Creencias religiosas

Javier Tebas, indignado con la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos: "Inaceptable, irrespetuoso, infame"

Las redes sentencian la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París: "Solo puede ser una broma"

La inauguración de los Juegos vive un gran final tras el despropósito

París arriesga y salva una inauguración marcada por la lluvia

"Visto lo visto, visto el caos, pensé que Céline Dion cantaría la canción de 'Titanic'"

Combo de la representación de la Última Cena en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París y el presidente de la Liga, Javier Tebas

Combo de la representación de la Última Cena en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París y el presidente de la Liga, Javier Tebas / X / IRINA R. HIPOLITO / EP

El Periódico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Más allá del despropósito que fue gran parte de la planificación y realización de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024, celebrada el viernes a orillas del río Sena, hubo ciertas críticas que nada tuvieron que ver con el aspecto logístico.

En especial, el tributo al colectivo LGTBI, encabezado por diferentes miembros de la cultura queer francesa, que desfilaron por uno de los puentes de la ciudad parisina al más puro estilo 'Fashion Week', fue uno de los momentos más controvertidos de este acto de apertura. ¿El motivo? Una recreación de la 'La última cena', obra emblemática del artista italiano Leonardo Da Vinci, que despertó las críticas por parte del presidente de la Liga, Javier Tebas.

"Inaceptable, irrespetuoso, infame! Usar la imagen de la 'La última cena' en los Juegos Olímpicos de París es un insulto para los que somos cristianos. ¿Dónde queda el respeto por las creencias religiosas?", comentó el dirigente de la liga española de fútbol a través de su perfil oficial de X (antes Twitter).

Ceremonia de la disrupción

Tal como pudo apreciarse en la imagen, al terminar su particular desfile, las drag queens que protagonizaron uno de los momentos más esperados de la ceremonia se situaron al mismo lado de la pasarela para emular el famoso mural que se halla en el convento de Santa Maria delle Grazie, en Milán. Una postal de lo más disruptiva que no gustó nada a los espectadores más conservadores.

Y es que, si por algo brilló la inauguración de los Juegos fue por la ruptura con lo tradicional, latente en muchas de las secuencias que conformaron un evento en el que tampoco faltó una representación de la reina María Antonieta decapitada.