El rebelde Matt Dillon muestra su perfil más comprometido

El protagonista de 'Crash' recibe el Premio Donostia por su carrera

MERCEDES JANSA / SANT SEBASTIÀ

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Francis Ford Coppola supo ver que detrás del atractivo rostro de Matt Dillon había un actor con garra que podía dar mucho juego. Fue hace 24 años cuando el realizador le eligió para dar vida a uno de los jóvenes deRebeldes(1982). Un año después le volvió a llamar paraLa ley de la calle. Anoche Dillon recibió el Premio Donostia de manos de la actriz Lucía Jiménez por una trayectoria que hasta la fecha incluye 40 películas como actor y dos como director."Es un honor",dijo tener el mismo galardón que el veterano Max Von Sydow.

Dillon (Larchmont, Nueva York, 1964) llegó a San Sebastián el pasado miércoles, aunque ya conocía los entresijos del certamen, que visitó por primera vez en 1990. Los seguidores más jóvenes se volcaron con él como un icono de aquella generación de jóvenes actores --Rob Lowe, Mickey Rourke, entre otros-- que emergió en Hollywood a mediados de los 80, gracias precisamente a la maestría de Coppola.

Sin embargo, el recuerdo más reciente es la interpretación de un policía racista que bordó enCrash, de Paul Higgins, filme premiado en la pasada edición de los Oscar. Dillon se quedó en puertas de lograr el Globo de Oro.

"Siempre me han interesado los papeles complejos y conflictivos, los personajes con carácter",comentó poco antes de recibir el galardón. EnCrashel reto fue"revelar la humanidad del personaje",y en toda su filmografía ha aplicado la máxima de"buscar el talón de Aquiles"de los personajes que le han tocado en suerte.

Cuando se le preguntó por la razón por la que no han sido habituales en su carrera los papeles de tipo guapo, Dillon, serio y reflexivo en todo momento, apartó su punto de timidez, esbozó una sonrisa y respondió:"Ah, pero ¿no soy un tipo guapo".Bromas aparte, añadió:"No he dependido de mi apariencia física".Lo que en su opinión no quiere decir que prefiera trabajar en filmes llenos de trascendencia."No todas las películas tienen que ofrecer un mensaje",dijo. Su trabajo enCrashle llevó a reflexionar sobre las avalanchas migratorias que viven Estados Unidos y Europa.

"El racismo es un problema de décadas en mi país, pero hemos descubierto que hay otras culturas",señaló."Estados Unidos, que es un gran país, se ha formado con gente de otros lugares, y si rechazamos a esa gente que viene, negamos América".Dillon aportó su granito de arena al movimiento contra la política de George Bush al afirmar que, con la actual Administración de Washington,"hemos retrocedido en muchos aspectos".

El intérprete de filmes comoDrugstone cowboy,Beautiful girlsyAlgo pasa con Mery, debutó en el cine con 14 años, y Coppola fue"una especie de mentor",además de"un genio",con el que no descarta trabajar de nuevo."No siempre estuve de acuerdo con sus ideas, pero reconozco que eran mejores que las de los demás. Si tiene una idea clara, nadie le va a impedir realizarla",dijo sobre el director deEl padrino.

Dirigir su primera película,Oz(1999), fue"una aventura"que continuó en el 2002 conCity of ghosts. Ahora está embarcado en un proyecto para llevar al cine la vida de un músico callejero de Nueva York. Dillon es sobrino nieto del dibujante de cómics Alex Raymond, un"hombre impulsivo y adicto al trabajo".Pero el actor confesó que él no es un apasionado de los tebeos.