La futura cúpula europea

Los gobiernos de la UE ignoran la paridad de género para la nueva Comisión Europea

¿Qué papel juega el Parlamento Europeo en la elección de la Comisión Europea? ¿Puede vetar candidatos?

El Gobierno español propone oficialmente a Teresa Ribera como candidata a comisaria europea

Ursula von der Leyen, el pasado 18 de julio, durante su discurso en el Parlamento Europeo antes de votarse su designación.

Ursula von der Leyen, el pasado 18 de julio, durante su discurso en el Parlamento Europeo antes de votarse su designación. / RONALD WITTEK / EFE

Silvia Martinez

Silvia Martinez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Desde 1958 ha habido 183 comisarios. Solo 35 eran mujeres. Es menos del 20%. Representamos a la mitad de la población y queremos nuestra representación justa", denunciaba hace un lustro Ursula von der Leyen nada más recibir el aval del Parlamento Europeo. Cinco años después, y aunque en su primer mandato logró componer el equipo más paritario de la historia con 13 mujeres y 14 hombres, la presidenta de la Comisión Europea está lejos de lograr su objetivo de que los gobiernos europeos se comprometan con la igualdad de género y propongan más mujeres para el colegio de comisarios.

Tras las elecciones europeas de junio, la constitución del nuevo Parlamento Europeo a mediados de julio y la reelección posterior de Von der Leyen, la formación del nuevo equipo es la primera gran tarea a la que se enfrenta la conservadora alemana en el arranque del nuevo curso político europeo. Las negociaciones, sin embargo, no avanzan tal y como le gustaría y lograr una escuadra con equilibrio de hombres y mujeres sigue siendo un desafío dada la decisión de muchos gobiernos europeos de ignorar su petición de proponer tanto candidatos como candidatas.

"La presidenta mantiene su convicción de que en un mundo moderno necesitamos tener tantas mujeres como sea posible en posiciones de responsabilidad (...) Está haciendo todo lo que está en su mano para garantizar que tengamos un colegio bien equilibrado, con personas competentes para el papel de comisario y para un colegio que incluya el mayor número posible de mujeres", indicaba este martes el portavoz de la Comisión, Eric Mamer, sin dar detalles sobre el estado de las conversaciones y las entrevistas de la presidenta con los distintos nominados.

Presión a las capitales

¿Quiénes son las 26 caras propuestas por las capitales europeas para renovar el motor político de la iniciativa legislativa de la UE? Cada Estado miembro tiene potestad de presentar el nombre del candidato que desea para el nuevo colegio de comisarios. Un equipo fundamental en el engranaje comunitario encargado de negociar acuerdos comerciales y de preparar todo tipo de legislación sectorial al que tendrá que dar su visto bueno von der Leyen antes de someterlo a la aprobación del Parlamento Europeo.

El futuro equipo solo tiene de momento dos nombres fijos: el de Ursula von der Leyen y el de la ex primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, elegida por los líderes europeos como nueva alta representante para la política exterior y de seguridad de la UE en sustitución de Josep Borrell y que como vicepresidenta de la Comisión Europea --y que al igual que el resto de candidatos a comisarios-- tendrá que afrontar el examen en una audiencia pública en las distintas comisiones de la Eurocámara en septiembre y octubre.

A finales de julio, una semana después de ser elegida, Von der Leyen escribió al grueso de los dirigentes europeos pidiéndoles que enviaran para el 30 de agosto el nombre de sus candidatos. El puzzle de nombres sobre la mesa corrobora que no todos se han sometido a los parámetros que quiere imponer la alemana para lograr la paridad de género. Von der Leyen ha propuesto que solo los Estados miembros que renuevan a su comisario europeo saliente queden exentos de enviar el nombre de una mujer.

El resto deben proponer un candidato masculino y otro femenino, algo que ha irritado en muchas capitales, que han optado por hacer oídos sordos a la petición. "Respetuosamente y de acuerdo con los tratados, hemos tomado la decisión de enviar un solo nombre", indicaba hace unas semanas el primer ministro de Irlanda, Simon Harris. De momento, solo siete países -incluida Alemania y Estonia- han presentado mujeres como candidatas mientras que 17 países han optado por un hombre. "La próxima Comisión Europea podría ser la más desequilibrada en términos de género en dos décadas, con solo unas pocas comisarias, debido a la falta de voluntad de los Estados miembros de presentar dos candidatos, y no solo uno, como solicitó von der Leyen", alerta el profesor Alberto Alemanno.

