Espargaró critica que pilotos que no han demostrado nada sigan en MotoGP

Si alguien no tiene pelos en la lengua, ése es el veterano piloto catalán, residente en Andorra, Aleix Espargaró, de 35 años, estrella de la fábrica italiana Aprilia, que hace algunos meses anunció que se jubila a final de temporada, bueno, a medias, pues seguirá como piloto probador de Honda. Aleix ha ganado dos de los 329 grandes premios que ha corrido a lo largo de las 21 temporadas que lleva en el ‘gran circo’ y, ahora, decide dejar paso a los jóvenes.

El mercado de MotoGP sigue muy activo de cara a las próximas dos campañas, aunque los grandes campeones ya tienen sitio: ‘Pecco’ Bagnaia seguirá en el equipo oficial de Ducati, junto a Marc Márquez, el subcampeón Jorge Martín correrá en Aprilia y el nuevo ‘niño de oro’, el murciano Pedro Acosta será el líder del nuevo proyecto de KTM.

Muchos españoles e italianos

A partir de ahí, todo es ruido y, sobre todo, intereses, no siempre deportivo, algunas veces económicos, de amistad, de relación y hasta de nacionalidad. Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de Dorna, organizadora del Mundial, acaba de decir que le gustaría que, en la parrilla de MotoGP, hubiese menos pilotos españoles e italianos y más de otras nacionalidades. Pero, lo cierto, es que, pese al tremendo esfuerzo que realiza el propio Ezpeleta y toda su organización, con decenas y decenas de campeonatos de cantera en todos los rincones del mundo, el nivel de esos países no aparece. Son los que son.

Antes de que arranca el precioso Gran Premio de Austria, en el circuito más reluciente, moderno y espectacular que existe en el mundo, el de Spielberg, propiedad de la lujosa Red Bull, se le preguntó al mayor de los Espargaró (Pol, su hermano, vuelve a correr aquí, este fin de semana, como invitado de KTM), si tenía la impresión de que el fichaje, que todo el mundo da por cerrado, del veterano australiano Jack Miller, de 29 años, por el equipo Pramac, se debe más a su pasaporte que a sus méritos.

"No me parece mal que Miller siga en MotoGP, pues ama apasionadamente las motos, cosa que ya no me ocurre a mí. Hay un caso mucho peor, alguien que ha tenido motos ganadoras durante mucho tiempo y no ha demostrado nada y, pese a todo, sigues teniendo buenas motos”

Aleix Espargaró

— Piloto oficial del equipo Aprilia Racing Team

“No voy a comentar nada de eso”, empezó diciendo Espargaró, pero lo comentó, sí. “No quiero comentarlo porque me voy a meter en un charco y no me apetece meterme en charcos. Si digo lo que pienso de ese asunto y de otro que acabará en el VR46….” Aleix no lo dijo, repito, no lo dijo, pero era una clara referencia al italo-brasileño Franco Morbidelli, de 29 años, protegido de Valentino Rossi, que, al parecer, será el compañero de Fabio Di Giannantonio, de 25 años, en el VR46.

Espargaró interrumpió su disertación sobre los ejemplos de Miller y Morbidelli, dos pilotos que han ganado poco y jamás han sido aspirantes al título grande (el australiano ha ganado 10 carreras de las 222 que ha disputado y ‘Morbi’, 11 de 183), para elogiar el trabajo del italiano Davide Brivio, director del equipo norteamericano Trackhouse Racing (Aprilia), que ha sorprendido a todo el mundo fichando al japonés Ai Ogura, de 23 años. “Ese sí es un fichajazo. Un piloto agresivo, trabajador, que se le juega. Admiro a Brivio por dar oportunidades a los jóvenes”.

Espargaró siguió explicando que él mismo ha querido dar un paso a un lado porque, aunque se siente tan rápido como el que más y lo demuestra cada fin de semana, “ya no tengo la pasión que tienen los jóvenes, pues, ahora, correr ya no me quita el sueño y, por tanto, es justo hacerse a un lado y permitir que otros jóvenes aprovechen su oportunidad”.

Le volvieron a preguntar sobre Miller y reconoció que se lleva muy bien con él, “es más, es vecino mío, acaba de ser papá y me alegro de que pueda seguir en MotoGP el año que viene, pues le gustan las motos más que a mí”. Pero, repito, sin citarlo (la verdad es que no hacía falta), volvió a centrarse, a denunciar, el caso de Morbidelli, que del equipo ‘satélite’ de Ducati, Pramac, pasará al otro ‘satélite’ (VR46) de la firma italiana de Borgo Panigale, a su entender sin haber hecho méritos para ello y, desde luego, quitándole una plaza a un joven prometedor.

Tener una moto ganadora

“Y, repito, no me refiero solo a Jack, hay otros casos en la parrilla de MotoGP que me llaman aún más la atención. Hay un caso mucho peor, alguien que ha tenido motos ganadoras durante mucho tiempo y no ha demostrado nada y, pese a todo, sigue teniendo buenas motos”, explicó sin querer, en principio, meterse en líos. “Y, sin embargo, ves a otros pilotos jóvenes, como Alonso López, que se está mordiendo los labios para subir a MotoGP y que lo daría todo”.

Cuando se le dijo, así, directamente, que parecía estar cuestionando que tanto Miller como Morbidelli siquiesen teniendo buenas motos el año que viene, Espargaró trató de aclarar su exposición, pero lo dejó aún más claro: sí, no le parece bien. “Que Miller y Morbidelli sigan no tiene nada de malo, que va, que va. Lo único que digo es que cuando tienes una moto ganadora, uno, dos, tres años, y tu compañero de equipo te gana todas las carreras y en todos los cronos, no me parece justo que no le den la oportunidad a un chaval joven y sigan dándole la oportunidad a esos pilotos”.

"Sería muy bonito que, en MotoGP, estuviesen representadas 14 nacionalidades, pero esto es la élite. El Barça de la mejor época ganaba con chavales, catalanes y españoles, de La Masia, pues ‘chapeuau’. Lo del Bilbao es muy bonito, sí, pero esto es la élite y, en el deporte de élite, tienen que estar los mejores, independientemente de su color, pasaporte o creencias”

Cuando le comentamos que Ezpeleta ha defendido últimamente una parrilla de MotoGP más abierto, con menos españoles y menos italianos, con mayor representación de otros países, el mayor de los Espargaró volvió a simular que no quería meterse en líos, pero fue muy contundente y, posiblemente, coincida con muchísimas de las voces del ‘paddock’ de MotoGP, de eso no hay duda.

“No sé qué responder a la cuestión que plantea Carmelo (Ezpeleta), la verdad. Es evidente, obvio, que sería mucho más bonito que, en la parrilla de MotoGP, estuviesen representadas 14 nacionalidades, pero, al final, esto es la élite. El Barça de la mejor época ganaba con chavales de La Masia, de la cantera, con chavales catalanes y españoles, formados en La Masia, pues ‘chapeuau’. Lo del Bilbao es muy bonito, sí, pero esto es la élite y, en el deporte de élite, tienen que estar los mejores, independientemente de su color, pasaporte o creencias”.