Miles de personas se manifiestan en Polonia contra la ley que prohíbe el aborto

Los manifestantes, convocados con motivo del denominado 'Lunes Negro', protestan por una norma que establece penas de cárcel para las mujeres que aborten

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Miles de personas, convocadas por colectivos feministas, abortistas y en defensa de los derechos humanos, se manifestaron este lunes en Polonia contra la ley en trámite que prevé la prohibición del aborto y penas de cárcel para quienes lo practiquen.

Varsovia fue el escenario de las principales protestas, que culminaron con una manifestación en el centro de la ciudad en la que, a pesar de la intensa lluvia, llegaron a participar hasta 17.000 personas, según informó también hoy la policía polaca.

Los organizadores de la movilización, denominada "Lunes Negro", también habían convocado a las mujeres polacas a una jornada de huelga general, que tuvo un seguimiento minoritario aunque en algunos casos las empresas dieron el día libre a sus empleadas en solidaridad con las protestas.

El detonante de la protesta se produjo el pasado 23 de septiembre, cuando el Parlamento polaco admitió a trámite una iniciativa popular que propone prohibir la interrupción voluntaria del embarazo, penas de cárcel para las mujeres que aborten, mayores castigos para los médicos abortistas e incluso la apertura de investigación en los casos de aborto natural.

CONSERVADORES CATÓLICOS

El partido Ley y Justicia, fuerza cercana al sector más conservador de la Iglesia católica, permitió aprobar esta iniciativa gracias a su mayoría absoluta en la cámara baja.

Desde el Gobierno, el ministro de Exteriores, Witold Waszczykowski, dijo hoy en declaraciones a la cadena TVN24 que "el Ejecutivo polaco está abierto a un debate serio sobre el aborto, la vida y la muerte", y destacó que "una cuestión de semejante seriedad no pude limitarse a protestas callejeras, disfraces y lemas estúpidos", como la protesta "marginal" que tuvo lugar ayer.

La actual legislación polaca, que data de 1993 y es considerada una de las más restrictivas de Europa, sólo permite la interrupción del embarazo en caso de violación o incesto, cuando representa un riesgo para la salud de la madre, y cuando el feto presenta malformaciones graves.

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