PUBLICADO EL 12-10-2011

Bojan se sincera

El goleador desvela que hoy por hoy no volvería al Barça aunque se lo pidera Guardiola

Madurez 8Bojan pasea por Roma durante este pasado verano.

Madurez 8Bojan pasea por Roma durante este pasado verano.

JORDI TIÓ

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La eterna sonrisa de Bojan Krkic se apagó definitivamente el pasado 28 de mayo en el estadio de Wembley. Cuando todo el barcelonismo lloraba de alegría por la conquista de la cuarta Copa de Europa, el joven goleador azulgrana, máximo realizador en las categorías inferiores en toda su historia, lo hacía por dentro. Pero por otro motivo.«Ese día supe que tenía que marcharme del Barça», confesó el ahora delantero del Roma en el programaEl convidat,de TV-3. Tres cambios hizo Pep Guardiola en el tramo final del partido (Keita por Villa, en el minuto 86; Puyol por Alves, en el 88, y Afellay por Pedro, en el 92) y Bojan no se movió del banquillo.«Estaba seguro de que jugaría unos minutos, y más por la forma en que fue el partido, pero no salí».Esa decisión de Pep Guardiola, que Bojan lleva clavada en el alma, venía a confirmar sus malos presagios durante toda la pasada temporada.«Llegó un momento en que no me sentía bien, estaba triste y no tenía ganas ni de jugar ni de entrenar»,confesaba a Albert Om, cuyo espacio fue seguido por 103.000 personas, un 4,7% de cuota de pantalla. El jugador incluso llegó a sentirse apartado.«Una cosa es no jugar y otra que no te sientas jugador de un grupo. Por mucho que hiciera, sus ojos no lo veían».De hecho, todo fue mal para Bojan en la temporada en que debía certificar su consolidación en la nómina de goleadores del primer equipo. Algo que empezó a vislumbrarse en el tramo final de la campaña 2009-10, cuando desbancó de la titularidad a Ibrahimovic marcando goles decisivos para sellar la segunda Liga consecutiva de la era Guardiola. Pero aquel hechizo duró poco, igual que la buena sintonía con Guardiola. Una relación que se fue enfriando hasta congelarse.«No nos despedidos ni hablamos cuando me marché a Roma».De hecho, llevaba mucho tiempo sin entrar en su despacho.«Las veces que intenté hablar con él, no me salían las palabras. Era tanto lo que tenía dentro que no sabía expresarlo».Sentimiento contradictorio

También le cuesta hablar de la figura del técnico, artífice el mejor Barça de todos los tiempos, quien le genera sentimientos contradictorios.«Como socio que soy, Pep es el mejor entrenador que puede tener el Barça. Como jugador, no pienso lo mismo porque no jugaba y al final te quedas con que no puedes opinar de la misma forma».

Quizá por eso le han quedado pocas ganas de volver al Camp Nou, cosa que podría suceder dentro de dos años, ya que el club azulgrana incluyó una opción de recompra en el traspaso. Tal fue su decepción, que hoy por hoy no regresaría ni que Guardiola se lo pidiera en persona.«No creo que fuera la mejor opción volver. Me costaría confiar en él y supongo que si me llamara al final de esta temporada, le diría que no».Lejos de casa, de Mollerussa, de Linyola, allí donde saboreaba esas largas tardes de domingo (si el equipo había jugado el sábado) junto a sus primos, abuelos y amigos de la infancia, Bojan ha recuperado la sonrisa en una plaza dura como es Roma. Juega más que en el Camp Nou, desde luego, y, sobre todo, cuenta con la confianza del entrenador, Luis Enrique, a pesar de unos duros inicios de Liga en que la victoria tardó en llegar.

Bojan desea acabar con esa imagen infantil e ingenua que siempre le acompañó en el Camp Nou y que tanto le perjudicó. Tiene solo 21 años, pero se siente ya curtido. Solo de él depende su futuro.