LA INVESTIGACIÓN DEL ESPIONAJE POLÍTICO

El carteo entre el PPC y De Gispert

Camacho trata de no comparecer por el 'caso Método 3' en el Parlament pero la presidenta no le da el visto bueno

En el pleno 8Alicia Sánchez-Camacho, el miércoles, en el Parlament.

En el pleno 8Alicia Sánchez-Camacho, el miércoles, en el Parlament.

RAFA JULVE
BARCELONA

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Finiquitado judicialmente el caso Método 3 por el pacto que firmaron Alicia Sánchez-Camacho y la agencia de detectives, los populares pretenden darle el carpetazo político. El día 11 enviaron una carta a la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, en la que la instaban a aceptar que la dirigente conservadora «se abstenga» de dar explicaciones en la comisión de Afers Institucionals. Esa comparecencia fue aprobada el pasado 10 de julio, pero los conservadores han ido dando largas para evitarla. No obstante, la respuesta que les da De Gispert a través de otra misiva cierra la cuestión. Al menos, formalmente.

En el escrito inicial del PPC, su portavoz, Enric Millo, justifica que Camacho no tiene que comparecer porque considera que la finalidad que se busca con esa intervención es la de desgastar a la líder del partido y no la de obtener información sobre el tema. «No responde a las funciones que el reglamento otorga a las comisiones legislativas del Parlament ni se inscribe en las funciones propias de la Cámara», sostiene. Además, adjunta un informe de los asesores jurídicos del grupo popular en el que, entre otras razones, se alega que la jefa del grupo parlamentario del PPC  «no tiene la condición ni de autoridad ni de funcionaria de la Generalitat», que son las personas obligadas a comparecer.

En su replica, De Gispert evita el choque directo, pero le viene a decir a Millo que Camacho no puede tomar la decisión así como así. «Se trata de una comparecencia acordada por la mencionada comisión de acuerdo con el artículo 48.2 del reglamento. Por tanto, es la comisión la competente para adoptar las decisiones correspondientes a su tramitación», asevera. En el citado artículo se habla precisamente de eso, de las competencias de cada comisión para reclamar comparecencias. En el siguiente, el 48.3, se explica que si hay problemas, la comisión debe avisar al presidente del Parlament para que, «si procede», exija «responsabilidades».

El Ulster y la autonomía

El espionaje político ya no es prioritario para Camacho, que se centra ahora en endurecer su discurso antisoberanista. Ayer afirmó en Catalunya Ràdio que en el Ulster se suspendió la autonomía «y no pasó nada». Tampoco descartó una «inhabilitación» del president Artur Mas si insiste en celebrar la consulta.