Así es la vasija egipcia que riega sola las plantas durante un mes

Uno de los principales problemas que provocan la muerte de las plantas de nuestra casa o jardín es por un exceso de riego o por todo lo contrario: falta de agua. ¿Cómo saber cuál es la cantidad necesaria? Un sencillo invento que hunde sus raíces en el antiguo Egipto es la solución definitiva y permite olvidarse de las plantas, mateniéndolas siempre con el agua necesaria, sin que nosotros tengamos que hacer prácticamente nada. Clayola es una sencilla vasija que se ocupa de todo.

Se trata de una pequeña pieza hecha de barro que se coloca en la tierra, junto a la planta, y regula por sí sola la cantidad de agua que precisa el vegetal, e incluso puede suministrar agua a otras plantas vecinas. A lo largo de un mes, este sencillo y ancestral mecanismo se ocupa de regarlas de forma autónoma, sin intervención humana. Se trata también de un sistema perfecto para economizar agua, dado que gasta estrictamente la que necesita la planta.

Rami Halim es un emprendedor que ha rescatado el saber de sus antepasados egipcios y lo ha mejorado para fabricar Clayola, que así se llama este recipiente de barro, fabricado casi enteramente en el país africano.

El sistema mediante el cual se produce este riego constante durante semanas se debe a la arcilla porosa del recipiente, que va manteniendo humedecido su entorno, junto a las raíces.

Esta vasija va conectada a una fuente de agua (una garrafa o similar) y es la propia Clayola la que va tomando más agua de la fuente principal a medida que la va necesitando.

Según el responsable de esta iniciativa, idónea además para unos momentos de sequía permanente como la que vivimos, con veinte litros de agua hay suficiente para regar entre seis y ocho plantas a lo largo de un mes.

Se trata, por tanto, de un sistema natural ideal para los casos en que debemos ausentarnos de casa por vacaciones o por otros motivos. No hace falta que nadie cuide de nuestras plantas, Clayola lo hace por sí mismo.

Halim señala que estas vasijas desprenden agua hacia el exterior (hacia la tierra donde están metidas) justo en el momento en que la planta está necesitada de riego. “La planta extrae el agua que precisa de cada maceta. A medida que el agua se evapora de las hojas, la planta va sacando agua del suelo, y cuando éste se seca, se extrae de la clayola del suelo”, señala.

Estos pequeños recipientes, que pueden comprarse en paquetes de seis unidades por 49 euros en la web de la empresa Clayola, están fabricados por artesanos locales en Egipto, “que llevan torneando y vidriando la terracota a mano desde hace generaciones”.

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