Ceremonia inaugural

París abre los Juegos Paralímpicos con un claro mensaje: "El deporte no es un límite"

Un increíble espectáculo visual formado por 150 bailarines, una veintena de ellos con discapacidad, destaca en el evento en la Plaza de la Concordia, al que le ha faltado cierto dinamismo

Inauguración de los Juegos Paralímpicos París 2024.

Inauguración de los Juegos Paralímpicos París 2024. / Javier Etxezarreta

Leticia Fuentes

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A los pies de los Campos Elíseos, ante la atenta mirada de la Torre Eiffel y con el himno de Edith Piaf, “Non, je ne regrette rien”, París ha vuelto a brillar con una emotiva ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos con un poderoso mensaje: el deporte no es un límite. 

El encargado de abrir el espectáculo ha sido el atleta paralímpico e influencer, Théo Curin, quien ha llegado a bordo de un “Phryge-mobile”, el coche customizado con la mascota olímpica, hasta la Plaza de la Concordia. Un show que, como el de los Juegos Olímpicos, también se ha dividido por actos y Francia ha sido la gran protagonista; el primero, “Paradoja” con cientos de ‘Hombres de Negro’ bailando sobre el escenarios, representando la brecha entre una sociedad que quiere ser inclusiva pero que sigue llena de prejuicios hacia las personas con discapacidad. 

Una primera parte lenta a la que le ha faltado ritmo. Prueba de ello ha sido cuando la cámara enfocaba al público presente, que no parecía estar muy animado. No ha sido hasta el desfile de los paraatletas cuando la ceremonia ha empezado a tener dinamismo y un ambiente verdaderamente festivo. Bajo los colores anaranjados del atardecer de París y al son del dj Myd, cientos de paraatletas han desfilado bajo las banderas de sus países. 

Amar el cuerpo

Afganistán ha sido el país encargado de dar comienzo al desfile paraolímpico por orden alfabético, en el que algunas delegaciones han mostrado sus mejores galas con impresionantes uniformes, como Indonesia, Lesoto o Kazajistán. Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia se ha producido, cuando la delegación de refugiados entraba a la histórica Plaza de la Concordia, y el público y las autoridades se ponían en pie y rompían en un largo aplauso. Por primera vez, hay un latinoamericano en el equipo. El colombiano Amelio Castro. 

Como marca la tradición, la delegación francesa cerró el desfile para dar paso al segundo acto de la ceremonia, con una película protagonizada por personas con discapacidad que hablaban del viaje para aceptar sus dificultades, los cambios físicos y su discapacidad, hasta llegar a amar su cuerpo. 

La delegación española, durante su desfile en la ceremonia de los Paralímpicos.

La delegación española, durante su desfile en la ceremonia de los Paralímpicos. / AP Photo/Emilio Morenatti

El cantante y bailarín, Lucky Love, ha dado paso al tercer acto con una actuación electro-pop. El joven de 31 años nació sin su brazo izquierdo, de ahí su frase: “Conozco el rechazo. No me asusta. Yo soy un artista. Yo canto”. La nota final la ha puesto Luan Pommier con el himno paralímpico. A la cantante de Guadalupe, le diagnosticaron poco después de nacer amaurosis congénita de Leber, una grave enfermedad genética de la retina. 

Mientras los deportistas abandonaban la ceremonia dirección a la Villa Olímpica, llegaba a Concordia, la llama en manos del nadador, Florent Manaudou, quien se la entregaba al tenista en silla de ruedas, Michaël Jeremiasz, y tras varios relevos… Cinco atletas encendieron el globo pebetero paralímpico, situado en el Jardín de las Tullerias: Alexis Hanquinquant, Nantenin Keïta, Charles-Antoine Kouakou, Elodie Lorandi y Fabien Lamirault. Un globo que ya se ha convertido en todo un símbolo de estos Juegos Olímpicos y Paralímpicos y que, desde esta noche, ilumina de nuevo París.

Sin grandes artistas

Sin Céline Dion ni Tom Cruise. Sin la presencia de grandes artistas internacionales, como pasó en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, al increíble espectáculo visual formado por 150 bailarines, una veintena de ellos con discapacidad, le ha faltado dinamismo. 

Una ceremonia que ha durado más de tres horas, en el que las excesivas escenas emotivas se han prolongado durante toda la ceremonia, matando al ambiente festivo. A diferencia de la primera ceremonia de apertura, los paraatletas en esta han sido, sin duda, los verdaderos protagonistas del espectáculo.

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