Cultivo y origen

Todo sobre la planta de pistacho, el fruto que crece en árboles macho y hembra

Era uno de los alimentos de la Reina de Saba y signo de riqueza y elevado estatus social

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Árbol Pistacia vera con sus frutos, los pistachos, aún verdes.

Árbol Pistacia vera con sus frutos, los pistachos, aún verdes.

Vega S. Sánchez

Vega S. Sánchez

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El pistacho es una drupa -un fruto carnoso con hueso como una cereza o una endrina- pero cuyo envoltorio, la parte exterior del fruto, no es comestible.

Es decir, al contrario de lo que sucede con las bayas, es un fruto seco, como lo son también la nuez, la almendra o la avellana, cuya parte externa es dura, es una cáscara que debemos retirar.

Los primeros vestigios de este alimento datan de hace aproximadamente 7.000 años, con referencias en textos como la Biblia, en concreto en el libro del Génesis (Génesis 43:11), lo que indica su relevancia en la dieta y la economía de las civilizaciones antiguas en Oriente Próximo.

Signo de elevada clase social

En Persia (la actual Irán), el comercio y la propiedad de arboledas de pistacho significaban riqueza y alto estatus. Según la leyenda, los pistachos eran uno de los alimentos favoritos de la Reina de Saba, que pedía que toda la producción de su tierra fuera para ella y su corte. Con las conquistas de Alejandro Magno (334-323 a. C.), el fruto seco llegó a Grecia. Más tarde, bajo el régimen del emperador romano Tiberio (siglo I a. C.), el fruto seco se introdujo también en Italia y España.

La planta del pistacho, conocida científicamente como Pistacia vera, es un pequeño árbol de la familia anacardiaceae -a la que también pertenecen los anacardos y los mangos-, originario de regiones de Asia central y Oriente Medio. Este árbol, que alcanza una altura de entre 5 y 10 metros, presenta una forma redondeada o extendida y se caracteriza por sus hojas compuestas, pinnadas y de color verde oscuro.

Las flores del pistacho son pequeñas, de color verde o rojo, y aparecen en racimos. Es una planta dioica, lo que significa que existen árboles masculinos y femeninos, siendo ambos necesarios para la polinización y producción de frutos.

A medida que madura, el fruto del pistacho cambia de color de verde a amarillo o rojo.

Clima

El pistacho es una planta que prospera en climas cálidos y secos. Le van bien los veranos largos y calurosos, con temperaturas que oscilan entre los 30 y los 40 grados durante el día. Los inviernos deben ser fríos pero no extremadamente duro, puesto que las temperaturas extremadamente bajas pueden dañar la planta.

En España, su cultivo ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años debido a la alta demanda y rentabilidad del fruto. Las principales regiones donde se cultiva el pistacho en España son Castilla-La Mancha: Ciudad Real, Toledo y Albacete destacan por la extensión de sus plantaciones. El clima seco y las condiciones del suelo de esta región son ideales para el cultivo del pistacho. También en Andalucía, sobre todo en las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén.

En Extremadura, Murcia y la Comunitat Valenciana, el cultivo de pistacho está en expansión. Al igual que en Catalunya y Navarra, donde también se están desarrollando algunas plantaciones de pistacho, experimentando con este cultivo para diversificar la producción agrícola.

Riego

El pistacho se adapta mejor a suelos bien drenados, ya que no tolera el encharcamiento. Prefiere suelos arenosos o limosos que permitan un buen drenaje del agua. Los suelos salinos y alcalinos pueden ser adecuados, ya que el pistacho es relativamente tolerante a la salinidad. Es importante que el suelo tenga una profundidad adecuada para permitir el desarrollo de un sistema radicular fuerte y extenso.

Aunque el pistacho es resistente a la sequía, el riego adecuado es crucial, especialmente durante los primeros años de establecimiento de la planta. Un riego profundo y ocasional es preferible a riegos frecuentes y superficiales. Esto fomenta el desarrollo de raíces profundas, lo que hace a la planta más resistente a condiciones de sequía. Durante la temporada de crecimiento y fructificación, se debe asegurar un suministro de agua adecuado para maximizar la producción de frutos.

Árbol macho y hembra

La planta del pistacho es dioica, es decir, que hay árboles masculinos y femeninos. Para una producción exitosa de frutos, es necesario plantar tanto árboles masculinos como femeninos en proporciones adecuadas.

Generalmente, se recomienda tener un árbol masculino por cada 8-12 árboles femeninos para asegurar una polinización efectiva. La polinización es llevada a cabo principalmente por el viento, por lo que la disposición de los árboles y las condiciones climáticas durante la época de polinización son factores importantes.

La poda regular es necesaria para mantener la forma del árbol, mejorar la circulación del aire y la penetración de la luz, y eliminar ramas muertas o enfermas.

Control de plagas y enfermedades

El pistacho es susceptible a diversas plagas y enfermedades, por lo que se deben implementar prácticas de manejo integrado de plagas para proteger las plantaciones.

La fertilización adecuada es crucial para el crecimiento saludable del pistacho. Es importante realizar análisis de suelo y foliares para determinar las necesidades específicas de nutrientes y aplicar fertilizantes en consecuencia.

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