Casernes se despereza

El equipo municipal garantiza a los vecinos que priorizará el plan urbanístico de los antiguos cuarteles. El barrio pide que se aceleren las obras de la 'escola bressol' y la residencia geriátrica

Vista del terreno que ocupaban los cuarteles desde lo alto de un edificio del paseo de Santa Coloma, con la comisaría de los Mossos a la izquierda.

Vista del terreno que ocupaban los cuarteles desde lo alto de un edificio del paseo de Santa Coloma, con la comisaría de los Mossos a la izquierda.

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Solo tres de la docena de equipamientos previstos en los terrenos de los antiguos cuarteles militares de Sant Andreu son ya una realidad nueve años después de la aprobación del plan urbanístico. Los números hablan por si solos y los vecinos, que tampoco perdonan las inexistencia de las más de 1.000 viviendas protegidas proyectadas en esos terrenos, esperan del Ayuntamiento de Ada Colau un nuevo impulso. La concejala del distrito, Laia Ortiz, ya se ha comprometido a desencallar este megaproyecto.

La comisaría de los Mossos, la escuela Eulàlia Bota y el centro de urgencias de atención primaria (CUAP) Isabel Roig son insuficientes para los vecinos, hartos de ver unos 100.000 metros cuadrados vacíos y sin urbanizar. La Associació de Veïns de Sant Andreu de Palomar, conscientes de la imposibilidad de poner en marcha todo al mismo tiempo, priorizan la escola bressol y la residencia para ancianos. "Estos dos servicios ya eran urgentes cuando se aprobaron, hace nueve años", subraya el presidente de la entidad vecinal, Santi Serra, quien califica de «vergonzosa» la demora.

«GANAS DE HACER COSAS»

Las sensaciones de los vecinos tras las los primeros contactos con el nuevo equipo de gobierno en el distrito han sido positivas. "Apenas llevan 100 días, pero notamos sus ganas de hacer cosas. Para empezar, ahora nos dejan hablar, algo que antes costaba mucho más", subraya Serra, quien agradece a Barcelona en Comú su voluntad de reunirse trimestralmente "o incluso antes si hay un tema urgente" para escuchar las inquietudes vecinales.

La concejala de Sant Andreu entiende el malestar de los vecinos por la lenta ejecución del plan de las Casernes y promete acelerar al máximo lo que esté en manos del Ayuntamiento. "Queremos recuperar la Comisión de Seguimiento con los vecinos y activar todos aquellos equipamientos que son de titularidad municipal para intentar incorporarlos al plan de inversiones", explica Ortiz.

El plan de las Casernes es "muy complicado", subraya Ortiz, porque también depende de la Generalitat y del Consorci de la Zona Franca, que compró estos terrenos en el 2004 al Ministerio de Defensa y que ha expresado su buena disposición para desencallar la finalización del proyecto Casernes.

"Iniciaremos de manera inmediata conversaciones con el Consorci de la Zona Franca para que tiren adelante los equipamientos que les corresponden, como ya hemos hecho con la Generalitat", subraya Ortiz, en referencia a la incorporación de este tema en el orden del día de la comisión mixta que tuvo lugar el pasado jueves 3 de septiembre.

PISOS PROTEGIDOS

La participación de diferentes actores, también privados, en un contexto de crisis, añade complejidad al reivindicado plan. Pero los vecinos no pierden la esperanza, y mucho menos el sentido del humor. El pasado junio, por ejemplo, celebraron con un original acto con pastel incluido el noveno aniversario del plan Casernes inacabado. Asistieron miembros del gobierno municipal como Josep Maria Montaner, concejal de vivienda del Ayuntamiento. "Nos dijo que el plan Casernes es prioritario y que de las 14.000 viviendas protegidas que faltan en Barcelona se harán 4.000 este mandato, parte en los terrenos de los cuarteles", recuerda el presidente de la AVV. H