entrevista

Rubén Cortada: "Soy más cerebral que intuitivo, igual que Robles"

"Los pasos que se están dando en Cuba son buenos. Lo malo es no hablar", comenta el protagonista de la serie de TVE-1 'Olmos y Robles'

TV TELE Rubén Cortada, en 'Olmos y Robles'

TV TELE Rubén Cortada, en 'Olmos y Robles' / periodico

MARISA DE DIOS / BARCELONA

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Los ojos verdes de Rubén Cortada fueron la perdición de Sira Quiroga en'El tiempo entre costuras', y el pasaporte al estrellato del actor cubano. Aunque su mirada ya había hipnotizado en otra ficción de Antena 3, 'Bandolera', la aclamada serie protagonizada por Adriana Ugarte fue su auténtico trampolín gracias a su papel del caradura Ramiro, que trastocaba la vida de la por entonces todavía ingenua modista.

Tras volver a acertar con su personaje del peligroso Faruq de 'El Príncipe'Faruq'El Príncipe', se pasó al lado bueno de la ley dando vida a la parte más cerebral de la pareja de guardias civiles de 'Olmos y Robles' 'Olmos y Robles'. A falta de estrenar sus dos últimos trabajos televisivos ('Supermax' y 'Lo que escondían sus ojos'), dentro de poco podrá seguir explorando su faceta cómica tras su fichaje por 'Ella es tu padre', una serie de Mediaset sobre un cantante divorciado (Carlos Santos) que se hace pasar por profesora de música para estar más cerca de sus hijos.   

En esta segunda temporada, estamos viendo a su personaje, Robles, mucho más relajado. Sí. Antes, era como si lo hubieran pinchado con un palo. Estaba más tenso porque no entendía la manera de ver la vida del resto de vecinos del pueblo y era un pez fuera del agua. Ahora sabe dónde está, le gusta esta gente y les da más margen de maniobra sin machacarles. 

Incluso tiene más humor. No me lo imagino en la primera temporada disfrazado de Watson, como ha hecho en esta. ¡Claro! Le permite incluso a su compañero que le mangonee un poco… 

                 

 Robles y Nora, cada vez más cerca...

Esta es la primera comedia en la que aparece y, sin embargo, su personaje es el que tiene menos humor. ¿No le hubiera gustado desmelenarse un poco más como otros de sus compañeros? En este caso a mí me ha tocado hacer el Carablanca [el payaso serio]. Me llamaron para crear esa diferencia tan grande con el personaje de Pepe; ese es mi papel y no puedo saltármelo.

La serie sigue jugando con el abismo tan grande que hay entre los dos protagonistas. Gracias a que yo estoy tan tieso, que no puedo dar rienda suelta diciendo a mi compañero todo lo que me gustaría responderle, se crea el abismo entre el Carablanca y el Augusto [el payaso torpe]. Yo estoy encantado porque ha sido un viaje precioso, en el que he aprendido mucho de 'clown', aunque parezca que no. Sin Carablanca, el Augusto no existiría, no tendría de quién reírse. Mi papel era que se rieran de mí. Estoy muy orgulloso de haber hecho un Carablanca, nunca pensé que me iban a ofrecer ni siquiera eso. Lo que he hecho ha sido dar clases en primera persona con el mejor Augusto del mundo, que es Pepe Viyuela, y eso en algún momento de mi carrera saldrá.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Rub\u00e9n Cortada","position":"actor","text":"\"Me gust\u00f3 el final de 'El Pr\u00edncipe'. Es una denuncia de lo que est\u00e1 pasando\""}}¿Usted es más intuitivo como Olmos o más cerebral como su personaje, Robles? Yo soy más cerebral. Mi representante es la intuitiva y yo soy el cerebro.

Se rumoreó que había decidido no participar en la segunda temporada de 'Olmos y Robles'. Eso fue cosa de los periodistas. Yo solo dije que mientras hubiese guion y me gustara, estaría ahí. Nunca puse en duda mi permanencia. Estoy encantado con esta serie, me ha dado mucho.

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/2\/5\/1476294629552.jpg","author":"ATRESMEDIA","footer":"Adriana Ugarte y Rub\u00e9n Cortada, en 'El tiempo entre costuras'."}}Por cierto... ¿le gustó el final de 'El Príncipe' A mí sí me gustó, aunque la gente prefiera los finales felices. Yo creo que estuvo muy bien por parte de los guionistas escribir ese final para darnos cuenta de que tenemos que despertar, porque eso era real, que no todo es de color de rosa y que contábamos algo que está pasando. Era un poco una denuncia.

Después de haber participado en varias series de tanto éxito, su popularidad se multiplicó. En alguna ocasión ha comentado que se le daba bastante bien camuflarse. ¿Todavía lo consigue? Ya no, aunque mi tranquilidad es lo que a la gente le asombra, dudan mucho que sea yo.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Rub\u00e9n Cortada","position":"actor","text":"\"A la gente le asombra mi tranquilidad. Por la calle dudan mucho que sea yo\""}}¿Qué le aportaron sus años trabajando como modelo? Nunca pensé que fuese a trabajar como modelo. Estaba estudiando en la universidad, tenía dos años de Ingeniería Automática, y tuve la posibilidad de viajar a España. Estando aquí me puse a hacer de todo porque había que comer, repartiendo 'flyers', de relaciones públicas, cargando y descargando camiones, y, de pronto, me ofrecieron un trabajo con el que cumplía mi sueño de viajar y el precio era hacerme unas fotos. ¡Hubiera sido muy tonto si hubiera perdido la oportunidad de ir a Nueva York o a Milán con 20 años!

¿Siempre le había interesado ese mundillo? Nunca como actor, pero siempre me atrajo mucho el cine, y las humanidades se me daban bien.

¿Su objetivo era estar en la parte de atrás de la película? Está dentro de mis metas y ambiciones. Me encanta la interpretación, pero el creador es el dios del cine.

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/6\/7\/1476294629576.jpg","author":"RTVE","footer":"Pepe Viyuela y Rub\u00e9n Cortada, en 'Olmos y Robles'."}}Aparte de la familia, ¿qué es lo que más echa de menos de allí? Los sitios donde crecí. A todo el mundo le gustaría conservar un pedazo de su infancia.

¿Vuelve muy a menudo a Cuba? Bastante.

¿Cómo ve los pasos que se están dando para la apertura de Cuba? Es bueno para todos, al final se trata de un intercambio, tú decides qué te quedas y qué no. Es diplomacia. No tiene nada de malo hablar, lo que no es bueno es no hacerlo.

¿No tiene pendiente trabajar en su país? Tuve la suerte de hacer teatro allí, con Humberto Rodríguez. Me propuso algo Ernesto Aranas, el director de 'Conducta', pero al final no se hizo la producción y hemos tenido que posponerlo, y también me llegó 'Vientos de cuaresma', con Jorge Perugorría,  y me hubiera encantado hacerlo. Pero entendimos que no era el momento.