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Botín-Trittel: esfuerzo, potencia y corazón

Los regatistas españoles han demostrado en los Juegos Olímpicos de París su capacidad de resistencia para firmar una auténtica proeza

Florian Trittel y Diego Botín.

Florian Trittel y Diego Botín. / AP

Manoj Daswani

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Directos al olimpo de la vela. Diego Botín y Florian Trittel ya están donde Iker Martínez, Xavi Fernández, Theresa Zabell o Begoña Vía Dufresne. Donde Támara Echegoyen, Ángel Pumariega o Sofía Toro. Donde Jordi Calafat, o donde Luis Doreste.

La pareja de oro del 49er español firma un éxito que se veía venir desde hacía meses. En una prueba que requiere de máximo esfuerzo, concentración y potencia, sabían Botín y Trittel que habían de buscar la ecuación perfecta. De ahí su obsesión por lograr un equipo lo más completo posible, capaz de competir en todas las condiciones y contra todas las adversidades.

Los regatistas del futuro hablarán de ellos, de Diego y Flo, de su resistencia heroica, de su proeza y de la historia de la 'medal race' inacabable, que empezó un jueves y acabó en viernes.

Diego Botín, graduado en Administración y Dirección de Empresas, nació en Madrid pero se siente cántabro. En Santander y con las privilegiadas vistas que tenía hacia la bahía empezó a visualizar sus sueños olímpicos. Quería ser regatista; quería ir donde los grandes de la vela española. Lo intentó en Río y en Tokio, pero tuvo que ser en Marsella. Cerca de casa, con muchos de sus familiares y amigos viéndole arribar a la meta.

Trittel es canterano del CN El Ballís de Sant Andreu de Llavaneres, al que accedió a los seis años. Nacido en Münsterlingen (Suiza), hijo de alemanes que se mudaron a la costa catalana, es un apasionado de la vela. Ha probado en casi todas las disciplinas y en todas compitió bien. Pero en ninguna con tanta brillantez como en el 49er. 

Otra vez la vela

Este oro olímpico distancia a la vela como el deporte talismán de la delegación española. Ya son 22 metales los conquistados en este deporte, por 21 del piragüismo, 16 del ciclismo, otros tantas en el atletismo y 13 en el tenis. 

El deporte de las regatas aún puede brindar a España otra alegría en forma de medalla. Todas las esperanzas están depositadas en el duelo mágico Jordi Xammar-Nora Brugman, con la inequívoca sensación de que son favoritos al oro. En caso de conseguirlo, firmarán la triple corona en el mismo año. Ya tienen el título mundial, el continental y ahora buscan coronarse en los Juegos.