JJOO de París

La Villa Olímpica, por dentro: bar libre de alcohol, guardería y sin aire acondicionado

Un enorme comedor principal, una lavandería a pleno rendimiento, una guardería y un sinfín de zonas comunes en una miniciudad sostenible y global

Imagen general de la Villa Olímpica.

Imagen general de la Villa Olímpica. / José Luis Pérez NS

Manoj Daswani

Manoj Daswani

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La Villa Olímpica de los Juegos es algo así como la Disneylandia del deporte. Igual puedes cruzarte a la vuelta de la esquina con alguna de las grandes estrellas del tenis mundial (Alcaraz, Nadal o Djokovic) que con deportistas anónimos venidos de Panamá, Nueva Zelanda, China u Honduras.

Un auténtico crisol de culturas hace de esta zona residencial de Saint-Denis un auténtico enjambre de sueños y aspiraciones compartidas. Todos quieren lucir y rendir en el momento de la competición, pero también empaparse de la experiencia única de ser vecino del ídolo que seguías por televisión; o coincidir en la peluquería o la lavandería con el rival al que vas a verte en la cancha, la pista o el ring la próxima semana o la siguiente.

La Villa de los Juegos Olímpicos de París pretende ofrecer al mundo un mensaje inspirador. Es ecosostenible, reutilizable y, lo más importante, es global. Durante los próximos días será el hogar de más de 14.000 deportistas y servirá un total de 60.000 comidas. El restaurante principal tiene capacidad para acoger a 3.500 atletas al mismo tiempo. Además, como curiosidad llama la atención que puedes elegir colchón o almohada; y por supuesto la lavandería ya opera a pleno rendimiento.

Cuentan los organizadores que el gran secreto para que los deportistas se sientan como en casa es que el proyecto -ubicado al norte de la capital francesa- ha tenido en cuenta las sugerencias, ideas y demandas de la propia Comisión de Atletas.

A solo unas horas de la ceremonia de inauguración, una imagen casi icónica se repite como en cada una de las anteriores ediciones de los Juegos. Enormes telas con los colores de cada país cuelgan de los balcones de los 82 edificios, 3.000 departamentos y 7.200 habitaciones. Como marcando territorio, como tratando de anunciar a los vecinos: Aquí dormimos los griegos. O los finlandeses. O los de Papua Nueva Guinea. Algunos países geográficamente vecinos están también aquí uno al lado del otro, por ejemplo España cerca de Italia; o Alemania de Suiza. Eso sí, cada uno con su lema. El del COE: "¡París, aquí está España!".

La Villa cuenta con un centro médico abierto las 24 horas del día y un gimnasio de excelencia que cuenta con varios técnicos españoles. "Tratamos de hacer la vida fácil a los demás. Lo más bonito es llegar a los compatriotas llegar", relata Isaac Rojas, preparador llegado desde Tenerife; y que subraya que tratan de dar tecnología y soporte a los equipos de todas las nacionalidades y procedencias.

Zona de España en la Villa Olímpica de Saint Denis.

Zona de España en la Villa Olímpica de Saint Denis. / M. D.

Esta miniciudad para deportistas olímpicos -luego acogerá a los paralímpicos- dispone también de un salón de belleza, un bar libre de alcohol, un centro de culto y un establecimiento para todo tipo de compras. También de una pantalla gigante para seguir en comunidad los grandes eventos de este Juegos. La novedad es la apuesta por una guardería para aquellos deportistas que decidieran viajar con sus peques.

Pero es, ante todo, una Villa que enseña al mundo el camino del futuro. No tiene aire acondicionado, pero sí cuenta con los mecanismos para garantizar que la temperatura no supere los 26 grados. Y no es una inversión inútil, por cuanto este territorio se convertirá en uno de los ejes sobre los que avanzará París. Será entonces cuando veremos si se cumple la profecía optimista de Macron, quien asegura que en la Villa vemos los edificios tal y como se construirán en 2040. Una urbe adelantada a su tiempo y que fue una de las grandes apuestas de la candidatura parisina para encandilar al COI. Ahora, a quien enamora es a sus propios atletas, que confiesan estar entusiasmados con el que será su entorno durante los próximos días. Hasta que los Juegos comiencen, sus botines y materiales de competición cuelgan de sus balcones, como si fuesen sueños que están por cumplirse.

Pantalla gigante en la Villa.

Pantalla gigante en la Villa. / José Luis Pérez NS

Por supuesto que el propósito principal es vivir en las mejores condiciones posibles para llegar a punto al gran día de cadauno; pero hay un objetivo añadido con el que casi todos han llegado hasta aquí. Obtener el selfi o el autógrafo de las estrellas que en la Villa vivirán durante los próximos días y hasta que los Juegos bajen el telón. "Nadal estuvo ayer una hora atendiendo a los demás, y siempre con una sonrisa", cuenta un deportista de otro país. Para ellos, es la Disneylandia del deporte. Luego, no es que la carroza se convierta en calabaza; sino al revés, la casa de los atletas se transformará en una ciudad para estudiantes. Un legado para siempre que ahora disfrutan los atletas. Los grandes protagonistas de la fiesta mundial que son los Juegos.