EL NUEVO EXILIO CUBANO

Miles de exiliados, muchos de ellos del mundo de la cultura, se han instalado en España huyendo de la represión con que el régimen castrista aplastó las movilizaciones de julio de 2021

Un reportaje de Juan Fernández

Sin hacer demasiado ruido, con ritmo ascendente y de manera progresiva, las calles de muchas ciudades españolas -sobre todo de Madrid y Barcelona- se han ido llenando en los últimos tres años de marcados acentos caribeños.

Los ponen las voces de los más de 30.000 cubanos que desde el verano de 2021 han huido de la isla y se han instalado en nuestro país.

Hoy hay más cubanos viviendo en España que nunca: casi 200.000, sobre todo en Madrid y Barcelona

Encarnan uno de los fenómenos migratorios más acentuados y llamativos que se han dado en España en los últimos tiempos: si en enero de 2021 vivían entre nosotros 166.000 personas nacidas en Cuba, tres años más tarde esa cifra llegaba a 198.639.

Pocas comunidades extranjeras han sido capaces de experimentar un crecimiento del 20% en tan pocos meses. Los 22.500 cubanos que había dados de alta en la Seguridad Social en la primavera de 2021, ascendían a 36.700 en mayo de 2024 (un 63% más).

Este nuevo exilio cubano recién instalado en España es una expresión de la enorme diáspora que está viviendo la isla en los últimos tres años.

Según cálculos de ACNUR, entre 2021 y 2023 han escapado de la isla -y solicitado la condición de refugiado- más de medio millón de cubanos, en un crecimiento progresivo año a año.

La mayoría salió hacia Estado Unidos, México y varios países centroamericanos con intención de cruzar la frontera estadounidense

Huyen de la represión con la que el régimen respondió a las movilizaciones que hubo en toda la isla el 11 de julio de 2021 para protestar por la miseria económica y el hostigamiento al que el gobierno sometía a las voces disidentes.

En seis décadas de régimen castrista, nunca antes tantos cubanos se habían atrevido a salir a la calle y alzar la voz contra las autoridades.

Tres años después de aquel levantamiento popular, la situación en la isla no ha mejorado mucho. La inflación y la falta de alimentos básicos continúa siendo el pan de cada día de los cubanos, en las cárceles sigue habiendo un número importante -pero no oficial- de presos políticos, que la oposición estima superior a varios miles, y el país sigue desangrándose hacia el exterior y perdiendo capital humano a través de la emigración.

El nuevo éxodo cubano llegado a España en estos años dista mucho del proveniente de otros lugares y del que vino de La Habana en anteriores olas migratorias.

Entre los recién llegados abundan los profesionales del mundo de la cultura -cineastas, narradores, dramaturgos, poetas, músicos, bailarines, periodistas…-, algunos con consagradas carreras a sus espaldas, que han decidido poner un punto y aparte en sus vidas para empezar de nuevo a este lado del Atlántico.

Estos son los testimonios de Luz Escobar, Carlos Celdrán, Carlos Lechuga, Katherine Bisquet, Osmany Montero y Carlos Meilán, llegados a España, muy a su pesar, en los últimos tres años.

Por sus planes no pasaba mudarse a vivir lejos de su país, pero todos se vieron obligados a hacerlo para sobrevivir y seguir creando. Sus voces dejan entrever la añoranza de Cuba que arrastran, y el desarraigo que padecen por esta migración forzada a la que no encuentran remedio.

Luz Escobar

Periodista

“Después del 11-J, el miedo cambió de bando en Cuba”
Play Video
Play Video

Le tocó vivir el 11 de julio de 2021 con tanta emoción como frustración. Alegre porque ponían las noticias de movilizaciones que le llegaban desde muchos rincones de Cuba, pero triste por no poder lanzarse a cubrir aquella jornada histórica. El gobierno le había puesto vigilancia policial y estaba recluida en casa y sin capacidad de movimientos. “Ingenuamente pensé: Díaz-Canel va a dimitir. Para mi sorpresa, su respuesta fue más represión, pero esto solo prueba su debilidad. Después del 11-J, el miedo cambió de bando", afirma.

