El testarudo genio Jakob Ingebrigtsen y la Dirección General de Tráfico

Los que ya peinan canas aún recuerdan un mítico anuncio de la Dirección General de Tráfico en el que un coche a toda velocidad chocaba una y otra vez con una enorme roca. El objetivo era llamar la atención sobre los peligros de ir demasiado rápido en el coche.

Jakob Ingebrigtsen nació dos décadas después y evidentemente nadie le explicó la importancia de no equivocarse haciendo las mismas cosas y por tercera vez consecutiva el noruego ha mordido el polvo en los 1.500 metros desde que se proclamó campeón olímpico en Tokio 2020.

La sincro española resiste: de una acrobacia fallida al sueño de la medalla

En los Mundiales de Eugene en 2022 llevó siempre el peso de la carrera y fue superado en la parrilla por el británico Jake Wightman. El año pasado repitió la táctica y mordió el polvo contra el escocés Josh Kerr. Sin embargo, ha seguido obcecado en la misma táctica y se ha destrozado su bólido contra tres rocas. ¡Fuera del podio!

Ingebrigtsen lanzó la carrera de inicio con 54.82 en el primer 400, frenó en el segundo (1:51.38) y tiró otra vez con fuerza para escuchar la campaña en torno a 2:33. El problema es que el keniano Cheruiyot había hecho el trabajo sucio a sus rivales y el minigrupo cabecero seguía con opciones.

El escandinavo se hundió en los últimos metros y ha sido superado por los tres medallistas. En la mejor final de la historia, Kerr ha perdido el oro por 14 centésimas ante el sorprendente estadounidense Cole Hocker (3:27.65) y el bronce ha sido para su compatriota Yared Nuguse (3:27.84), compañero de entrenamientos del salmantino Mario García. Con 3:28.24, el noruego se llevó una medalla de chocolate amargo, de ese de 90% de cacao.

A sus 23 años, Hocker está viviendo un 2024 de ensueño que inició con una plata en el Mundial bajo techo de Glasgow tras ser quinto en los Juegos de Tokio con tan solo 20 años y séptimo el año pasado en el Mundial de Budapest. Dos medallas en las tres vueltas y tres cuartos a la pista para Estados Unidos, que lleva mucho tiempo trabajando a la perfección pruebas que antes las miraban con catalejo.

¿Y qué pasa con Ingebrigtsen? Tan díscolo como genial, el talento noruego buscará resarcirse en los 5.000 metros con el recuerdo de lo sucedido el año pasado en Budapest, cuando estuvo a punto de morder el polvo ante el español Mohamed Katir. El hispanomarroquí está 'castigado' por no respetar la normativa contra el dopaje. Veremos qué sucede cuando cumpla la sanción, si no se ve aumentada otros dos años más.