Waterpolo

España logra un triunfo histórico contra Estados Unidos

La selección de Miki Oca, con una esplendorosa Bea Ortiz (cinco goles, cuatro de ellos en el tercer cuarto) gana a la triple campeona olímpica (11-13) y refuerza sus máximas aspiraciones en París

Bea Ortiz, durante su partido frente a Estados Unidos.

Bea Ortiz, durante su partido frente a Estados Unidos. / Efe

Francisco Cabezas

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Anni Espar, una de las capitanes de la selección española de waterpolo, referente emocional, pero todavía deportivo, de un grupo feroz, lleva semanas repitiéndose que ya ha llegado el momento de dar el paso definitivo. Que, por fin, lograr el oro olímpico ya ha dejado de ser un sueño, sino una posibilidad más que real. En una entrevista con este diario, Espar confesó incluso que sólo le daba miedo una cosa. No lograr el metal más preciado.

Para ello, España debía también liberarse de muchos de aquellos fantasmas que han acompañado a la vieja guardia (la propia Espar, Maica García, Pili Peña, Bea Ortiz...). Y, ahora sí, parece que ya lo han hecho. Estados Unidos, su gran azote, oro olímpico en los tres últimos Juegos, cayó por fin contra las jugadoras de Miki Oca (11-13). Fue en el segundo partido de la fase de grupos, cierto. Pero, al menos en este caso, las consecuencias van mucho más allá de las deportivas -quizá ya no vuelvan a enfrentarse hasta la final, como con otro demonio, Países Bajos-, sino que entran también en el terreno de las emociones.

España había perdido una final olímpica y dos más de Mundial contra Estados Unidos. Sólo había conseguido ganarles dos veces en los últimos 11 partidos. De hecho, no lo conseguía desde hace más de una década, en 2013. Pero esta vez fue diferente. Durante el tiempo de preparación que compartieron las españolas con las campeonas olímpicas antes de los Juegos ya vieron que estaban muy cerca. Demasiado. Sólo había que corroborarlo en una competición y ante un público que puede estar presenciando un cambio de ciclo en el waterpolo.

Bea Ortiz, la jugadora de 29 años del Sabadell, otra de las que había aprendido a vivir con el trauma estadounidense a cuestas, tuvo un episodio de iluminación en el tercer cuarto, cuando marcó cuatro de sus cinco goles. Sus compañeras tenían claro dónde debía ir la pelota, desquiciadas como estaban las jugadoras norteamericanas ante la incapacidad de descifrar hacia dónde irían sus disparos.

Fue entonces cuando España por fin se disparó. Y cuando Estados Unidos trató de levantarse en el último parcial, Paula Leitón dijo basta en el Centro Acuático de París con su imponente presencia.

España, plata en los Juegos Olímpicos de Tokio y bronce en el último Mundial, está preparada para vivir en París un momento único.