El mensaje de Santi Denia a Luis de la Fuente tras asegurarse la medalla en los Juegos

La selección española ya va rumbo a París con la intención de plantarse este viernes en el Parque de los Príncipes y superar a la anfitriona Francia. Final soñada y escenario idílico para hacer posible el gran reto de la doble corona en el mismo verano (Eurocopa y Juegos Olímpicos).

"Tenemos la opción de ser oro y la vamos a pelear", asegura Santi Denia, que festejó la remontada contra Marruecos (2-1 en el Vélodrome) con elocuentes gestos de emoción. "Estoy muy orgulloso de estos jugadores", enunció antes del desplazamiento a París. ¿Por qué la potencia de su celebración? "Por dos motivos", explica. "Porque ha costado mucho y por el orgullo que siento de los jugadores, del staff, de los fisios que están haciendo un trabajo increíble, de los utilleros... Te alegras por ellos porque son 40 días concentrados fuera de casa y es algo muy grande disputar una final. La felicidad es enorme y soñamos con ese oro en París", reiteró.

Ahora bien, tras la euforia viene la calma. Y el trabajo. "Ahora el objetivo importante es recuperar a los jugadores", aduce el profesional manchego, consciente de la extrema dificultad de un torneo "donde hay viaje y partido cada dos o tres días".

Denia tenía ayer motivos de sobra para sentir orgullo. También por su apuesta por los hombres de banquillo, que salió bien. No en vano, un revulsivo como Juanlu se erigió en el gran héroe de la semifinal: "Lo hemos dicho desde el primer día. En este tipo de torneos, los que salen como suplentes con las piernas frescas van a ser fundamentales. Así que deben creer, entrenar fuerte y esperar su momento. Nos tienen que ayudar. Luego son tan buenos, que lo desarrollan cuando se les da la opción", apuntó al preguntársele por el rol definitivo del sevillista.

Quiso el entrenador acordarse también del rival al que dejan atrás y honrar su apuesta por jugar, sin contemporizar apenas. "Marruecos ha sido una digna semifinalista y podría haber sido finalista. Felicito a su federación, de forma especial a su cuadro técnico, al equipazo que tienen y el trabajo que han hecho durante todo el torneo", enunció.

"Hemos tenido una semifinal difícil. El rival ha querido jugar al fútbol ante un ambiente tan bonito, con tantos espectadores, y eso siempre es de agradecer", añadió. Aún bajo el impacto emocional de un partido tan trepidante, Denia quiso acordarse de sus seres más queridos y de las familias de los jugadores. "En definitiva, de la gente que está detrás de nosotros, pero también del trabajo de la Federación, que está siendo increíble. Nos están dando todas las facilidades", cerró.

Antes, aprovechó la ocasión para testimoniar su gratitud a su jefe en la absoluta. "Me acuerdo mucho de él, de Luis de la Fuente. El mensaje para él es que estamos felices. Él seguro que está orgulloso de nosotros porque nos conoce, ha conoce a los jugadores, ha estado con ellos y los ha visto crecer. Es la generación del 2000, la del 2001. Espero ahora que le sirva este trabajo para llevárselos a la absoluta". Mensaje entregado. Ahora, queda la final.

Un camino de espinas

España inició su trayecto hacia el oro con un partido aparentemente fácil contra Uzbekistán, pero las dificultades severas estaban por venir. El tropiezo contra Egipto en la fase de grupos sirvió para extraer conclusiones y resetear. Luego, en la hora de la verdad, la selección cumplió. Y con creces. Goleó a Japón y remontó ante Marruecos, en ambas ocasiones con la mejor versión de un estelar Fermín. También sumaron -y mucho- los hombres de banquillo como Juanlu. Dice Denia que es un éxito colectivo, coral. "Es un sueño cumplido, pero queremos el oro. Vamos a trabajar para ello, pero insisto en la necesidad de recuperar bien a los jugadores y trabajar tácticamente el partido porque va a ser complicado", apuntó, ya con la vista puesta en Francia. La cita, este viernes. El oro de París está en juego.