Escándalos de espionaje

Alemania expulsa al jefe de los espías de EEUU

Obama escucha las inquietudes de una estudiante en un restaurante de Austin, ayer.

Obama escucha las inquietudes de una estudiante en un restaurante de Austin, ayer.

J.M. FRAU
BERLÍN

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El Gobierno de Angela Merkel ha instado al máximo responsable de los servicios de espionaje de Estados Unidos en Alemania a abandonar el país. La medida, anunciada ayer, llega después de diversos acontecimientos relacionados con la labor de los servicios secretos de Estados Unidos en Alemania que han tensado las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Los hechos más recientes se han conocido en la última semana: el miércoles, la fiscalía general informó de que había registrado la residencia y el lugar de trabajo en Berlín de un presunto agente doble que estaba filtrando información a Washington desde el Ministerio de Defensa, donde trabajaba. Y solo unos días antes, también la fiscalía anunció la detención de un agente de 31 años de los servicios secretos alemanes (BND) que desde el 2012 vendía documentos a los estadounidenses a cambio de unos 25.000 euros.

PRIORIDAD / La persona que ha sido invitada a abandonar Alemania tiene su base en la Embajada de EEUU -situada a pocos metros de la cancillería y del Bundestag-, que ayer emitió un comunicado en el que destaca la importancia de las relaciones entre los dos países. «La embajada norteamericana no ofrece reacciones a cuestiones relativas a los servicios de inteligencia». Y añadió: «Nuestra alianza de seguridad con Alemania todavía tiene una prioridad muy alta: garantiza la seguridad de los alemanes y de los estadounidenses. Es esencial que continúe una estrecha cooperación con nuestros socios alemanes en todas las áreas».

En cambio, la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, fue algo más explícita y en una comparecencia junto al primer ministro moldavo, Iurie Leanca, apeló al sentido común y a la necesidad de concentrar esfuerzos en cuestiones realmente importantes. La cancillera afirmó que ante las «nuevas amenazas» es necesario incrementar la cooperación y que espiar a aliados es una «pérdida de energía». Incidió en la necesidad de colaboración, basada en la confianza mutua. «Sigue siendo indispensable para Alemania, en aras de la seguridad de sus ciudadanos, la cooperación con sus socios occidentales y, especialmente, con Estados Unidos. Pero la confianza es necesaria. Más confianza significa más seguridad», concluyó.

INDIGNACIÓN / Cuando en junio del año pasado el exagente de la NSA Edward Snowden empezó a filtrar informaciones relativas al espionaje de EEUU en suelo alemán, se produjeron reacciones de indignación por parte de la clase política. Los socialdemócratas (SPD), entonces en la oposición, criticaron la falta de contundencia en la respuesta de Merkel ante las revelaciones de Snowden, que aseguró que los servicios secretos de los dos países trabajan desde hace años conjuntamente.

El SPD, que ahora gobierna en coalición con la CDU de Merkel, alabó ayer la respuesta del Gobierno como «la reacción correcta». Representantes de los dos partidos de oposición, Los Verdes y Die Linke (La Izquierda) celebraron también el paso dado por el Gobierno.

Entre los miembros del Ejecutivo hubo reacciones llamativas, como la del ministro del Interior, Thomas de Maizière (CDU), que en la anterior legislatura ocupaba la cartera de Defensa, y que aseguró que los documentos que fueron filtrados por los agentes contienen informaciones «ridículas».

La Casa Blanca se negó a comentar directamente el caso de la expulsión. Con Barack Obama en Tejas preocupado por la inmigración, Washington optó por el silencio.