Un defensor de ballenas se enfrenta a 15 años de cárcel por sabotear la acción de un barco arponero

Recogida internacional de firmas para liberar a Paul Watson, que abortó la caza de estos animales en una acción de 2010

Cartel que reclama la liberación del activista defensor de ballenas

Cartel que reclama la liberación del activista defensor de ballenas / Efe

Joan Lluís Ferrer

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El veterano defensor ambiental y activista contra la caza de ballenas Paul Watson (ex dirigente de Greenpeace y de Sea Shepherd y actualmente al frente de la Fundación Capitán Paul Watson), fue detenido hace casi un mes en Groenlandia por tratar de impedir en 2010 la caza de estos cetáceos por parte de un barco japonés.

La detención se produjo en virtud de una orden internacional de arresto solicitada por el país nipón por las actividades de Watson contra el arponeo de cetáceos y éste podría enfrentarse hasta a 15 años de cárcel en el país asiático si se aprueba su extradición y es juzgado en el archipiélago.

Ballenas capturadas para el comercio internacional

Ballenas capturadas para el comercio internacional / ballenas.org

Según la Guardia Costera de Japón, el activista afronta cargos que incluyen complicidad en asalto y violación de la propiedad privada, por haber agredido a cazadores de ballenas y por el supuesto abordaje del navío ballenero japonés ‘Shonan Maru 2’ en el océano Austral por unos incidentes ocurridos en 2010, informa Efe Verde.

Hasta 15 años de prisión

La pena por tales delitos contemplados por la legislación nipona oscila entre los tres años por entrar sin autorización en el barco hasta los 15 años por agresión, según el Ministerio de Justicia.

Tokio pidió la extradición del cofundador de las organizaciones ambientalistas Greenpeace y Sea Shepherd el pasado 31 de julio y "sigue trabajando con los países y organizaciones pertinentes para tomar las medidas adecuadas" en este caso, dijo este viernes el portavoz gubernamental nipón, Yoshimasa Hayashi, en rueda de prensa.

Japón es uno de los pocos países que sigue cazando ballenas

Japón es uno de los pocos países que sigue cazando ballenas / Agencias

El activista Peter Bethune, entonces miembro de Sea Shepherd, supuestamente subió al Shonan Maru 2 desde una moto acuática para intentar detener a su capitán, después de que la lancha rápida de su grupo quedara destruida tras colisionar con el barco. Tras los enfrentamientos producidos a bordo entre los manifestantes y los balleneros, la flota japonesa tuvo que regresar a puerto con la mitad de la captura prevista.

Inicialmente, Bethune fue arrestado en Tokio por abordaje ilegal y se le sentenció a dos años, suspendida luego y sustituido por cinco en libertad vigilada.

En 2010 se emitió una orden de arresto contra Watson como cómplice de Bethune y en 2012 se presentó una orden de Interpol.

Watson, de 73 años, fue detenido el pasado 21 de julio cuando su embarcación atracó en Nuuk, capital groenlandesa, para repostar.

En el momento de su detención se dirigía a una misión al Paso del Noroeste como parte de la campaña #OpKangeiMaru, destinada a interceptar al nuevo megabarco ballenero japonés Kangei Maru en el Pacífico Norte.

Prolongan su prisión preventiva

Ahora, el tribunal de distrito de Sermersooq en Groenlandia, región autónoma de Dinamarca, ha decidido prolongar hasta el 5 de septiembre la prisión preventiva a este activista.

El nuevo superbarco ballenero japonés Kangei Maru

El nuevo superbarco ballenero japonés Kangei Maru / Agencias

Durante la vista, el fiscal pidió que Watson continuase en prisión por riesgo de fuga y para dar tiempo al Ministerio de Justicia de Dinamarca a tratar la solicitud de extradición presentada por Japón, según el medio digital groenlandés Sermitsiaq.

La defensa de Watson, que ha apelado la decisión, defendió la inocencia del activista y denunció que el caso tiene un carácter político.

Más de setenta políticos de distintos países enviaron una carta a principios de agosto a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en la que pedían la liberación de Watson.

Recogida de firmas

 “Si alguien camina por la calle y observa a un grupo de personas abusando sexualmente de un menor, a ningún ciudadano consciente se le ocurriría apartar la vista y caminar en otra dirección para evitar intervenir”, ha declarado el ecologista para justificar sus acciones.

También se ha puesto en marcha una campaña en internet para recoger firmas en apoyo del activista y para solicitar su inmediata puesta en libertad. Los interesados pueden firmar en https://www.paulwatsonfoundation.org/.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es