Bloqueo político

Ser primer ministro en Francia, un mandato que muy pocos agotan

Solo François Fillon aguantó en el cargo de Primer Ministro los cinco años de legislatura bajo el mando de Nicolás Sarkozy

El ex primer ministro francés Fillon niega el empleo ficticio de su esposa

El ex primer ministro francés Fillon niega el empleo ficticio de su esposa

Leticia Fuentes

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Ser primer ministro en Francia es un reto a la altura de muy pocos. Sobre el primer ministro recae una importante presión, además de unas altas expectativas que provocan que, en la mayoría de los casos, no cumplan con una legislatura completa. De ahí que ahora, la elección de uno nuevo, tras las elecciones legislativas adelantadas, se haya convertido en el principal escollo para formar gobierno y salir del bloqueo político que vive el país desde el pasado mes de junio. 

A diferencia de España, el mandato presidencial en Francia tiene una duración de cinco años, pero a menudo existe un cambio de liderazgo a mitad del periodo legislativo, sobre todo, si el presidente busca una reelección en las siguientes elecciones. Por eso, en la política francesa existe una alta rotación en el cargo de primer ministro, con el objetivo de buscar un nuevo líder capaz de enfrentar los cambiantes desafíos y responder a la evolución del panorama político. 

Para encontrar a un dirigente que haya cumplido con los cinco años de legislatura tendríamos que remontarnos a 2007 con François Fillon, quien fue primer ministro durante la presidencia de Nicolas Sarkozy hasta 2012, y se centró en importantes reformas económicas, como el aumento de la edad de jubilación de 60 a 62 años, o el “paquete de alivio fiscal”, que incluía la eliminación del impuesto sobre sucesiones. Desde entonces, el tiempo medio de duración en el cargo, no ha superado los dos años y medio. 

En la Quinta República, la dimisión de un primer ministro se ha convertido en un habitual, en respuesta a cambios políticos o conflictos con el presidente. Desde 2007, Francia ha visto pasar por Matignon a siete primeros ministros; el que menos tiempo duró fue el actual candidato al puesto, Bernard Cazeneuve, quien splo estuvo cinco meses entre 2016 y 2017. La última dimisión, la de Gabriel Attal. Su renuncia fue rechazada por el presidente, aunque con una condición: aguantar en el cargo en funciones hasta después de los Juegos Olímpicos. 

Macron y sus cuatro primeros ministros (de momento)

Desde que Macron llegó al Palacio del Elíseo en 2017, por Matignon han pasado cuatro primeros ministros: Édouard Philippe, que es el que más tiempo ha durado en el cargo, 3 años y 11 meses, Jean Castex, Élisabeth Borne, y por último Gabriel Attal, quién tan solo ha durado seis meses, tras el anuncio del presidente de convocar nuevas elecciones legislativas adelantadas el pasado mes de junio.

No es poco mencionar que, durante el mandato de Macron, su gobierno ha tenido que lidiar con la crisis social de los chalecos amarillos, la pandemia de la Covid-19, la guerra de Ucrania y como consecuencia, la inflación de la que Francia se vio especialmente afectada. Además, en el último año, Gabriel Attal ha tenido que enfrentarse, recién llegado al cargo, a la revuelta de los agricultores y al conflicto entre Israel y Hamás, del que Francia se ha visto salpicada, puesto que cuenta con la mayor comunidad judía de Europa, y una importante presencia musulmana en el país.

Desafíos que complican aún más la tarea de encontrar al candidato perfecto para el puesto, especialmente, con una Asamblea Nacional sin mayorías claras, y con una derecha y una izquierda tradicional fracturada.

En los últimos días, para Matignon suena el nombre del socialista, Bernard Cazeneuve, quien ya cuenta con experiencia en el cargo, y además ha mostrado simpatías con las políticas del presidente. Aunque la cosa no será tan fácil; Reagrupamiento Nacional y La Francia Insumisa ya han anunciado que censurarán esta decisión.

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