ARGUMENTOS DE LA SENTENCIA CONTRA EL EXPRIMER MINISTRO ITALIANO

Berlusconi tuvo relaciones con Ruby a cambio de dinero y joyas

ROSSEND DOMÈNECH
ROMA

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Silvio Berlusconi mantuvo una relación sexual compensada económicamente con la magrebí Karima El Mahroug, alias Ruby, a sabiendas que entonces era menor de edad. Es la síntesis del texto de la sentencia, hecho público ayer, sobre la condena en junio en primera instancia del exprimer ministro italiano a siete años de cárcel y a la prohibición de por vida de ocupar cargos públicos.

«La joven estaba insertada en el sistema de prostitución de Arcore» [residencia de Berlusconi en Milán], escriben las juezas encargadas del caso, según las que «resulta probado que el imputado realizó actos sexuales con Mahroug a cambio de ingentes sumas de dinero y otros beneficios, como joyas». Añaden que también resulta probado que el director de las exhibiciones sexuales de las jóvenes era Berlusconi, que ponía en marcha las fiestas bunga-bunga, en las que las huéspedes de sexo femenino se esforzaban «para hacer probar placeres corporales al imputado, como aclaró la misma Mahroug».

Las juezas enviarán el texto de unas 300 páginas a la fiscalía para verificar si hay que abrir otro sumario contra Berlusconi y otras 33 personas por corrupción en actas judiciales. La razón es que, según las juezas, Berlusconi y su entorno pagaron a los testigos para concertar las declaraciones que debían realizar durante la vista oral del proceso.

SUELDO Y PISO / Entre estos testigos están el subsecretario de Presidencia, Valentino Valentini; la dirigente policial Giorgia Iafrate; el presidente de Medusa (distribuidora de películas del grupo de Berlusconi), Carlo Rossella, y el cantante privado del político, Mariano Apicella, con quien ha realizado algunos discos. También están algunas de las chicas que participaban en las veladas de Berlusconi, que sigue financiándoles con un piso y un sueldo. Las juezas consideran que dichos testigos han sido supuestamente mentirosos, pese a que Nicolò Ghedini, abogado defensor, explicase que el bunga-bunga eran unas «inocentes veladas».

Los hechos ocurrieron en el 2010, a partir del arresto de Ruby, a quien una compañera de piso había acusado de robo. Su detención provocó la intervención del propio Berlusconi, que presionó a los funcionarios de la comisaría central de Milán para que dejasen en libertad a la joven, con la excusa de que era nieta o sobrina [en italiano se usa la misma palabra] de Hosni Mubarak, entonces presidente de Egipto.