Ese día no se planteó abandonar Cuba. La idea empezó a rondarle la cabeza meses después, cuando aquella nueva vuelta de tuerca que el gobierno aplicó sobre las voces disidentes de la isla se tradujo tras el 11-J en insidiosos comentarios acerca de sus hijas, menores de edad. “Me aterró que pudieran incriminarlas para perjudicarme”, apunta.

La oportunidad para salir de Cuba se la brindó el Premio Internacional de Periodismo que le concedió el diario madrileño ‘El Mundo’. En octubre de 2022 logró volar a España junto a sus hijas y su marido. Desde entonces se dedica a reportar desde el exilio las detenciones ilegales y el hostigamiento gubernamental que siguen dándose en su país. “He dejado a muchos amigos entre rejas, sus historias deben conocerse”, confiesa.

Luz Escobar

Periodista

“Después del 11-J, el miedo cambió de bando en Cuba”
Play Video
Play Video

Le tocó vivir el 11 de julio de 2021 con tanta emoción como frustración. Alegre porque ponían las noticias de movilizaciones que le llegaban desde muchos rincones de Cuba, pero triste por no poder lanzarse a cubrir aquella jornada histórica. El gobierno le había puesto vigilancia policial y estaba recluida en casa y sin capacidad de movimientos. “Ingenuamente pensé: Díaz-Canel va a dimitir. Para mi sorpresa, su respuesta fue más represión, pero esto solo prueba su debilidad. Después del 11-J, el miedo cambió de bando", afirma.

Ese día no se planteó abandonar Cuba. La idea empezó a rondarle la cabeza meses después, cuando aquella nueva vuelta de tuerca que el gobierno aplicó sobre las voces disidentes de la isla se tradujo tras el 11-J en insidiosos comentarios acerca de sus hijas, menores de edad. “Me aterró que pudieran incriminarlas para perjudicarme”, apunta.

La oportunidad para salir de Cuba se la brindó el Premio Internacional de Periodismo que le concedió el diario madrileño ‘El Mundo’. En octubre de 2022 logró volar a España junto a sus hijas y su marido. Desde entonces se dedica a reportar desde el exilio las detenciones ilegales y el hostigamiento gubernamental que siguen dándose en su país. “He dejado a muchos amigos entre rejas, sus historias deben conocerse”, confiesa.

Carlos Celdrán

Dramaturgo. Premio Nacional de Teatro

“Cuba es hoy una función de teatro del absurdo”
Play Video
Play Video

A estas alturas de su vida y su carrera, convertirse en emigrante no entraba en sus planes. En anteriores crisis estuvo tentado con marcharse. “Pero el teatro tiene para mí un sentido didáctico y creí que tenía una misión que cumplir con mis paisanos”, alega el director del grupo teatral cubano Argos.

Sin embargo, esta vez fue diferente. “Después de la pandemia, la crisis económica se agudizó mucho, y tras el 11 de julio el ambiente se volvió para mí tóxico e irrespirable. Me fui para tomar distancia, no para emigrar. Añoro lo que dejé allí, mi teatro, mis actores, mi gente”, confiesa.

Da clase de teatro en una universidad madrileña, ha representado varias obras en escenarios españoles y está a punto de poner en marcha una función en Miami. A sus 60 años, no tiene la cabeza puesta en el regreso. Antes, desearía ver a su país resolviendo sus problemas, pero ese escenario lo vislumbra lejano. “Cuba es hoy una función de teatro del absurdo: todos saben qué habría que hacer para que el país funcionara, pero no se hace porque los de arriba no quieren. No se puede gobernar contra el pueblo”, advierte.

