Inmigración con calzador

Las razones son varias. Porque la 'receta Albiol' les está funcionando en Badalona (el alcalde sube en las encuestas mientras su partido se diluye en otros lares). Porque a falta de una mayor confrontación en torno al debate soberanista necesitan otro tema estrella para espolear al ala más dura de su electorado. Porque así marcan perfil ante Ciutadans, que en su afán de captar votos por otros flancos evita alardear de propuestas propias como la de retirar la tarjeta sanitaria a los extranjeros sin papeles. Porque hablando de ello se habla menos de corrupción, crisis económica, recortes... El caso es que el PPC insiste en colar con calzador la cuestión de la inmigración en la campaña.

Xavier García Albiol con su 'Limpiando Badalona'Limpiando Badalona; Jesús Ángel García Bragado con su 'Limpiando Sant Adrià'Limpiando Sant Adrià; Sergio Santamaría (alcaldable de Salt) con sus «guetos en los que no hay rastro de nuestra civilización», Mònica Querol (Rubí) con su eslogan «primero los de casa» que otros partidos como Plataforma per Catalunya también suelen emplear. Son solo varios ejemplos que han servido a los populares para conseguir notoriedad. También el cabeza de lista conservador en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha tirado de ese hilo y ha logrado llevar a algunos rivales a su terreno. Todo después de generar polémica con un cartel que reza: «El Raval no puede convertirse en un gueto islámico».

Los paquistanís de Collboni

El primero en replicar al aspirante del PPC fue el socialista Jaume Collboni, quien el jueves acusó a Fernández Díaz de avivar la «xenofobia» al usar la inmigración con fines electorales. Sin quererlo, el alcaldable del PSC se lo dejó en bandeja a su contrincante, quien este viernes respondió que el «único» que ha utilizado a la inmigración con fines electorales fue el propio Collboni durante el proceso de primarias de su partido. Es candidato «gracias a los paquistanís», paquistanísle asestó, poniendo sobre la mesa la controvertida votación interna en la que su adversario se impuso como cabeza de lista en Barcelona. «Hubo colas de paquistanís» que «no tenían ni idea de a quién y para qué votaban», remató. El alcaldable socialista trató de no hacerle más el juego al dirigente popular y se limitó a contestar que no entrará en «provocaciones». Solo añadió que los inmigrantes «suman» en la «identidad compartida» de la ciudad.

Pero lejos de zanjar el debate, Fernández Díaz abundó en él replicando también a SOS Racisme. La oenegé anunció ayer que llevará a la fiscalía los folletos del PPC sobre el Raval «por promover el racismo y el odio». Que se querellen «contra los imanes radicales salafistas», respondió el cabeza de lista conservador. La candidatura que lidera, por su parte, ya ha denunciado ante los Mossos y la junta electoral la aparición de octavillas «falsas» inspiradas en su polémico cartelMossosjunta electoral y que incorporan las siglas del PPC. «El Eixample no puede convertirse en un gueto homosexual», proclama uno. «Pedralbes no puede convertirse en un gueto separatista», dice otro. «Sants no puede convertirse en... bueno, Sants ya es un gueto», subraya un tercero. De aquellos polvos (reales) vienen esos lodos (ficticios).