Reino Unido

Starmer saca adelante su primer gran recorte para los pensionistas a pesar de la rebelión interna en su partido

El plan del Gobierno laborista contempla la eliminación de ayudas a cerca de 10 millones de jubilados para pagar la calefacción en invierno

Starmer saca adelante su primer gran recorte para los pensionistas a pesar de la rebelión interna en su partido

Starmer saca adelante su primer gran recorte para los pensionistas a pesar de la rebelión interna en su partido / Gareth Fuller/ DPA / Europa Press

Lucas Font

Lucas Font

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El primer ministro británico, Keir Starmer, podrá seguir adelante con sus planes de eliminar las ayudas para el pago de la calefacción a millones de pensionistas en el Reino Unido. La amplia mayoría del Partido Laborista en la Cámara de los Comunes ha permitido tumbar este martes la moción que pretendía frenar estos recortes, presentada por el Partido Conservador y apoyada por todos los partidos de la oposición, aunque no ha evitado una importante rebelión interna entre sus filas. Han sido 52 diputados laboristas, de un total de 404, los que han evitado pronunciarse sobre la moción. Algo que ha sido interpretado como la mayor protesta interna desde que Starmer llegó al cargo el pasado julio, a pesar de que algunos de ellos no han depositado su voto por motivos ajenos a su contenido.

Los planes del Gobierno contemplan la eliminación de estas ayudas, de hasta 300 libras esterlinas (355 euros) para cerca de 10 millones de pensionistas. Unos recortes que permitirán ahorrar más de 1.600 millones de euros de dinero público en un momento delicado para las finanzas del país. “No me disculpo por ninguna de las decisiones que hemos tenido que tomar para comenzar el trabajo de cambio”, ha asegurado Starmer este martes en la conferencia anual de la federación sindical Trades Union Congress (TUC), celebrada pocas horas antes de la votación. 

El Ejecutivo asegura que las ayudas, destinadas hasta ahora a todos los pensionistas de más de 66 años, seguirán estando disponibles para cerca de 1,5 millones de personas con pensiones más bajas. “Cuando el dinero escasea, nuestra prioridad debe ser destinar los recursos a los que más lo necesitan”, ha asegurado la ministra de Trabajo y Pensiones, Liz Kendall, en un encendido debate en el Parlamento. Los laboristas han cargado con dureza contra el Partido Conservador, al que han acusado de dejar un agujero de más de 25.000 millones de euros en las arcas públicas. “La oposición no quiere que le recuerden el estado en el que dejaron el país. Su fracaso económico y sus decisiones imprudentes nos han llevado a esta situación”, ha añadido Kendall.   

Críticas internas

La medida forma parte de los planes anunciados por Starmer de recortar el gasto público y subir los impuestos para tratar de enderezar el rumbo de una economía en horas bajas. “Tengo que dejar claro, desde el respeto, que este Gobierno no arriesgará su apuesta por la estabilidad económica, bajo ninguna circunstancia”, ha afirmado el primer ministro, quien ya anunció hace un par de semanas un presupuesto “doloroso” para el próximo año. “Esto llevará un tiempo. Será duro. Pero al igual que tuvimos que hacer el duro trabajo del cambio en nuestro partido, ahora tenemos que arremangarnos y cambiar nuestro país”, ha recalcado el ‘premier’ británico este martes.

El discurso de Starmer no ha logrado convencer, sin embargo, a una parte importante de su partido, que alerta de que muchos pensionistas que dependían de estas ayudas se quedarán ahora sin ellas. Los diputados díscolos han pedido al Gobierno que garantice que todas las personas elegibles para obtener la prestación reciban toda la información necesaria para reclamarla y han exigido que se dé respuesta a aquellos que se han quedado fuera por superar ligeramente el máximo de ingresos requerido. 

Prestaciones sociales

Los recortes a las ayudas para los pensionistas se suman a la decisión del Ejecutivo de mantener las limitaciones al acceso a prestaciones sociales para las familias a partir del tercer hijo, una medida impulsada por el Gobierno conservador de Theresa May en 2017 y que ha sido duramente criticada por los laboristas en los últimos años. Siete diputados laboristas, cercanos al ala izquierda del partido, fueron suspendidos temporalmente del grupo parlamentario por apoyar el fin de estas limitaciones en una votación celebrada a finales de julio, en contra de las indicaciones de la dirección. Algo que fue interpretado como una primera señal de las disputas internas que, previsiblemente, se producirán en los próximos meses.

A pesar de que el Gobierno ha insistido en su apuesta decidida por la responsabilidad fiscal y la estabilidad económica, las voces críticas dentro del Partido Laborista han supuesto un importante dolor de cabeza para Starmer en sus primeros meses de mandato. Unas voces que son cada vez más numerosas y que el primer ministro confía en acallar, a pesar de que el presupuesto del próximo octubre no invita nada al optimismo.