Carlos Celdrán

Dramaturgo. Premio Nacional de Teatro

“Cuba es hoy una función de teatro del absurdo”
Play Video
Play Video

A estas alturas de su vida y su carrera, convertirse en emigrante no entraba en sus planes. En anteriores crisis estuvo tentado con marcharse. “Pero el teatro tiene para mí un sentido didáctico y creí que tenía una misión que cumplir con mis paisanos”, alega el director del grupo teatral cubano Argos.

Sin embargo, esta vez fue diferente. “Después de la pandemia, la crisis económica se agudizó mucho, y tras el 11 de julio el ambiente se volvió para mí tóxico e irrespirable. Me fui para tomar distancia, no para emigrar. Añoro lo que dejé allí, mi teatro, mis actores, mi gente”, confiesa.

Da clase de teatro en una universidad madrileña, ha representado varias obras en escenarios españoles y está a punto de poner en marcha una función en Miami. A sus 60 años, no tiene la cabeza puesta en el regreso. Antes, desearía ver a su país resolviendo sus problemas, pero ese escenario lo vislumbra lejano. “Cuba es hoy una función de teatro del absurdo: todos saben qué habría que hacer para que el país funcionara, pero no se hace porque los de arriba no quieren. No se puede gobernar contra el pueblo”, advierte.

Carlos Lechuga

Escritor y director de cine

“Es duro saber que no puedo volver a mi país”
Play Video
Play Video

Su historia resume la tragedia del pueblo cubano: nieto de un estrecho colaborador de Fidel Castro, ha acabado huyendo a España para escapar a la tortuosa vida de creador proscrito a la que le había condenado ese mismo régimen que él tanto veneró de joven.

Estudió cine en la Escuela de San Antonio de los Baños, pero su tercera película, 'Santa y Andrés' (2016), basada en la historia de un disidente, fue prohibida por el gobierno, que lo puso bajo vigilancia policial. La represión que siguió al 11-J envió al exilio a su red de contactos, y él no se lo pensó tras conocer en Barcelona a la madre de su hija. “Había que elegir entre la vida, que era esa niña que iba a nacer, o la muerte en vida que era permanecer en Cuba”, recuerda.

Vive en Madrid, escribe guiones para otros realizadores, comparte piso y viaja los fines de semana a Barcelona a ver a su hija. Le gustaría tener 20 años, y no 41, para afrontar el reto de resetearse, pero su mayor desarraigo tiene que ver con lo que dejó al otro lado del Atlántico. “Es duro saber que no puedo volver a mi país”, reconoce.

Carlos Lechuga

Escritor y director de cine

“Es duro saber que no puedo volver a mi país”
Play Video
Play Video

Su historia resume la tragedia del pueblo cubano: nieto de un estrecho colaborador de Fidel Castro, ha acabado huyendo a España para escapar a la tortuosa vida de creador proscrito a la que le había condenado ese mismo régimen que él tanto veneró de joven.

Estudió cine en la Escuela de San Antonio de los Baños, pero su tercera película, 'Santa y Andrés' (2016), basada en la historia de un disidente, fue prohibida por el gobierno, que lo puso bajo vigilancia policial. La represión que siguió al 11-J envió al exilio a su red de contactos, y él no se lo pensó tras conocer en Barcelona a la madre de su hija. “Había que elegir entre la vida, que era esa niña que iba a nacer, o la muerte en vida que era permanecer en Cuba”, recuerda.

Vive en Madrid, escribe guiones para otros realizadores, comparte piso y viaja los fines de semana a Barcelona a ver a su hija. Le gustaría tener 20 años, y no 41, para afrontar el reto de resetearse, pero su mayor desarraigo tiene que ver con lo que dejó al otro lado del Atlántico. “Es duro saber que no puedo volver a mi país”, reconoce.

