ya incapaz de hacer más que gestos de comedia romántica y excesos melodramáticos varios. Es una película malísima.
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