Más de 350 refugios climáticos para combatir el calor en Barcelona

El pasado verano de 2023 fue excepcionalmente cálido, con récords históricos como el del día más caluroso jamás registrado en el Observatorio Fabra o el de la mínima más alta de los últimos cien años; además de atravesar una ola de calor de 5 días y vivir 82 noches tropicales y 13 noches tórridas. Las temperaturas elevadas afectan directamente a la salud, comprometiendo la capacidad del cuerpo para regular sus funciones internas. “Se relacionan con problemáticas como la insolación, el agotamiento por calor o las rampas. Pueden provocar enfermedades cardiovasculares o respiratorias. Empeorar casos de diabetes, trastornos de conducta y perdida de facultades cognitivas. Y, en escenarios muy extremos, ocasionar la muerte.”, explica Anna Gómez, técnica de la Agència de Salut Pública de Barcelona.

Para mitigar estos efectos, el Ajuntament de Barcelona ya ha puesto en marcha la fase preventiva del Plan Calor, que permanecerá activa hasta el 15 de septiembre y puede evolucionar a fase de alerta por calor intenso (cuando la temperatura máxima diurna supere los 33,7 grados centígrados o la mínima nocturna sea superior a los 25,9) o fase de emergencia por calor muy intenso (si la temperatura máxima supera los 35,7 grados o la mínima supera los 27,9). “En estos casos, se emprenderán acciones excepcionales en instalaciones sanitarias, residencias, servicios sociales y atención primaria.”, añade Gómez.    

Con el objetivo de adaptarse y hacer frente al cambio climático, Barcelona adopta otras muchas medidas en la ciudad, como el aumento de las superficies verdes que proporcionan sombra, la adaptación del espacio público a las nuevas necesidades durante períodos de calor y sequía, el impulso a proyectos ciudadanos que permitan acondicionar la ciudad y los denominados Refugios Climáticos, lugares en los que poder resguardarse si no se dispone de confort térmico en casa. 

Están especialmente recomendados para los colectivos vulnerables, como niños y niñas de 0 a 5 años, personas mayores o con enfermedades crónicas; y pueden ser interiores, como bibliotecas, centros cívicos y museos; o exteriores, como parques, jardines, patios de escuela e interiores de manzana. “La mayoría son accesibles para personas con movilidad reducida, ofrecen agua de forma gratuita, cuentan con zonas de descanso y mantienen una temperatura cercana a los 26 grados (no inferior) en verano y 19 (no superior) en invierno.”, explica Irma Ventayol, directora de la oficina de Canvi Climàtic i Sostenibilitat. Además, este año se incorporan a la lista mercados, espacios privados y piscinas municipales, que tienen un precio público fijo y disponen de ayudas para personas en situación de vulnerabilidad. 

Este 2024 se han habilitado 354 espacios y equipamientos, 120 más que el año pasado. “El 98% de la población dispone de uno de estos espacios a menos de 10 minutos a pie, y el 68% a menos de 5 minutos, garantizando una buena cobertura territorial.”, asegura Ventayol.

Atención a la vulnerabilidad

El Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB) actuará nuevamente como referente en la atención en caso de que el aumento de las temperaturas obligue a elevar la alerta por ola de calor. Se trata de un servicio de asistencia social formado por un equipo de trabajadores y trabajadoras sociales, psicólogos y psicólogas, y técnicos y técnicas de intervención logística que se organizan para responder ante cualquier situación de emergencia social las 24 horas del día.

A través del servicio de atención domiciliaria del Ajuntament, también se prestará asistencia a las personas cuidadoras de colectivos en situación de vulnerabilidad frente al calor. “Se imparten cursos de formación gratuita para detectar señales de deshidratación, saber como actuar ante golpes de calor, aprender recetas refrescantes y conocer técnicas de ventilación”, cuenta Ventayol.  

PLAN CLIMA ESCUELA

Confort térmico en las aulas durante todo el año

Se instalarán sistemas de aerotermia que consumirán energía solar en 170 centros educativos de la ciudad

El cambio climático provoca que los termómetros escalen cada verano en Barcelona, mientras que en invierno se experimentan condiciones más extremas y temperaturas más frías, lo que dificulta que se logren en las aulas unas condiciones óptimas para el aprendizaje de jóvenes y pequeños. Con el objetivo de mejorar el confort térmico del alumnado y los profesionales de los equipamientos educativos, el Ajuntament de Barcelona emprende una serie de actuaciones enmarcadas en el Plan Clima Escuela Barcelona, según el que se climatizará un total de 170 centros entre los años 2024 y 2029. 

Las acciones contemplan dos niveles de actuación: Primeramente, el acondicionamiento de los edificios, que incluye, si es necesario, la impermeabilización de tejados, la revisión de las instalaciones eléctricas y la previa inspección del estado de la construcción. Y, por otra parte, la instalación de sistemas de climatización aerotérmica y de renovación del aire, así como la colocación de placas fotovoltaicas con las que cubrir la demanda energética de los nuevos aparatos.  

La energía que se utilizará es eléctrica, de origen 100% solar, y se generará de manera autosuficiente en cada centro educativo para cubrir tanto las necesidades de enfriar los espacios en los meses de calor, como las de calefacción en invierno. Permitirán compartir el excedente producido con la ciudad y contribuirá a la descarbonización y la reducción de emisiones de los centros educativos, implicando a la comunidad en la lucha contra la emergencia climática. 

El proyecto está impulsado y  financiado por el Ajuntament, y cuenta con una inversión de 100 millones de euros obtenidos con la tasa turística. El Consorci de Educació de Barcelona se encargará de la ejecución de las obras que, se calcula, beneficiarán a 55.519 alumnos de los centros en los que el consistorio tiene competencias de mantenimiento y reforma, y permitirán el ahorro de más de 1,1 millones de euros en consumo energético. 

El Plan Clima Escola se ejecutará en dos fases: La primera se llevará a cabo entre 2024 y 2026, y priorizará 84 centros educativos en los que se han detectado necesidades urgentes (impacto de altas temperaturas, contaminación acústica y atmosférica, mala ventilación del edificio…) La segunda fase dará comienzo en 2027 y engloba las acciones programadas para los 86 centros restantes, que se prolongarán hasta 2029. Las obras se realizarán en los meses de verano (julio y agosto), para no interferir en el calendario lectivo.