Katherine Bisquet

Poeta y activista

"En Cuba no ves la represión hasta que cae sobre ti"
Play Video
Play Video

Las movilizaciones populares que hubo en Cuba el 11 de julio de 2021 tuvieron un caldo de cultivo previo en las diversas acciones contestatarias que alentó el sector de la cultura en los meses y años anteriores. En todas ellas estuvo presente la poeta Katherine Bisquet: la Bienal 00, la huelga de hambre del Movimiento San Isidro, el 27-N

No es de extrañar que su nombre figurara en la lista negra de voces proscritas por el régimen, ni que su domicilio fuera objeto de vigilancia permanente por la policía política, ni que el gobierno suspirara por verla algún día subida a un avión.

Pero ella estaba convencida de que tenía que dar aquella lucha. “En Cuba no ves la represión hasta que cae sobre ti, pero a partir de ese día abres los ojos y ves claro que tienes que actuar. Es lo que me pasó a mí”, explica.

Al final, la poeta accedió a abandonar la isla a cambio de que el gobierno liberara y permitiera exiliarse al artista Hamlet Lavastida, que por entonces era su pareja y estaba preso en una de las cárceles más duras de Cuba.

Con escala en Alemania, finalmente hace unos meses pudo llegar a España, donde mantiene vivo su activismo en la distancia. Colabora con el portal independiente de noticias 'Cubanet', está preparando una antología de poetas cubanos silenciados en su país y en breve viajará a Miami para participar en un proyecto sobre la memoria cubana.

Aparte, tiene otra misión: «Cargar con el complejo de culpa por haber abandonado Cuba, algo difícil de llevar», reconoce.

Katherine Bisquet

Poeta y activista

"En Cuba no ves la represión hasta que cae sobre ti"
Play Video
Play Video

Las movilizaciones populares que hubo en Cuba el 11 de julio de 2021 tuvieron un caldo de cultivo previo en las diversas acciones contestatarias que alentó el sector de la cultura en los meses y años anteriores. En todas ellas estuvo presente la poeta Katherine Bisquet: la Bienal 00, la huelga de hambre del Movimiento San Isidro, el 27-N

No es de extrañar que su nombre figurara en la lista negra de voces proscritas por el régimen, ni que su domicilio fuera objeto de vigilancia permanente por la policía política, ni que el gobierno suspirara por verla algún día subida a un avión.

Pero ella estaba convencida de que tenía que dar aquella lucha. “En Cuba no ves la represión hasta que cae sobre ti, pero a partir de ese día abres los ojos y ves claro que tienes que actuar. Es lo que me pasó a mí”, explica.

Al final, la poeta accedió a abandonar la isla a cambio de que el gobierno liberara y permitiera exiliarse al artista Hamlet Lavastida, que por entonces era su pareja y estaba preso en una de las cárceles más duras de Cuba.

Con escala en Alemania, finalmente hace unos meses pudo llegar a España, donde mantiene vivo su activismo en la distancia. Colabora con el portal independiente de noticias 'Cubanet', está preparando una antología de poetas cubanos silenciados en su país y en breve viajará a Miami para participar en un proyecto sobre la memoria cubana.

Aparte, tiene otra misión: «Cargar con el complejo de culpa por haber abandonado Cuba, algo difícil de llevar», reconoce.

Osmany Montero

Bailarín

Play Video
Play Video
“En Cuba no hay futuro, solo miseria”

Hijo de una profesora de marxismo y criado en una familia de devotos miembros del Partido Comunista –él mismo llegó a tener el carné de las Juventudes en la adolescencia-, para Osmany Montero no fue fácil poner en cuestión el sistema de vida y los principios políticos con los que creció. Pero tuvo el baile, que le permitió salir de Cuba cuando terminó sus estudios de danza, y en aquellas giras pudo descubrir que había un mundo muy distinto lejos de la isla.

