Los hispanos primero

Llevamos una semana de campaña y Xavier García Albiol sigue esquivando en sus mítines cualquier declaración altisonante (por decirlo suavemente) con la inmigración. Solo se refiere a la cuestión si le preguntan, pero siempre con un tono muy moderado. Ni siquiera menciona algunas de las propuestas electorales que aparecen en su web oficial (www.albiolpresident.com), que van más acorde con el perfil que exhibió cuando 'limpiaba' Badalona como alcalde.

Ya en el 2012, con Alicia Sánchez-Camacho de candidata, los populares defendieron en su programa que había que "priorizar, en la definición y delimitación de los contingentes, la inmigración que proviene de países hispanoamericanos". En esta ocasión repescan la idea de la siguiente forma: "Si piensas que es necesaria una inmigración integrada, nos comprometemos a fomentar preferentemente la llegada de personas que tengan una tradición cultural y lingüística cercana a la nuestra".

Resulta difícil discernir cuándo han sido más contundentes los conservadores. Hace dos años abogaban por crear "un doble compromiso de integración para que los catalanes tengan la garantía de que una mayor inmigración no perjudicará su calidad de vida". Además, se comprometían a expulsar a "los extranjeros que hayan cometido delitos o tengan acumulación de faltas" y a establecer la residencia de larga duración "como requisito para acceder a determinadas ayudas sociales, a excepción de los servicios básicos". Ahora hablan de limitar la financiación extranjera a los centros de culto (mezquitas, se entiende) y de pedir la "expulsión de los líderes comunitarios que hagan apología de la violencia". También sostienen que "si alguna persona inmigrante no cumple con nuestras normas de convivencia reiteradamente, no obtendrá el informe de arraigo y no podrá acceder a las ayudas correspondientes".

"HOMBRE FRANCO Y CLARO"

Pero el caso es que Albiol ha optado por no hacer bandera de estas propuestas y se ha dedicado a ensalzar otras enseñas. "Hombre franco y claro", como lo definió ayer la secretaria general popular, María Dolores de Cospedal, el candidato del PPC ni ha recuperado aquella ponencia social que él mismo coordinó en el congreso del partido del 2012 y en la que se planteaba acotar el número de inmigrantes y fijarlo "a la capacidad real de acogida, que no es limitada". El martes pasado, en el foro Primera Plan@, respondió a la pregunta de un periodista que la inmigración ilegal no es el principal problema de Catalunya, tal vez por eso evita incidir, pero advirtió de que sí que lo es en determinados barrios de Badalona, Vic o Salt. "El problema es cuando una minoría no pretende adaptarse a nuestras costumbres sino que nos adaptemos nosotros a ellos", agregó. Fue lo más contundente que se le ha oído en campaña. Pero queda una semana hasta el 27-S.