Underwater Gardens International, la apuesta de Marc García Durán-Huet para revolucionar la salud oceánica

Gracias a una sinergia única entre diversas disciplinas, desde la biología marina hasta el urbanismo, Marc García - Durán Huet lidera una iniciativa con mirada internacional con un enfoque que trasciende la especialización aislada, promoviendo una comprensión holística y acciones concretas para ayudar a mantener la salud necesaria de las aguas.

Pregunta: ¿Qué es Underwater Gardens International?

Marc García-Durán Huet: Se trata de una iniciativa que busca transversalizar el conocimiento para abordar problemas globales. Heredamos un siglo XX que nos ha llevado por la vía de la extinción y la especialización, con una mirada centrada exclusivamente en campos de conocimiento específicos. No obstante, esta mirada, si bien tiene muchas virtudes, a menudo falla en proponer soluciones integradas. Por lo tanto, la visión orquestada no existe y se pierde perspectiva. Vivimos en un momento en el que es complicado identificar correctamente los problemas y sus soluciones; por eso, Underwater Gardens International se basa en la idea de que es necesario transversalizar el conocimiento, es decir, orquestar a especialistas notables en sus campos. Ante un fenómeno como la degeneración de los mares, se necesita una mirada de 360º y pasar a la regeneración. Cuando identificas mejor el origen del problema, también puedes identificar mejor cómo darle solución y ese es nuestro propósito desde Underwater Gardens International.

Pregunta: ¿Cuáles son esas especialidades?

Marc García-Durán Huet: Se trata de aportar soluciones para la regeneración de los fondos marinos, inicialmente en las zonas costeras, es decir, aquellas que reciben un impacto antropogénico directo. Hemos impulsado un consorcio internacional, liderado por nuestro Biólogo y Director Científico, Sergio Rossi, que incluye a más de 300 especialistas de todos los elementos que configuran el conocimiento de la salud del cuerpo de agua. Este cuerpo de agua contiene todos los elementos que te permiten entender en qué estado de equilibrio o desequilibrio se encuentra el ecosistema que baña estas aguas. En el listado hay múltiples especialidades que van desde los seres móviles, como los peces, pulpos, langostas, esponjas, hasta las borgoñas. Lo que nos interesa es la conectividad entre estas especies y el funcionamiento saludable del ecosistema.

Pregunta: ¿Trabajáis con biólogos marinos y oceanógrafos a nivel de especialización?

Marc García-Durán Huet: Sí, tenemos orquestadores, que serían como médicos de familia o médicos generalistas que entienden el estado del paciente porque lo conocen bien. Estos médicos buscan al especialista y hacen un acompañamiento de integración de especialidades para crear el tratamiento adecuado. Trasladándolo a nuestro campo, los biólogos marinos y oceanógrafos con los que colaboramos, hacen lo mismo, pero mirando la salud del océano.

Pregunta: Marc, ¿qué te inspira? ¿Cómo surgió la idea?

Marc García-Durán Huet: Es la historia de mi vida. Para mí, el mar es un refugio maravilloso donde practicaba apnea y me quedaba bajo el agua en contacto con todo ese mundo. Mi abuela, que era muy observadora, me suscribió a la Enciclopedia del Mar de Cousteau y yo la estudié a fondo. Me sumergí en todos los aspectos, desde los políticos y fronterizos hasta cómo se gestionan las masas de agua, las tecnologías, los submarinos, y los peces, todo desde una fascinación y curiosidad absolutas. Siento una gran curiosidad por la ciencia, el arte, la sociología, la política, la economía y las finanzas. Cuando tuve que elegir carrera, me pareció que arquitectura era un campo donde se transversalizaban más conocimientos: arte, sociología, economía, física, estructuras, diseño, comprensión social, urbanismo, y pensamiento territorial.

Para nosotros, lo primero era crear la figura del orquestador que va a combinar estas tecnologías para crear una tecnología de mayor alcance y potencia, que llamamos el jardín del mar.

Así que me decidí por esa vía y la recorrí durante muchos años con entusiasmo. Luego llegó la guinda: después de trabajar en un proyecto en Barcelona sobre el Foro de las Culturas, tuve la oportunidad de ir a una ONG en India con Vicente Ferrer. Allí aprendí algo fundamental sobre el propósito, es decir, desde dónde y hacia dónde diriges tu esfuerzo. Además, vi los efectos reales de la fundación, que en 35 años había revertido una desertificación en proceso y había generado una revolución social y cultural a través de microcréditos y empoderamiento de las personas más desfavorecidas de la sociedad. Desde entonces me di cuenta de que lo más interesante en la vida es ponerse al servicio de algo que puede tener un impacto positivo efectivo.

Pregunta: Desde Cousteau hasta ahora, ¿qué ha pasado con el mar? ¿Cuál es la situación actual?

Marc García-Durán Huet: El océano está reaccionando a una multitud de efectos antropogénicos. Hemos emitido una serie de contaminantes que han llevado a la capacidad del ecosistema de digerir el exceso de nuestra actividad económica a un extremo insostenible. La velocidad a la que estamos contaminando supera la capacidad de digestión del ecosistema, provocando un desequilibrio. La naturaleza trabaja para intentar reequilibrarlo. Este desequilibrio comienza a tener efectos en el clima y en la salud. El océano está en un estado crítico, pero su capacidad regenerativa es extraordinaria.

