CÓNCLAVE EN LAS FILAS CONVERGENTES

Ni Jordi Turull ni Germà Gordó liderarán CDC

Artur Mas interviene ante el consejo nacional de CDC.

Artur Mas interviene ante el consejo nacional de CDC. / periodico

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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La nueva Convergència tendrá una dirección más horizontal, más reducida y con presencia de exdirigentes del partido, de caras provinientes del municipalismo y de otras de fuera de la organización. Y ninguno de los dos aspirantes oficiosos a la secretaría general, ni Jordi Turull (actual jefe de filas en el Parlament) ni Germà Gordó ('exconseller' de Justícia y hombre de partido desde su juventud, del que muchos en CDC creen que no llegará a formalizar su candidatura), serán probablemente los elegidos para ese cargo.

La lista la tiene en mente Artur Mas, que seguirá al frente de la nave durante un periodo de tiempo suficiente para asegurarse de que los hombres del pasado se van. La 'consellera' Neus Munté, una de las apuestas habituales de los más renovadores, parece haber optado por dar prioridad a su labor en el Govern. Así pues, el eventual número dos de Mas sigue siendo una incógnita, aunque la cúpula tendrá un funcionamiento más colegiado.

EL PAPEL DE PUIGDEMONT

Este miércoles, la dirección entregará a las bases los tres textos congresuales (el sistema organizativo, el manifiesto fundacional y una serie de ítems definitorios de la posición del nuevo partido, surgidos de las opiniones de las bases en las charlas internas llamadas "turno abierto"). En cuanto a la estructura organizativa, se consolidará la celebración de primarias, una limitación de mandatos más severa y, sobre todo, la definición de una serie de incompatibilidades entre cargos de partido y del Govern.

Unas incompatibilidades que harán, por ejemplo, que Carles Puigdemont se centre en su tarea como 'president'. También se implantarán métodos digitales de participacion. No en vano, en el congreso fundacional (que se celebarará en el Fòrum del 8 al 10 de julio) se podrá participar 'online' tras haberse registrado. El objetivo es captar a los 6.000 simpatizantes que se unieron a las primarias para escoger a Francesc Homs como candidato del 26-J. Queda por decidir cómo se financiará la nueva formación, pero es probable que se opte por un modelo público y privado, con limitaciones.

DEBERES PENDIENTES

En cuanto a los valores ideológicos, es previsible que se mantenga el espacio de centro, reivindicando valores sociales progresistas y también prioridades asociadas al liberalismo. Pero sin duda la clave pasará de nuevo por los nombres. Y mientras las distintas famílias (desde los liberales de Llibergència, al equipo de Gordó llamado Nova Convergència, pasando por los más partidadarios de un cambio radical y progresista) siguen marcando territorio, todo parece indicar que habrá una solución muy "convergente", la de un único equipo apadrinado por Mas y Puigdemont con sensibilidades diversas. Un equipo que se votará probablemente en bloque y no individualizado, como en cónclaves pasados de CDC.

Mas ha lanzado reiteradamente mensajes en clave de renovación a fondo de caras y de ampliación de los márgenes del partido, algo especialmente necesario para CDC en el área metropolitana de Barcelona. Tampoco será menor la cuestión del nombre del nuevo partido, sobre el que muchos esperan que se haga caso a la opinión mayoritaria de las bases: que el concepto 'convergència' aparezca, en solitario o asociado a algun adjetivo.