Natación artística

La sincro de España deslumbra y ya sueña con las medallas

El equipo español concluye la rutina técnica en segunda posición, sólo por detrás de la China de Anna Tarrés. Este martes (rutina libre) y el miércoles (acrobática) tratarán de completar el trabajo

Francisco Cabezas

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No había más que ver a Mayu, la seleccionadora española, cómo aplaudía a sus nadadoras. Ella, siempre discreta, cariñosa con quienes comparte tantas alegrías y lágrimas en esas jornadas de entrenamiento que nunca parecen tener fin, aplaudía emocionada. Porque nada falló. Todo salió tal y como esperaba. España deslumbró en el Centro Acuático de Saint-Denis en la rutina técnica, la primera de las tres (este martes la libre, el miércoles la acrobática) con las que se calculará la media para alcanzar la medalla. Segundas en la clasificación y sólo por detrás de China, la gran favorita, las españolas tuvieran el arranque soñado.

El equipo español de natación artística, una vez superado el periodo de aprendizaje con el que comenzó su regreso a las alturas en los Juegos Olímpicos de Tokio (entonces, sólo pudo ser séptima), inició este lunes su definitivo asalto a esa élite de la que se vio apartada tras la salida de referentes históricos como Gemma Mengual, Andrea Fuentes (ahora seleccionadora de Estados Unidos), Ona Carbonell o la exseleccionadora Anna Tarrés, hoy en ese equipo chino que todavía no parece alcanzable. Pero España, liderada por la japonesa Mayuko Fujiki, una entrenadora que ha sabido tejer con los años y suma paciencia un proyecto que pareció perdido, vuelve a competir con las mejores. Por algo fue campeona del mundo en rutina técnica hace un año, y plata este 2024.

Continuidad

Pero nada como unos Juegos para probar si todo aquello podía tener continuidad en un escenario muy diferente, por mucho que Rusia, durante tanto tiempo gran dominadora, no participe.

Iris Tió, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Txell Ferré, Marina García Polo, Lilou Lluís, Meritxell Mas y Blanca Toledano bordaron su ejercicio al ritmo del 'Mambo' de Leonard Bernstein de West Side Story. Tras una salida espectacular, y con una expresión artística difícil de igualar por sus contrincantes, España salió limpia de esos 'base marks' que han revolucionado la natación artística. Es decir, penalizaciones que nacen de no cumplir con el grado de dificultad. La dificultad más alta de todas las presentadas era la de España (51.150). Con una puntuación de 287.1475, sólo la China de Anna Tarrés (313.5538) logró quitarles la primera plaza gracias a que les superaron tanto en los elementos como en la impresión artística.

Pero España pudo sacar suficiente ventaja a sus dos inmediatas perseguidoras, Italia (277.8304) y Francia (277.7925), para seguir suspirando por una medalla olímpica. El primer paso, quizá el más difícil porque sirve para valorar el aprecio de los jueces, ya está dado.