Balance mensual

Abril ha sido el primer mes que ha roto la tendencia de sequía extrema en casi dos años

Pese a la buena cifra registrada, los expertos recuerdan que el déficit acumulado no permite hablar del fin de la sequía pluviométrica en Catalunya

El Govern decidirá la semana que viene si levanta la emergencia por sequía

Cataluña, de nuevo en alerta por lluvias intensas en plena sequía

Cataluña, de nuevo en alerta por lluvias intensas en plena sequía

Valentina Raffio

Valentina Raffio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pasado mes de abril fue el primero que consiguió romper la tendencia de sequía extrema en Catalunya en más de dos años. Según el índice de precipitación acumulada, uno de los indicadores que se utiliza para medir la gravedad de la sequía en las cuencas internas catalanas, el pasado mes fue el primero que consiguió salirse de los umbrales de sequía extrema y alcanzar los baremos considerados normales. La última vez que registró un valor así fue en octubre de 2022. Desde entonces, las lluvias han estado muy por debajo de lo normal durante todos los meses anteriores.

¿Significa esto que Catalunya ya no está sufriendo una sequía extrema? Según explican desde l'Agència catalana de l'Aigua, la cifra registrada durante el mes de abril es positiva pero no implica necesariamente que la sequía haya acabado. En primer lugar, porque incluso en los periodos de sequía extrema es habitual registrar algún que otro mes de normalidad. Y en segundo lugar, porque el umbral de la escasez de agua lo marca, sobre todo, el déficit acumulado, que en el caso de Catalunya sería de más de tres años y medio de escasez de lluvias.

Los meteorólogos explican que, pese a las buenas cifras de abril, los siguientes meses no tienen porqué seguir la misma racha

El buen balance de las lluvias de abril sería el el equivalente a si, por ejemplo, una persona en bancarrota consiguiera, tras dos años de pérdidas, llevarse a casa el sueldo medio que solía ganar en tiempos normales. El dato sería de por sí positivo pero, aun así, no sería suficiente para paliar la escasez acumulada en los meses anteriores. Según cifras del Servei Meteorològic de Catalunya, es como si en los últimos tres años hubiera habido un año entero sin lluvias.

En el caso de las lluvias, además, hay otro añadido a tener en cuenta. El hecho de que en abril haya llovido dentro de los valores normales no implica que en los siguientes meses siga haciéndolo. Sobre todo si tenemos en cuenta que estamos a las puertas de un verano donde, de normal, suele llover más bien poco en el conjunto de regiones mediterráneas y en concreto en Catalunya. "Mayo aún podría traer algunas lluvias, en tanto que la primavera suele ser una estación húmeda, pero a partir del verano lo normal es que llueva más bien poco", explican desde el Meteocat.

Cinco días de lluvia

Las lluvias de abril alcanzaron, en su conjunto, los valores habituales pero paradójicamente no cayeron de forma normal. En escenarios normales, lo esperable es que hubiera llovido de forma paulatina a lo largo de todo el mes y a partir de diferentes episodios de precipitaciones. Pero en esta ocasión, las precipitaciones se han concentrado de forma muy acusada. Según apunta el balance de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), de hecho, en tan solo cinco días se consiguió acumular todas las precipitaciones esperables para un mes de abril.

Las lluvias concentraron en menos de una semana el total de agua esperable para todo el mes de abril

El informe mensual de Meteocat afirma que el mes de abril fue especialmente lluvioso en el litoral, el prelitoral, los Pirineos, así como en los tramos inferiores de los ríos Llobregat y Tordera. Paralelamente, en el extremo sud de Catalunya, como en Terres de l'Ebre.  Esta disparidad en las precipitaciones ha dejado el mapa divido entre zonas donde se ha acumulado más de 200 litros por metro cuadrado y zonas donde apenas se ha llegado a los 50 a lo largo de todo el mes. Por suerte, buena parte de las precipitaciones se han concentrado en las cabeceras de los ríos más afectados por la sequía y, poco a poco, han ido llenando los embalses del sistema Ter-Llobregat.

Las lluvias de la última semana han conseguido llenar los pantanos catalanes hasta alcanzar cifras que hacía meses que no se veían. En estos momentos, tal como apuntan los últimos balances, el conjunto de las cuencas internas están al 22,21% de su capacidad y las del sistema Ter-Llobregat han conseguido situarse al 23,22%, porcentaje que ya se sitúa en el umbral de la excepcionalidad, la fase anterior a la emergencia. En total, las reservas hídricas catalanas suman este viernes 154 hectómetros cúbicos de agua almacenada.

De hecho, el Govern anunció este jueves que, con los datos en mano de los embalses y de las previsiones pluviométricas, la semana que viene se debatirá en la comisión interdepartamental si se levanta el estado de emergencia justo en la recta final de las elecciones.

Suscríbete para seguir leyendo