La visión de Underwater Gardens International es proveer a los territorios los instrumentos y conocimientos para restablecer un nuevo pacto con la naturaleza

Lo que hay que recalibrar es la relación que establecemos con los servicios ecosistémicos y con aquello que nos proporciona el ecosistema en sí. En un momento en que todo el mundo está fascinado por la tecnología creada por el hombre, existe una ciencia llamada biomimética que reivindica que la naturaleza, con muchos más años de prueba y error, ya ha resuelto todo tipo de problemas. Lo que debemos hacer es mirar a la naturaleza y protegerla, porque cada vez que quemamos un bosque o destrozamos el fondo marino con la pesca de arrastre, estamos hipotecando nuestro futuro.

Pregunta: ¿Entonces, qué hace Underwater Gardens International?

Marc García-Durán Huet: Para nosotros, lo primero era crear la figura del orquestador, que va a combinar estas tecnologías para crear una tecnología de mayor alcance y potencia, que llamamos los jardineros del mar. No se trata solo de plantar tecnologías e irse, sino de hacer un seguimiento, porque evidentemente el cambio climático conlleva aceleraciones, cambios drásticos, mutaciones, transformaciones y sobre todo migraciones de los ecosistemas. Cuando hay migraciones, hay mucha pérdida de biodiversidad. La idea del jardinero del mar es adoptar una visión amplia, diciendo que, como sociedades, seamos jardineros, pasando de este modelo de explotación pura a un modelo en el que seguimos beneficiándonos, pero al mismo tiempo cuidamos aquello que explotamos, creando un nuevo equilibrio.

Me gustó mucho el ejemplo del SATO, que es precisamente una gestión de pesca en Japón que lleva varias décadas en marcha, promoviendo cierto tipo de especies, y entonces los pescadores tienen derecho a pescar una cierta cantidad de ellas cada año, garantizando su repoblación. Esto permite una simbiosis positiva en la que la naturaleza sigue proporcionándonos lo que debe, sin exprimirla hasta el final y por lo tanto, estableciendo un nuevo equilibrio. La visión de Underwater Gardens es proveer a los territorios los instrumentos y conocimientos para restablecer un nuevo pacto con la naturaleza. Esto significa cambiar a cuatro niveles al mismo tiempo: lo social, lo cultural, lo científico-técnico y lo natural, porque si alguna de las patas se pierde, el invento se desmorona. Dicho de otra manera, si plantas organismos maravillosos que cumplen una serie de funciones, pero al mismo tiempo sigues vertiendo excesos de nutrientes con tus desagües, y sigues vertiendo petróleo y practicando pesca de arrastre, entonces hay que aumentar la inteligencia por centímetro cúbico de intervención humana en el territorio marino. Si logramos aumentar esta inteligencia, este conocimiento concentrado en cada acción, estaremos atendiendo de manera orquestada a los diferentes elementos. Es decir, no se trata solo de plantar borgoñas, sino también de transformar la relación de la sociedad con esas borgoñas.

Otro de los problemas es que normalmente la regeneración marina es un centro de coste y por tanto nadie quiere pagar por ello. Esto tiene que convertirse en un centro de beneficio, pasando de ser beneficiarios a benefactores, que ya los tiene, aunque muchos de estos beneficios sean intangibles o no estén reflejados en los balances de las empresas. Es decir, existe cierta dificultad en incorporar el valor real del capital natural a los balances de las empresas.

Pregunta: ¿Estáis viendo ya resultados?

Marc García-Durán Huet: Sí, la naturaleza tiene esto, que por poco que la cuides, reacciona muy positivamente, también negativamente, pero cuando te enfocas en lo positivo, es muy agradecido. Somos uno de los cinco proyectos faro de la Economía Azul Europea que permite poner en marcha esta integración tecnológica y, por lo tanto, la metodología científica que hemos desarrollado. Estamos desarrollando cinco proyectos en cinco ecozonas diferentes, desde Israel, que ahora es una zona un poco más complicada, hasta el Atlántico, es decir, Macaronesia, las Islas Canarias, y estamos también en el Mediterráneo, en Dinamarca y en Noruega. Ahora estamos implementando la parte regenerativa, después de casi dos años haciendo la parte de diagnóstico.

Pregunta: ¿Después de dos años de análisis, estáis teniendo unos primeros resultados que son muy halagüeños, no?

Marc García-Durán Huet: Creo que debemos entender que el ser humano, a nivel de conocimientos, tiene todo lo que necesita. Parece que sistémicamente los incentivos de nuestra sociedad para cuidar el medio ambiente siguen siendo limitados, es decir, seguimos priorizando el corto plazo. Pero hay que entender que, si perdemos los servicios ecosistémicos, no habrá ni corto, ni medio, ni largo plazo. Si el mar colapsa, tendremos dificultades. Por eso creo que la mejor inversión hoy en día por parte tanto de la administración como de las empresas es el mantenimiento de todo este servicio ecosistémico, y seguramente esto se justifica en las rentabilidades a medio y largo plazo. Esta conciencia está apareciendo en Europa, me consta que en China también y en Japón y Estados Unidos. Soy muy optimista porque veo que en el mundo están surgiendo iniciativas y hay más inversión, cada vez más canalización de fondos hacia este tipo de iniciativas. Lo que ocurre es que quizás estamos siendo más lentos de lo que deberíamos.

Más información en: https://www.underwatergardens.com/