Guerra de Ucrania

Rusia conmemora los 20 años del atentado de Beslán con incógnitas por resolver

Los familiares de las víctimas siguen exigiendo una investigación sobre lo que ocurrió, después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenara a Rusia por "uso indiscriminado de la fuerza" y pasividad a la hora de impedir el ataque

Un policía ruso sostiene a un bebé ileso tras el ataque checheno a una escuela de Beslán (Rusia), el 2 de septiembre de 2002.

Un policía ruso sostiene a un bebé ileso tras el ataque checheno a una escuela de Beslán (Rusia), el 2 de septiembre de 2002. / REUTERS / VIKTOR KOROTAYEV

Àlex Bustos

Àlex Bustos

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Los estudiantes rusos regresaron este lunes pasado con un recuerdo colectivo en la memoria: el terrible secuestro de un millar de niños y padres en una escuela de Beslán por parte de extremistas chechenos. El incidente acabó con un fracaso de los radicales, pero no sin pagar un precio: murieron 334 personas, entre ellos 186 infantes. La tragedia manchó el 1 de septiembre, el emotivo regreso de los niños de Rusia a las clases, como un día trágico. Incluso 20 años después del atentado hay algunas preguntas que no se han respondido. Algunos de los familiares de los muertos acusaron a las autoridades de no haber contemplado todas las opciones para poder rescatar con vida a sus seres queridos y de no haber investigado suficientemente lo que ocurrió durante los días que duró el suceso.

Durante el asalto final de las fuerzas especiales explotaron algunas de las trampas que pusieron los terroristas, se hundió parte del edificio e incluso hubo un tiroteo entre agentes del orden y civiles que lucharon usando sus propias armas (debido al caos incluso causaron bajas por fuego amigo) contra los radicales. Las madres de Beslán quisieron llevar a la justicia a Vladímir Pronichev, Vladímir Anisimov y Aleksándr Tijónov, oficiales del Servicio Federal de Seguridad (FSB, servicio Secreto ruso) para conseguir entender qué ocurrió durante el asalto. Declaró en medios independientes Susanna Dudieva, representante del Comité de Madres de Beslán, que insistirán “en la necesidad de tomar medidas para castigar a los responsables y explicar al mundo la verdad sobre lo que ocurrió en Beslán”.

El mismo presidente Vladímir Putin, en su visita el pasado mes de agosto a esta ciudad de la república de Osetia del Norte, al sur de Rusia, prometió una investigación exhaustiva este mismo 2024. En este encuentro declaró a las madres que no conocía los detalles, pero les aconsejó que se pusieron en contacto con el jefe del Comité de Investigación, Aleksándr Bastrikín. Estas le pidieron conocer la verdad con todos los detalles en una reunión en el que el mandatario les dio el pésame por sus pérdidas, pero no desaprovechó para hablar de los “neonazis ucranianos”, uno de los mantras del oficialismo ruso para justificar la guerra rusoucraniana. Señalan los medios rusos que a lo largo de 20 años se ha difundido mucha información contradictoria sobre esos tres días que tuvieron al país en vilo. Uno de los rumores es que el líder separatista Aslan Masjádov mostró interés en intercedir por la vida de los infantes, pero tenía miedo de ser asesinado.

Los terroristas insistieron en reunirse con los presidentes de las repúblicas de Osetia del Norte e Ingushetia, aunque el Kremlin en ningún momento vio con buenos ojos ceder ni un milímetro ante sus pretensiones. A pesar de la falta de voluntad de negociar, el expresidente de Ingushetia Ruslán Aushev consiguió que los militantes liberaran a 26 rehenes, algunos niños y sus madres. El mismo Aushev liberó a un bebé de solo seis meses, Alena Tskaeva, aunque no consiguió salvar ni a su madre ni a su hermana mayor.

Los rusos opinan

Aunque un 67% de los rusos, según datos del centro de opinión independiente Levada, apoya la gestión del secuestro, y aunque el apoyo a la gestión de la crisis de Beslán es el más alto de la última década (en un momento en el que el discurso alternativo al oficial se oye menos que antes de la guerra), hay una parte de la población que es reticente a creer el relato oficial sobre el incidente. Los más contrarios son los que tienen menos de 24 años (57%), los que más desaprueban la dirección del país (49%) y al mismo Putin (38%), y confían en YouTube como fuente fidedigna de información (57%).

Una de las informaciones a las que se agarran los críticos a la gestión es la condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos del 2017, que condenó el uso de “fuerza indiscriminada” en el asalto a la escuela. También señaló que las autoridades rusas sabían de un posible ataque de antemano y no intervinieron a tiempo para evitarlo con antelación.

El mismo estudio señala que los que más propensos a aprobar la gestión del atentado son aquellos que aprueban el rumbo de Rusia (75%) y al presidente ruso (71%). También es la mayor parte de aquellos que tienen la televisión como principal vía para informarse. Lejos de la Ciudad de los Ángeles, el memorial donde se enterró a las víctimas del atentado, en Moscú el martes se hizo un homenaje a las víctimas en pleno centro de la capital. 

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