Registros climáticos

Catalunya cierra un mes de junio con temperaturas más frías tras dos años de valores extremos

La temperatura media ha sido de 19,2ºC frente a los 20,5ºC de 2023 y los 22,8ºC de 2022 

España se adentra en el que podría ser uno de los veranos más cálidos de los últimos años

Julio empieza con lluvia en Barcelona

Julio empieza con lluvia en Barcelona / ZOWY VOETEN

Valentina Raffio

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Hace ya un mes que, según los calendarios meteorológicos, el verano ha empezado en todo el hemisferio norte del planeta. Pero este año, la sensación es distinta. El calor aún no ha irrumpido con fuerza en Catalunya, las lluvias siguen abriéndose paso en el territorio y, en general, son muchos los que sienten que el verano aún no ha llegado del todo. Los primeros análisis del mes de junio apuntan a que, efectivamente, las temperaturas han estado ligeramente por debajo de la media para la época y que las lluvias han estado tan solo una pizca por encima de lo esperable para estas alturas del año.

"Aun así, estos valores siguen estando muy cerca de lo normal para la época. El problema es que venimos de dos años en los que las temperaturas han sido tan extremas que nos habíamos acostumbrado a que el verano era eso", explica el meteorólogo Ibai Campo, de la delegación catalana de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

"Venimos de dos años en los que las temperaturas han sido tan extremas que nos habíamos acostumbrado a que el verano era eso"

Ibai Campo

— Meteorólogo

La temperatura media normal para un mes de junio en Catalunya es de 19,6 grados centígrados. Este año, según apuntan los análisis provisionales, los termómetros han rondado los 19,2 (lo que supone cuatro décimas por debajo de lo normal). Pero esta pequeña diferencia palidece frente a los datos de los dos últimos años. En el mes de junio de 2023, por ejemplo, se registró una temperatura media de 20,5 grados (casi un grado por encima de lo esperable para la época). Y en 2022, los registros fueron de 22,8 (unos 3,2 grados más de lo normal). Ese año, además, en el mes de junio ya se registró una ola de calor extremo y se superaron los 42 grados en varios puntos del territorio. "Esos valores sí fueron extremos y se situaron muy por encima de lo normal para la época. Lo de este año, en cambio, aun siendo ligeramente frío, está mucho más cerca de lo normal respecto a lo vivido en años anteriores", comenta Campo.

Los registros de Barcelona también confirman que este arranque de verano, aunque quizás no lo parezca, está siendo cálido. Desde el primero de junio hasta ahora, tan solo ha habido seis días con temperaturas en línea con la media esperable para la época y cuatro días más con registros más fríos de lo normal para un mes de junio. Los veinte días restantes fueron más cálidos de lo normal. Incluso hubo siete jornadas que estuvieron entre las más cálidas jamás registradas para un mes de junio en Barcelona, sobre todo a principios de mes.

Una pizca más lluvioso

¿Y qué pasa con las lluvias? Pues bien, según apuntan los análisis preliminares de las pasadas semanas, junio fue un mes ligeramente más húmedo de lo normal. Las precipitaciones estuvieron un 14% por encima de lo esperable para la época. "Se trata de una anomalía mínima que, quizás, nos parece mucho más marcada porque venimos de unos años marcados por una escasez de lluvias y una situación de sequía muy intensa en Catalunya", destaca Campo. Donde las lluvias sí han sido más intensas ha sido en el litoral y prelitoral central respecto a la media comprendida entre 1990 y 2020.

Las lluvias de junio han estado un 14% por encima de lo esperable para esta época

El año pasado por estas mismas fechas también se registró un junio bastante lluvioso marcado por el paso de la borrasca Oscar, mientras que un año antes, en 2022, este mes fue extremadamente seco. "Tampoco hay que olvidar que el verano, aunque no sea una época muy lluviosa, sí suele tener precipitaciones. El problema es que tras años de sequía parece que casi nos hemos olvidado de las típicas lluvias de verano", añade el meteorólogo.

La configuración atmosférica de las últimas semanas ha favorecido la llegada de lluvias, aunque la situación cambiará a partir de este martes

La llegada de lluvias tiene mucho que ver con la configuración atmosférica especial que hemos tenido en las últimas semanas. "Otros años por estas fechas tenemos el anticiclón de las Azores mas posicionado sobre la Península Ibérica, lo que ha provocado situaciones de estabilidad atmosférica. Este año, en cambio, este anticiclón se ha desplazado hacia el Atlántico, permitiendo el descuelgue y aislamiento de las DANAs de forma más efectiva sobre el territorio español", explica Mar Gómez, meteoróloga de la plataforma eltiempo.es. Este fenómeno, por un lado, ha provocado la llegada de varios frentes de lluvias sobre la Península y, por otro lado, también ha contribuido a la contención de los termómetros y ha evitado, en ciertos puntos, un aumento drástico de las temperaturas.

La llegada del calor

Aunque muchos tengan la sensación de que el calor típico del verano aún no ha llegado, los pronósticos apuntan a que la situación cambiará en los próximos días. A partir de este martes, se espera un ascenso generalizado de los termómetros en todo el territorio. En Catalunya, se superarán los 30 grados en varios puntos del interior y se podrían dar máximas por encima de los 35 en la zona de Lleida.

En ciudades como Badajoz, Ciudad Real, Toledo, Córdoba, Sevilla o Jaén incluso se podrían rozar los 40 grados. Este aumento de las temperaturas también se extenderá de cara a las noches, donde se espera un aumento de las temperaturas mínimas y las primeras noches tropicales del verano con registros por encima de los 25 grados

En el resto del Europa, y sobre todo en el Mediterráneo, hace semanas que se registran temperaturas extremadamente cálidas incluso para la época. Esto coincide con los pronósticos estacionales, que apuntan a que este verano será excepcionalmente caluroso y que se darán temperaturas muy por encima de los valores normales. En el caso concreto de la Península Ibérica, además, se espera que la próxima estación se sitúe entre el 20% de veranos más cálidos desde los años 90 hasta ahora. "Es pronto para saber si será un verano de récord, pero no podemos descartar que se lleve una medalla de plata o de bronce", apuntan desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

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