Rajoy regresa de China dispuesto a evitar que se «liquide el Estado»

Mariano Rajoy tiene todo a punto para frenar la consulta independentista que esta mañana, con gran solemnidad, convocará oficialmente Artur Mas. El jefe del Ejecutivo, que estará volando a Madrid cuando el president estampe su rúbrica en el decreto de convocatoria y que llegará a la capital al anochecer, quiso dejar claro desde Pekín, donde ha estado de visita oficial, que su ausencia no es óbice para que él haya marcado los tiempos en los que el Ejecutivo evitará que la Generalitat «liquide el Estado».

Así, fue él quien anunció que el Gobierno no se reunirá de urgencia hoy o mañana sino que esperará al lunes a celebrar un Consejo de Ministros extraordinario, en el que con toda probabilidad participará Rafael Catalá, que ese mismo día a primera hora tomará posesión de su cargo como nuevo ministro de Justicia. En dicha reunión, se firmará el recurso contra la ley de consultas y contra la propia consulta, que se registrará a continuación en el Tribunal Constitucional (TC). «Lo que no puede hacer [Mas] es incumplir la ley e intentar liquidar la soberanía de un país, porque eso no es posible ni ahora ni nunca», advirtió en conversación con la prensa en Pekín.

La medida del tiempo es emocional y este septiembre está siendo especialmente largo en la Moncloa y en la Generalitat. Rajoy no ha querido anular su viaje a China pese a coincidir con el tramo más vertiginoso del proceso catalán para dar sensación de normalidad. Ayer por la mañana, Rajoy estuvo en la Ciudad Prohibida -vacía de turistas en la parte más interesante para facilitarle la visita- y quiso mostrar esa flema que le caracteriza. A preguntas de los periodistas, dijo que espera la firma de Mas con «total tranquilidad», seguro como está de que hace lo correcto y lo que ya le advirtió en diciembre que haría: impedir una consulta que considera ilegal.

Esa calma suya le llevará esta mañana hasta la Gran Muralla, una visita privada que realizará antes de volver hacia Madrid, y que no ha querido suspender en un gesto más para intentar demostrar que, pese a las expectativas en el frente independentista, la firma del decreto es, en su opinión, un paso más hacia el vacío de la ilegalidad.

ACATAR LA LEY / Rajoy negó además que le preocupe que Mas no acate la suspensión de la convocatoria cuando el Tribunal Constitucional acepte el recurso del Gobierno. «Yo no contemplo otra situación que no sea la de que Mas respete la ley», afirmó. El presidente del PP utilizó un proverbio chino para mandar un mensaje al dirigente nacionalista: «Es mejor volverse atrás que perderse por el camino».

Rajoy volvió a imbuirse del espíritu oriental cuando se le pidió que explicase qué piensa hacer después de frenar en los tribunales el 9-N, qué solución política está dispuesto a dar a  «la sociedad catalana», a los centenares de miles de ciudadanos que sueñan con tener algún día un Estado propio. «La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta», proclamó.

Por ahora, sin embargo, el Ejecutivo se ha esforzado en no dejar ninguna puerta entreabierta y rechaza la tercera vía que propone el PSOE, con la reforma federal de la Constitución, y el pacto fiscal que reclamaba Mas hace dos años, antes de que el president abanderara el movimiento independentista.

LOS PREPARATIVOS / La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, precisó por su parte que si Mas cumple su hoja de ruta, el Gobierno solicitará hoy mismo al Consejo de Estado el informe preceptivo para impugnar la consulta. Fuentes gubernamentales añadieron que el órgano consultivo se reunirá en las horas siguientes, así como  la Abogacía del Estado, que estudiará a fondo el decreto de convocatoria para ultimar los fundamentos jurídicos que afectan a la misma y añadirlos a los ya redactados y referidos a la ley de consultas.

Sáenz de Santamaría no quiso entrar en cuándo se reunirá el TC,  pero fuentes jurídicas señalan que será al día siguiente de que se registre el recurso, por lo tanto, el martes, informa Margarita Batallas. Lo que sí subrayó la vicepresidenta es que la suspensión de la ley será «automática» y, por tanto, el Govern deberá interrumpir su campaña. «No se podrán dictar ni hacer nada en ejecución» de la ley de consultas, advirtió.