Gira europea

Starmer cierra su visita a Alemania y Francia con buenas palabras hacia la UE pero pocos anuncios concretos

El primer ministro británico ha expresado su voluntad de reforzar los lazos en materia económica, migratoria y de defensa

El primer ministro británico, Keir Starmer, saluda al presidente francés, Emmanuel Macron, este jueves en París.

El primer ministro británico, Keir Starmer, saluda al presidente francés, Emmanuel Macron, este jueves en París. / CHRISTOPHE ENA / AP

Lucas Font

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Los planes del primer ministro británico, Keir Starmer, de reiniciar las relaciones con la Unión Europea tras los años del Brexit están calando cada vez más entre los socios comunitarios. Esta ha sido la principal intención del líder laborista en su viaje de dos días a Alemania y a Francia, un viaje marcado por las buenas palabras pero que ha concluido sin ningún acuerdo concreto. Starmer ha mantenido un encuentro este jueves con el presidente francés, Emmanuel Macron, en el que los dos líderes han expresado su voluntad de reforzar los lazos en materia económica y de defensa y en el que también han tratado de acercar posturas en sus planes de reducir la inmigración.  

"Hemos hablado de la situación en Ucrania –como era de esperar– y de la situación en Oriente Medio, así como de cuestiones bilaterales en materia de comercio, defensa y seguridad. Pero también del reajuste más amplio que deseo en nuestras relaciones, no sólo con Francia, sino con la UE en general", ha asegurado el 'premier' británico tras el encuentro. "Estos han sido los temas que hemos debatido como parte de nuestros planes de reiniciar y de reconstruir. También queremos que nuestra misión número uno, que es hacer crecer la economía, sea absolutamente central en todo lo que hacemos", ha añadido Starmer, quien ha aprovechado su visita a París para reunirse con empresarios de la industria militar y tecnológica. 

Visita a Berlín

La visita del primer ministro a Francia se ha producido horas después de su encuentro en Berlín con el canciller alemán, Olaf Scholz. Un encuentro que sirvió para avanzar en la firma de un tratado bilateral entre el Reino Unido y Alemania, prevista para principios del próximo año, y que pretende reforzar su alianza en el ámbito científico, tecnológico y de seguridad, entre otras materias. Al igual que con Macron, Starmer también expresó en la capital alemana su voluntad de acercar posturas con la UE tras el Brexit, algo que Scholz ve con buenos ojos, a pesar de que todavía no ha habido grandes anuncios en ese sentido. 

La prioridad de Starmer es lograr nuevos acuerdos comerciales con Bruselas que permitan acelerar el crecimiento de la economía británica y reducir al mínimo el impacto de los recortes de gasto y las subidas de impuestos previstas para el presupuesto del próximo octubre. Pero por ahora la posibilidad de lograr grandes avances en esta materia se presenta difícil, ya que el Gobierno británico ha descartado un retorno al mercado único y a la unión aduanera y tampoco tiene previsto hacer grandes concesiones en asuntos como la movilidad, una de las grandes prioridades de países como Alemania. 

Movilidad juvenil

Starmer ha descartado, al menos por ahora, la firma de acuerdos de movilidad juvenil, que permitirían a los europeos menores de 30 años trabajar en el Reino Unido –y viceversa– durante un tiempo concreto. "No tenemos planes para el programa de movilidad de los jóvenes, pero sí para una relación más estrecha con la UE", aseguró este miércoles en una rueda conjunta con el canciller alemán. El primer ministro evitó poco después descartar definitivamente cualquier programa de movilidad en el futuro, pero la posibilidad de cerrar un acuerdo pronto se presenta casi imposible, ante el riesgo de levantar ampollas entre los votantes laboristas que apostaron por el Brexit tan solo unos meses después de su victoria en las elecciones del pasado julio.

Por ahora el Gobierno británico se ha fijado objetivos menos ambiciosos, como la negociación de un acuerdo veterinario con la UE, la firma de convenios para el reconocimiento mutuo de profesionales o reducir las barreras al comercio de productos agrícolas. "Las medidas que [Starmer] propone –por ejemplo, retocar nuestro actual acuerdo para facilitar la importación y exportación de productos agrícolas– ayudarán a algunos sectores, pero apenas cambiarán nuestra economía en general", ha asegurado el director del centro de pensamiento 'UK in a Changing Europe', Anand Menon, en un artículo publicado en 'The Daily Mirror'.

Revisar líneas rojas

El acercamiento de Starmer a Europa va un paso más allá del cambio en las relaciones con Bruselas impulsado por su predecesor en el cargo, Rishi Sunak, y es completamente opuesto a los planteamientos de Boris Johnson, cuya relación con Macron fue abiertamente tensa. Esta voluntad de acercar posturas ha sido bien recibida por los líderes europeos, pero no es garantía de éxito para el Ejecutivo laborista. "Estrechar las relaciones está muy bien, pero si Starmer quiere realmente dar un impulso a nuestra economía y mejorar el crecimiento, va a tener que pensar en revisar algunas de las líneas rojas que ha establecido tan claramente", añade Menon. En su toma de posesión como primer ministro, Starmer prometió pasar de las palabras a los hechos, pero en lo que se refiere a su relación con Europa todavía le queda trabajo por hacer.