muy seriemente

'Into the night', por si la pandemia sabe a poco

Podría ser peor, el confinamiento podría ser a bordo de un vuelo comercial, tesis singular y angustiosa de esta serie belga del catálogo de Netflix

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Carles Cols

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“Podría ser peor, podría llover”, le dice Marty Feldman a Gene Wilder en ‘El jovencito Frankenstein’ cuando ambos cavan en un cementerio en busca de un cadáver que resucitar. Y, de repente, llueve. Pues el confinamiento podría ser peor. Podría ser dentro de, pongamos por caso, un avión de Ryanair, el Burger King de los vuelos, empresa millonaria a base de reducir costes y comodidades, dicho esta ya ni sin ánimo de ofender, sino solo como sinopsis de lo que está siendo el liberalismo económico en su versión siglo XXI. Pues eso, que podría ser peor, tesis principal de ‘Into the night’, serie de Netflix que tal vez haya pasado desapercibida entre tanta oferta y que merece una visita por un par o tres de razones. Vamos a ellas. Pongan su asiento en posición vertical y abróchense los cinturones.

'Into the night' se suma a la larga lista de ficciones que, incluida la Biblia, se han escrito sobre el apocalipsis, esta vez, en clase turista

A ‘Into the night’ se llegó aquí, en ‘muy seriemente’, de carambola. La patrulla creadora de ‘El Ministerio del Tiempo’, con Javier Olivares a la cabeza, colgó en twitter hace una semana uno de los ránkings que TV Time (algo así como una comunidad virtual de amantes de las series afincada en Estados Unidos) elaboró con las producciones con más pegada mundial la semana del 4 al 10 de mayo. En el número 10 se había situado muy merecidamente la formidable producción de Globomedia y Mediapro, visitable en la web de RTVE y en HBO, y eso que solo se había emitido entonces un único capítulo de la cuarta temporada. Estaba por llegar el segundo, para muchos, el mejor de la serie hasta ahora.

El caso es que ‘Shows on the rise’, que así se llama la lista, era toda una invitación a curiosear. El primer puesto lo ocupaba ‘Solar Opposites’, serie de animación literalmente invisible en España. Lástima. En el segundo puesto estaba, vaya, otro trabajo de animación, ‘The Hollow’, este sí disponible en Netflix. Apta tal vez solo para menores. En el tercero, menuda alegría, brillaba con luz propia la última recomendación de esta sección, ‘Dead to me’, un diamante.

El ránking continuaba con propuestas solo disponibles en Estados Unidos hasta que, en el séptimo puesto, que no está mal, se asomaba ‘Into the night’, serie belga inspirada en una novela de ciencia ficción polaca, raruna combinación, pues es Bélgica un lugar políticamente más surrealista que Magritte y es Polonia un país que idolatra a Juan Pablo II como un vellocino de oro. Polaco es Jacek Dukaj, el autor de la novela de ciencia ficción en la que lejanamente se inspira ‘Into the night’. El argumento, sin desvelar nada que no se sepa desde el minuto uno, se sustenta sobre la premisa de que, durante un amanecer cualquiera, el Sol, sobrecargado de rayos gamma, pasa a ser literalmente mortal para la vida en la Tierra. Eso da una mínima oportunidad de sobrevivir a quienes la catástrofe sorprende de noche, así que, con estructuras narrativas semejantes a las de ‘Perdidos’, un grupo de personas se confina en un avión en permanente vuelo hacia el oeste, con paradas solo repostar, para encontrar remedios a su situación y para dirimir sus vulgares disputas humanas en pleno fin del mundo, vamos, como si a los adinerados vecinos de la calle Núñez de Balboa de Madrid les diera por montar una versión ultraderechona del ‘Novecento’ de Bertolucci en pleno covid-19. Podría ser peor, podría llover. Podría ser peor, podría encararse la actual pandemia en mitad de la más grotesca de las épocas políticas.

Como ciencia- ficción nada supera al hecho de que el covid-19 haya llegado en tan grotescos tiempos políticos

‘Into the night’ se suma a la infinita lista libros, películas y series que desde el año del catapún (la Biblia, por ejemplo) anuncian un amplio surtido de apocalipsis. El próximo lunes (esto es un no parar) Netflix estrena la versión seriófila de ‘Snowpiercer’, copia por capítulos de la película de idéntico nombre que Bong Joon-ho (papá de ‘Parásitos') estrenó en 2013 y que a su vez se inspiraba en un cómic francés de los 80. La idea, entonces, es que las migajas de la Humanidad sobrevivían en un tren de 1.001 vagones que de forma permanente daba la vuelta a una Tierra congelada, eso sí, conservando lo peor de su pasado, un reparto avaricioso de la riqueza. En el vagón de cola sobrevivía lo más bajo de la sociedad. En los vagones delanteros, Núñez de Balboa. En el avión de ‘Into the night’ las miserias son otras. Si les apetece saber más, ya saben, suban a bordo.

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