La idea de aprovechar una turné internacional para no volver siempre estaba ahí. Fue el estado en que quedó el país tras la pandemia lo que acabó animándole a dar el paso. En julio de 2021, coincidiendo con el 11-J, que le pilló en plena gira, habló con el director de su grupo de baile y abandonó al equipo en París. De amigo en amigo, acabó recalando en un piso compartido en Barcelona y aquí ha vivido todo este tiempo.

“En Cuba no hay futuro, solo miseria”, reconoce. Allí siguen sus padres, pero ha conseguido convencerles para que emigren a Estados Unidos, donde ya vive su hermano. “Para ellos no es fácil reconocer que todo en lo que creyeron se ha venido abajo y no funciona”, asume.

Carlos Meilán

Periodista y cineasta

“En Cuba estaba malgastando mi vida”
Play Video
Play Video

Se considera miembro de la “generación Obama”, la de los jóvenes que vivieron con ilusión el “deshielo” que puso en marcha el régimen tras la visita del presidente norteamericano. Su aportación a aquel momento de esperanza iba a ser contar historias, que es lo que mejor se le da. Estudió cine, hizo varios cortos, escribió guiones y, atraído por el gusto de plasmar la realidad, desde su Santiago natal empezó a publicar crónicas en la revista independiente ‘El estornudo’, motivo por el que recibió su primera citación de la policía política.

Vivió el 11-J con alegría, que se tornó en pesar ante la respuesta represiva del gobierno. La muerte y la ruptura de su matrimonio fueron las gotas que colmaron su paciencia y terminaron tirando por tierra su esperanza de poder ser feliz en Cuba.

En marzo de 2023, a través de un programa de Reporteros sin Fronteras para periodistas perseguidos, logró subirse a un avión junto a su ex mujer y sus hijas. Desde entonces reside en Barcelona. Tiene 45 años y aspira a vivir de lo suyo, pero las historias que querría contar ya no son caribeñas. Ni tristes. “En Cuba sentía que estaba malgastando mi vida”, reconoce.

Carlos Meilán

Periodista y cineasta

“En Cuba estaba malgastando mi vida”
Play Video
Play Video

Se considera miembro de la “generación Obama”, la de los jóvenes que vivieron con ilusión el “deshielo” que puso en marcha el régimen tras la visita del presidente norteamericano. Su aportación a aquel momento de esperanza iba a ser contar historias, que es lo que mejor se le da. Estudió cine, hizo varios cortos, escribió guiones y, atraído por el gusto de plasmar la realidad, desde su Santiago natal empezó a publicar crónicas en la revista independiente ‘El estornudo’, motivo por el que recibió su primera citación de la policía política.

Vivió el 11-J con alegría, que se tornó en pesar ante la respuesta represiva del gobierno. La muerte y la ruptura de su matrimonio fueron las gotas que colmaron su paciencia y terminaron tirando por tierra su esperanza de poder ser feliz en Cuba.

En marzo de 2023, a través de un programa de Reporteros sin Fronteras para periodistas perseguidos, logró subirse a un avión junto a su ex mujer y sus hijas. Desde entonces reside en Barcelona. Tiene 45 años y aspira a vivir de lo suyo, pero las historias que querría contar ya no son caribeñas. Ni tristes. “En Cuba sentía que estaba malgastando mi vida”, reconoce.

Ninguno de los cubanos llegados a España en esta nueva oleada migratoria augura una solución pronta a la situación de Cuba. El régimen castrista ha cumplido 65 años en el poder, pero no le ven intenciones de jubilarse.

Por su propia supervivencia, ellas y ellos han optado por salvarse, aunque esta decisión haya supuesto abandonar su país, y que Cuba se vea privado de todo el talento que habrían podido aportarle. Relatos, películas, reportajes, poemas, obras de teatro, representaciones de danza... De ese talento se beneficiarán ahora sus nuevos compatriotas españoles.


Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos
Juan Fernández
Vídeos y fotos
José Luís Roca, Zowy Voeten y Manu Mitru
Diseño e infografías
David Jiménez
Coordinación
Rafa Julve