¡Feliz Día del número Pi!

Las 'mates' son la asignatura hueso por excelencia, la que antes se atraganta. Darle la vuelta a su leyenda negra sería un buen objetivo en un día como hoy

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JUANCHO DUMALL

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'Calcula la longitud de una circunferencia cuyo radio es de 30 centímetros'. Con un enunciado de esas características, dictado por maestros todoterreno, nos adentramos generaciones y generaciones de escolares en el fascinante (o no) mundo de las matemáticas. Lo que teníamos claro es que para resolver el problema había que recurrir al número Pi, ese que escribíamos dándole curvas griegas, con más o menos gracia, a los tres palotes. También sabíamos que Pi equivalía a 3,1416 y un montón de números más. Los chicos que tenían el cerebro más abierto a ese mundo abstracto entendían que ese número era simplemente la relación entre la circunferencia y su diámetro. Pero no era fácil. Como no lo era dar un salto más y calcular el área del círculo, donde ya había que recurrir nada menos que a la potenciación, siempre de la mano del simpático Pi.

Al número p le faltaba un día internacional, que es lo que tiene toda causa noble que se precie. ¿Y qué tiene mayor nobleza que una relación matemática, un número irracional, que ha permitido construir pirámides, navegar por los siete martes y calcular la altura de las montañas? Ese día es hoy, 14 de marzo del 2016, fecha que los anglosajones escriben como 3-14-16.

MIEDO A LAS MATEMÁTICAS

La cuestión es cómo celebrar un día así. La mejor propuesta es la que formulaba el domingo el suplemento 'Más Periódico' de este diario, que no es otra que hablar de las matemáticas, perderles el miedo, encontrarles la belleza, como propone en una entrevista en ese cuadernillo el profesor Josep Manel Marrasé. Y hablar de cálculo, álgebra y trigonometría de la mano de unos cuantos jóvenes matemáticos que trabajan entre nosotros y tienen un nivel extraordinario. Algunos de ellos, por cierto, expresan en este trabajo periodístico sus lamentos ante la falta de medios para la investigación en ese campo.

La baja comprensión de las matemáticas es uno de los problemas de nuestro sistema educativo. Las 'mates' son la asignatura hueso por excelencia, la que antes se atraganta. Darle la vuelta a su leyenda negra sería un buen objetivo en un día como hoy.