Interior fiscalizó el caso

Un vecino con discapacidad se querella contra un policía de Mataró por lesiones y trato degradante

Admitida a trámite la acción de un ciudadano contra el agente que le detuvo en una polémica actuación que llegó al Parlament

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Policía local de Mataró.

Policía local de Mataró. / Ayuntamiento de Mataró

Manuel Arenas

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La Justicia deberá decidir sobre la polémica detención de un ciudadano a cargo de la Policía local de Mataró el pasado mes de mayo. En aquella ocasión, un vídeo que viralizó el Sindicat de l'Habitatge de la capital del Maresme, que condenaba la "brutalidad policial" de la actuación, mostraba a un agente inmovilizando y reduciendo a un vecino que se lamentaba desde el suelo mientras otros ciudadanos criticaban la actuación hasta encararse con los policías. La acción policial provocó incluso la fiscalización del Departament d'Interior de la Generalitat de Catalunya, que a través de la dirección que coordina las policías locales pidió explicaciones al alcalde de Mataró, David Bote (PSC).

Ahora será el Juzgado de Instrucción núm. 3 de Mataró el que determine si los hechos fueron constitutivos de delitos de lesiones, trato degradante, detención ilegal y denuncia falsa, ilícitos penales castigados con penas de prisión de hasta tres años, como es el caso de las lesiones (dos en el caso del trato degradante).

Estos tipos penales son los que atribuye a la controvertida actuación policial la querella del vecino detenido, cuyo nombre responde a las iniciales B. J. P. J., a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO y que ya ha sido admitida a trámite por el citado juzgado en un auto del pasado 16 de octubre también consultado por este diario, después de que adelantaran la acción penal los medios locales 'Capgròs' y 'tvmataró' en verano. La querella se dirige en primer lugar contra el policía que practicó la detención y, en segundo término, contra el Ayuntamiento de Mataró como responsable civil directo en tanto que administración para la que trabaja el agente.

La acusación, la cual documenta un trastorno de la personalidad de B. J. P. J. (58 años) con un grado de discapacidad del 59% y un grado de disminución total del 65%, acusa al agente con identificador acabado en '08' de la Policía local de Mataró de causarle durante la detención "marcas y cicatrices importantes". Estas se documentan a través de un informe médico que concluye una herida de tres centrímetros en la mano izquierda, varias "epidermoliosis" (ampollas dérmicas) en codos, muñecas y rodillas y un "importante cuadro de ansiedad" derivado de su discapacidad.

Además de las secuelas físicas y psicológicas del vecino, la querella pone el foco sobre la "dudosa legalidad" de la detención, ya que afirma que la Policía local de Mataró tardó "casi ocho horas" en regularizar la situación del ciudadano ante los Mossos d'Esquadra, llegando incluso algunos policías locales no identificados "a presionar al detenido mientras se encontraba entre rejas", relata el texto de la acción penal, que reprocha a los agentes haberse "despreocupado" de la madre del detenido, de 93 años y con un "deterioro muy importante" (tiene una discapacidad del 82%), al tiempo que "la intentaron presionar preguntándole sobre si su hijo iba bebido", apunta la acusación.

Tampoco duda la acusación del vecino en considerar falso el atestado de la Policía local de Mataró: "La versión de la Policía local que consta en el atestado de ninguna manera es cierta y está 'confeccionada' para gestionar, proteger y esconder la injustificada actuación del agente querellado", esgrime el tenor literal del escrito, referido a que el atestado policial expone que el vecino increpó e incluso empujó a un agente.

Consultadas por este diario, fuentes municipales del Ayuntamiento de Mataró apelan al "máximo respeto" a la futura decisión judicial del caso, que si fuera condenatoria supondría expedientar internamente al agente, apuntan estas mismas fuentes municipales, proceso administrativo que hasta la fecha no se ha puesto en marcha "porque, al estar el caso judicializado, se hubiera tenido que suspender hasta que se resolviera la vía penal", explican desde el consistorio.

Una prueba de alcoholemia, origen de la detención

Los hechos en los que se fundamenta la querella criminal se remontan al pasado 20 de mayo a las 15:30 h. Según el documento penal, fue a esa hora cuando el vecino B. J. P. J. aparcó momentáneamente sobre la acera de la C/Antoni Campany de Mataró para llevar a su madre al Bar Dera's con el objeto de que, una vez instalada la mujer, él aparcara correctamente y volviera al local a tomar un café con su madre.

Sin embargo, prosigue el escrito que obra ya en manos del Juzgado de Instrucción núm. 3 de Mataró, fue en ese impás de dejar a su madre en el bar cuando un policía local preguntó de quién era el coche y, al ir él hacia el vehículo, el agente le pidió que se hiciera una prueba de alcoholemia, hecho que a B. J. P. J. "le produjo un cierto nerviosismo que hizo que no hiciera las pruebas correctamente", explica el documento, en alusión a los resultados erróneos de las mismas.

Fue ahí cuando el agente se dirigó a él "de malas maneras y con actitud prepotente" al dar por hecho que el vecino se estaba riendo de él, precisa la acusación penal, "lo cual no es verdad de ninguna manera, sin que en ningún caso [el policía] detectara el cuadro de ansiedad que presentaba a resultas de su enfermedad. Y lo que es más grave, confundiendo la disminución que sufre con un presunto alcoholismo", describe el documento.

En contraste con el relato del vecino, la Policía Local de Mataró emitió un comunicado posterior a la polémica detención en el que aludía a increpaciones contra los agentes por parte del querellante, negativas a realizar la correspondiente prueba de alcoholemia y un empujón a un policía, momento en que los agentes procedieron a la detención por supuesto atentado a la autoridad, según la versión policial de los hechos, por los que el vecino recibió incluso una comunicación municipal de 200 € de multa administrativa por supuesta vulneración de la Ordenanza de Civismo.

Por su parte, acusación penal contra el agente y el Ayuntamiento de Mataró pone en valor las quejas de los ciudadanos del bar contra la actuación policial, públicamente visibles en los vídeos que la propia querella adjunta para defender el comportamiento del vecino, del que niega que agrediera de cualquier modo al agente que lo detuvo.

La fiscalización del Departament d'Interior

El contexto del caso es uno de los argumentos que el vecino esgrime para apoyar su tesis de que la actuación fue delictiva. Por ejemplo, la querella menciona la repercusión mediática del caso y enfatiza el interés del Departament d'Interior de la Generalitat de Catalunya, que a través de la directora general de la Administració de Seguretat, Sònia Andolz, que coordina las policías locales catalanas, pidió explicaciones al alcalde de Mataró. También reprobó la actuación ERC Mataró.

Dicha fiscalización llegó incluso al Parlament de Catalunya, negando el 'conseller' Joan Ignasi Elena (ERC) "injerencias" en la policía local de la capital del Maresme por haber pedido explicaciones. A raíz de esta nueva querella, que pide la próxima declaración del policía implicado, el caso deja atrás la senda política para emprender la judicial.

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