Maragall se niega a renunciar a su escaño y echa un pulso al PSC

Ernest Maragall durante un receso de una sesión del 'Parlament', en octubre del 2011.

Ernest Maragall durante un receso de una sesión del 'Parlament', en octubre del 2011. / periodico

JOSE RICO / Barcelona

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Ernest Maragall no ha tardado ni 24 horas en responder a la carta en que el secretario de organización del PSC, Daniel Fernández, le invitaba a devolver su acta de diputado por su indisciplina en la votación del <strong>pacto fiscal</strong>. En otra misiva, el 'exconseller' deja claro que no tiene "ninguna intención" de renunciar a su escaño y advierte de que piensa ejercer "todos los derechos" que le corresponden para defender su posición en el grupo parlamentario socialista. "Es obvio que no puedo, ni remotamente, aceptar ni acoger esta amable sugerencia", asegura.

Esta previsible contestación de Maragall aboca a la dirección del partido a decidir qué sanción impone a su diputado, que apoyó la propuesta de pacto fiscal del Govern en contra de la consigna de abstención decidida por el grupo parlamentario. La cúpula del partido no descarta, incluso, expulsarle del grupo, lo que convertiría al 'exconseller' en diputado no adscrito dentro del Grupo Mixto. Internamente, esta decisión tiene el riesgo de agrandar la brecha entre la dirección que comanda Pere Navarro y el sector catalanista, del que Maragall es el verso más suelto.

En su carta, Maragall refuta los argumentos de Fernández, que le acusó de haber desobedecido el criterio aprobado por todos los órganos del partido (ejecutiva, grupo parlamentario y consejo nacional) y por el programa electoral con el que el PSC concurrió a las autonómicas del 2010. "La posición que se aprobó en nuestro congreso es igualmente distante tanto de mi posición como la de finalmente adoptada y votada por el grupo parlamentario", afirma el 'exconseller', que también defiende que la resolución avalada por el consejo nacional días antes de la votación era tan "abierta" que podía ser compatible con cualquiera de los dos posiciones.

"Acusaciones graves"

Asimismo, el diputado socialista carga duramente contra Fernández por apelar en su carta a la "coherencia personal, dignidad política y ética democrática" para justificar la exigencia de retornar el escaño. "Son acusaciones demasiado graves para pasarlas por alto", sostiene Maragall, quien muestra su disposición al secretario de organización a mantener una reunión para "contrastar las respectivas opiniones". "Cuando quieras y donde quieras", apostilla el 'exconseller'.