La respuesta popular

45.000 voluntarios por amor a los Juegos Olímpicos de París

“Hemos excluido a 800 personas, incluidas 15 en fichadas por radicalización", afirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, hace unas semanas.

Los aros olímpicos en la Torre Eiffel de París.

Los aros olímpicos en la Torre Eiffel de París. / Oscar J. Barroso / EP

Leticia Fuentes

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Por amor a los Juegos Olímpicos, cerca de 45.000 personas trabajan como voluntarios en estos Juegos de París realizando tareas de guías en los recintos, azafatos en las zonas VIP o vigilantes en instalaciones, pruebas o puntos de prensa. 

El perfil de estos voluntarios es difícil de etiquetar, van desde jóvenes estudiantes hasta personas jubiladas que cuentan con un largo historial como voluntarios olímpicos, y de 190 países distintos. Uno de los requisitos indispensables es hablar francés o inglés, y ser mayor de edad. Según las autoridades, de estos 45.000 voluntarios, el 5% son personas con discapacidad.

“Envié mi CV hace dos años y cuando me seleccionaron tuve que hacer un examen, una especie de psico test. No fue hasta hace dos meses cuando me confirmaron que vendría a los juegos”, cuenta María, una estudiante mexicana y voluntaria en el centro de prensa habilitado en el corazón de París. 

Lo que no sabe María es que ha sido seleccionada entre 300.000 personas de todo el mundo que postularon para voluntarios de estos Juegos Olímpicos. Algunos fueron descartados simplemente por la alta demanda, otros sin embargo, no cumplían los requisitos establecidos por la prefectura. “Hemos excluido a 800 personas, incluidas 15 en fichadas por radicalización (...) Eso significa que hay personas que quisieron inscribirse para portar la llama, para ser voluntarios en los Juegos Olímpicos y que claramente no tenían buenas intenciones”, afirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin. 

De México, España… ¡hasta California!

“Vine a vivir hace un año a París, pensé ¿por qué no?, y cuando me enteré de que eran los Juegos Olímpicos pensé que sería una buena idea para conocer gente”, cuenta para EL PERIODICO, Helen, californiana de 65 años y voluntaria en una de las fans zone instaladas en el centro de París por el Ayuntamiento. “Es un privilegio poder vivir los Juegos desde dentro y ayudar para que todo salga bien”, e insiste, “además de conocer a gente como vosotros”, cuenta entre risas, mientras hace el relevo con su compañero francés, Fabien, a quien nadie le ha contado en qué consiste su tarea de hoy, y es Helen, quien la encargada de explicarle en qué consiste. 

La californiana reconoce que en su caso tiene suerte porque vive en la capital, pero que muchos de sus compañeros se costean toda la estancia simplemente, “para vivir unos Juegos Olímpicos desde dentro”, como cuenta Marta, otra voluntaria española que ha dedicado sus vacaciones a este voluntariado. 

“Yo estoy como conductora. Me encargo de los desplazamientos de los atletas desde la Villa Olímpica hasta los estadios y puedo ver gente de todas partes del mundo y vivir los Juegos desde dentro”, explica la española, aunque haciendo balance, hay cosas que no han sido como ella esperaba: “No todo está siendo como me esperaba. Me imaginaba un París con más vida. Está rara. Está todo cortado, con mucha seguridad, poca vida en las calles, especialmente por las noches”. 

Estos voluntarios dependen de varias entidades: del ayuntamiento de París, del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos o de los sponsors que participan en esta competición. 

El colectivo Saccage 2024 denuncia “trabajo encubierto”

El colectivo Saccage 2024, creado para denunciar las irregularidades de los Juegos Olímpicos, ya ha levantado la mano sobre el uso de estos voluntarios, y lo tilda de “trabajo oculto”. 

De hecho, el colectivo llevó a cabo una acción de protesta y registraron a “involuntarios” para sabotear el programa de reclutamiento de los Juegos Olímpicos. "Nuestros camaradas o nuestros seguidores han sido seleccionados para puestos clave", asegura Arthur, uno de los miembros del colectivo. 

Ante este señalamiento, el presidente del comité organizador, Tony Estanguet, justificó que, “todos los voluntarios conocen las condiciones, y no obligamos a nadie”, decía e insistió en que “así funcionan los eventos deportivos”.