Del actual colegio de comisarios optan a repetir en el cargo Wopke Hoekstra (Países Bajos), que ha ocupado desde octubre del año pasado el cargo de comisario de acción climática; Maros Sefcovic (Eslovaquia), vicepresidente ejecutivo y responsable de las relaciones con el Reino Unido; el vicepresidente ejecutivo y responsable de comercio, Valdis Dombrovskis, así como Thierry Breton (Francia), Olivér Várhelyi (Hungría) y Dubravka Suica (Croacia). Solo esta última es mujer.

Siete mujeres en la lista

Los únicos países que hasta ahora han presentada candidatas son Suecia, con la ministra de asuntos europeos Jessika Roswall, Finlandia, con la eurodiputada Henna Virkkunen, Portugal, con la ex diputada y ex secretaria de estado María Luís Albuquerque, y España con el nombre de la vicepresidenta tercera y ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, en un intento por hacerse con un portafolio importante. El grueso de los países que ya ha notificado que el nombre de sus aspirantes son hombres. Austria ha optado por proponer a su ministro de finanzas Magnus Brunner, lo mismo que Irlanda, que ha enviado el nombre de su exministro Michael McGrath.

El Gobierno de la República checa también aspira a colocar en lo alto del Berlamymont, la sede de la Comisión, a su ministro de industria y comercio, Jozef Síkela, bajo cuyo liderazgo los 27 lograron cerrar el año pasado un acuerdo político para limitar los precios del gas, Eslovenia al ex presidente del Tribunal de Cuentas, Tomaz Vesel, y en Lituania se espera que el elegido, tras una complicada negociación interna, sea el antiguo primer ministro y ex eurodiputado Andrius Kubilius.

Otros no han apuntado tan alto y han elegido a políticos de menor rango. Todos ellos hombres. Luxemburgo ha optado por un eurodiputado vencedor en los comicios de junio, Christophe Hansen, que se presenta como agricultor y ha trabajado en cuestiones comerciales. Malta ha optado por el jefe de gabinete del primer ministro comercio, un joven de 34 años llamado Glen Micallef, aunque según la prensa local el gobierno estaría recibiendo presiones para que lo reemplace por una mujer. Polonia, por su parte, ha enviado el nombre del diplomático y ex secretario para asuntos europeos, y con amplia experiencia en Bruselas, como es Piotr Serafin. Mientras tanto, Dinamarca ha confirmado que aspira a sustituir a la poderosa Margrethe Vestager por su ex ministro de clima, Dan Jorgensen.

As en la manga

Aunque el tiempo se agota, otros países como Bélgica, en plenas negociaciones para formar el Gobierno federal, todavía no han movido ficha . Es el caso de Bélgica (en negociaciones para formar gobiernos), Bulgaria o Italia. En todos ellos los rumores apuntan a la designación de un hombre salvo en el caso búlgaro que podría enviar una mujer.

Como presidenta, von der Leyen tiene potestad de decidir cuántas vicepresidencias habrá en el nuevo equipo, reorganizar las carteras y su contenido a su antojo, y asignar la que considere a cada candidato en un nuevo ejercicio en el que debe tener en cuenta el equilibrio geográfico, político y de género. Es decir, si los gobiernos a los que ha pedido mujeres no aceptan las reglas del juego podría castigarles dándoles carteras de menor peso e importancia y premiando a aquellos que sí se impliquen en el envite de crear un colegio lo más paritario posible.

"A Von der Leyen le resultará difícil rechazar a candidatos poco atractivos para la Comisión propuestos por las capitales nacionales. Pero puede ejercer --y ejercerá-- plenamente sus poderes de clientelismo promoviendo a quienes le gusten a puestos importantes y degradando a quienes le gusten menos", sostiene el exeurodiputado y miembro del grupo de federalistas europeos, Andrew Duff.

Suscríbete para seguir leyendo