Un brote sin precedentes de oropouche pone en alerta a Latinoamérica

Las autoridades de Brasil, Cuba y Colombia están preocupadas por un brote sin precedentes de oropuche, una enfermedad que se transmite por la picadura de mosquitos y que por primera vez ha causado dos muertes en el gigante suramericano. Mientras, en otros países de Latinoamérica, donde aún no hay datos de enfermos, se toman acciones para prevenir su proliferación.

La sección Panamericana de la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió en julio de 2024 una alerta epidemiológica por el aumento de positivos del virus del oropouche (OROV) en cinco países de las Américas: en Bolivia, Perú, Cuba, Colombia y Brasil. En este último, ya se han registrado con 7.767 casos en lo que va año. Además, las autoridades brasileñas reportaron el pasado 25 de julio que dos mujeres, de 21 y 24 años, habían muerto a causa de la enfermedad. Hasta entonces, no había registros de fallecimientos por esta afección en la literatura científica, informa la OMS.

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En Cuba, los casos se han incrementado de forma "considerable" desde que se confirmaron los primeros positivos el pasado 27 de mayo, concretamente en la provincia Santiago de Cuba, según alertó el Ministerio de Salud Pública del país. Desde entonces, los casos se han extendido a las 15 provincias de la isla y ya se han contabilizado 400 enfermos.

Situación "compleja"

Las autoridades califican la situación epidemiológica como "compleja" por la circulación simultánea de este patógeno con otros, como la influenza y el dengue, otro virus que se expande por Latinoamérica. En este sentido, las esporádicas lluvias torrenciales del verano y la crisis del combustible en la isla, que imposibilita la fumigación, han servido como caldo de cultivo para la expansión de la enfermedad.

Por su parte, en Colombia, la fiebre de oropouche es de circulación endémica. Por la permanente vigilancia sobre el dengue, el país ha podido identificar 87 muestras positivas entre las 1.279 tomadas en casos de la enfermedad febril por dengue, según datos del Instituto Nacional de Salud. Su director, Giovanny Rubiano García, aseguró a principios de agosto que las medidas para la prevención y el control de la infección "se mantienen activas".

Argentina, México y Uruguay aumentan controles

En Argentina, donde no se han detectado casos del virus después que 966 pruebas de laboratorio efectuadas a modo de vigilancia resultaran negativas, se han reforzado las medidas de vigilancia epidemiológica y el departamento Sanidad ha publicado una lista de indicaciones preventivas. Estas incluyen la instalación de "métodos de barrera" en las viviendas, medidas de protección personal y una serie de "buenas prácticas socio-ambientales" como el drenaje de colecciones de agua.

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En México, tampoco se han registrado casos hasta el momento, pero la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud emitió el pasado 4 de junio un aviso preventivo de viaje por esta enfermedad a Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba y Perú. El documento precisó que el nivel de riesgo era medio, por lo que pidió a los viajeros que pensaban visitar alguno de esos países informarse sobre la situación y contar con todas las vacunas, además de protegerse contra las picaduras de mosquitos, usar repelentes especiales y ropa adecuada.

También ha llegado a España

A principios de agosto, el Ministerio de Sanidad confirmó que había detectado cinco casos en viajeros procedentes de Cuba en lo que va de verano. Además, anunció que esperaba que la cifra de contagios aumente. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) ha informado que el riesgo de transmisión del virus Oropouche es "muy bajo", ya que la infección se produce a través del mosquito jején, el cual no se encuentra en la península ni en Europa.

Por el contrario, la OMS considera que el nivel de riesgo en Latinoamérica es "alto". La fiebre de Oropuche se detectó por primera vez en 1955 cerca del río Oropouche en Trinidad y Tobago. La enfermedad es zoonótica: se transmite de mosquitos portadores del virus a los humanos. No hay constancia de que se pase entre personas. En cuanto al principal insecto responsable del contagio, no es uno común, sino el llamado 'Culicoide paraensis', popularmente conocido como jején. No hay una vacuna ni tratamientos específicos para la infección.