Sor Lucía contra Colau: «Nada se construye desde la indignación»

Xavier Trias, Sor Lucía Caram y Artur Mas.

Xavier Trias, Sor Lucía Caram y Artur Mas. / periodico

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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Inmune a las advertencias recibidas por el Vaticano para que evitara la sobreexposición a los medios de comunicación, sor Lucía Caram hizo ayer campaña electoral en un acto de CiU. Fue una cita poco convencional: un diálogo entre ella, el candidato a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, y el president de la Generalitat, Artur Mas. Tres cuartos de hora en los que, sin que ninguno de ellos mencionara en ningún momento la lista de Barcelona en Comú que encabeza Ada Colau, se quiso poner de relieve el contraste entre ambas alternativas de gobierno.

La confrontación entre los modelos la sirvió la monja dominica nada más comenzar el coloquio. «La indignación no es responsable. No se puede construir desde la indignación», disparó a Colau. Previamente, para quienes podrían recelar de sus comentarios, dijo de sí: «No soy política ni hago política ni tengo militancia. Así hablo con libertad y puedo exigir un compromiso».

LLAMAMIENTO AL DIÁLOGO / No obstante, su alineación con Mas («Siempre digo que estoy enamorada del president», insistió) y su toma de posición contra Colau en las redes sociales le han valido críticas por tomar partido a pesar de ser una religiosa.

Caram hizo un llamamiento al diálogo, justo al lado de dos políticos que han hecho de esta necesidad virtud. Sobre todo en el caso de Trias, que ha gobernado en minoría este mandato y que se ha visto obligado a negociar con todos los grupos para aprobar numerosas iniciativas.

Nuevamente sin pronunciar su nombre, la monja catalanoargentina del convento de Santa Clara de Manresa abominó de quienes niegan el diálogo e invitó a hablar, no solo con los adversarios políticos, sino también con las entidades bancarias y las empresas, algo que Caram ha insistido en hacer todavía más desde que fue galardonada con el premio Català de l'Any, que concede EL PERIÓDICO por votación popular.

La sintonía con el president Mas fue evidente durante toda la charla, aunque la religiosa también tuvo cumplidos para el alcalde Trias, de quien valoró que siempre hable de «personas en vez de ciudadanos». El candidato, que ha convertido el mantra social en uno de los habituales de la campaña (poniendo de relieve el aumento del 43% del presupuesto municipal en esta área), se movió cómodo al subrayar la importancia del tercer sector para la economía barcelonesa.

Dejando de lado la lucha contra las desigualdades y la crisis que ocuparon gran parte del diálogo, los tres coincidieron en la hoja de ruta soberanista. La más clara fue la dominica que, tras recordar que la semana pasada fue convocada por sus superiores a Roma (un toque de atención provocado, asegura ella, por las presiones del Gobierno de Mariano Rajoy ante la Santa Sede), afirmó que a la Iglesia le preocupa Catalunya. Y clamó: «Queremos una Catalunya libre e independiente en la que la primera asignatura pendiente sea vivir dignamente».