Territorios tensionados

Las 'Canarias' de Europa: los puntos calientes de entrada de migrantes en Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Grecia

Italia, Grecia, Francia, Alemania y Reino Unido soportan, igual que España, una gran presión al ser puerta de entrada o destino final de ciudadanos de otros países que llegan de manera irregular

Rescate de la oenegé Sea Watch y la Guardia Costera italiana frente a Lampedusa.

Rescate de la oenegé Sea Watch y la Guardia Costera italiana frente a Lampedusa. / SEA-WATCH / EFE

Irene Benedicto
Leticia Fuentes
Gemma Casadevall
Lucas Font
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las tensiones en Europa por la gestión de la inmigración han marcado este curso político, en el que los Veintisiete aprobaron el largamente negociado pacto migratorio, que endurece el control y el proceso para acceder al asilo. Uno de los principales escollos para el visto bueno final fue la reubicación de las personas migrantes, que finalmente se resolvió con una solidaridad a la carta que permitirá a los países más reacios esquivar la reubicación pagando 20.000 euros por refugiado rechazado.

El objetivo de las reubicaciones es atender una demanda largamente reclamada por los países que, como España, soportan una mayor presión migratoria al ser puerta de entrada o destino final.

Estos son los otros puntos calientes de la inmigración en Europa:

Italia

Lampedusa, una isla con una extensión de apenas una cuarta parte de Formentera y que también vive del turismo, continúa siendo el principal puerto de llegada de migrantes en Italia. El Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni saca pecho por estar frenando las llegadas. En los primeros siete meses del año han arribado a las costas de esta isla más de 21.000 personas, un 64% menos en comparación con el mismo período del año anterior, según explicó la semana pasada el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi. Además, el Ejecutivo ha repatriado al 20% de los migrantes llegados a sus costas, añadió en una conferencia de prensa que dio en remoto y rodeado de fuerzas del orden. 

Este freno llega después de que el pasado 2023 fuera el segundo año más difícil de la década, solo por detrás de 2016, en plena crisis de los refugiados. Los 6.000 habitantes censados en Lampedusa se ven desde hace casi una década superados por un número de llegadas que ellos solos no pueden gestionar, por lo que piden ayuda al Gobierno central y a la Unión Europea. En 2023, último año con las cifras cerradas, desembarcaron en Lampedusa 108.498 personas (el 69% del total de migrantes que llegaron a Italia, que ascendió a 157.651 migrantes, según datos de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados). 

La mayoría de las embarcaciones zarparon de las próximas costas de Libia y sobre todo Túnez, países que atraviesan su propia crisiss políticas y que mantienen en un limbo a migrantes procedentes del sur de África. Algunos huyen de la guerra o la hambruna en Sudán, Etiopía, Somalia, Chad, Eritrea o Níger. Y ambos, como Marruecos lo es para España, se han convertido en países de tránsito. IRENE BENEDICTO

Grecia

La isla de Lesbos, del tamaño de Gran Canaria (unos 1.600 km cuadrados) pero con una décima parte de su población, es desde 2015 el punto caliente de las llegadas a Grecia. En lo que va de año, han llegado más de 5.000 migrantes, una quinta parte del total llegados al país helénico, 25.536 personas. 

Las cifras han repuntado este año, pero siguen siendo más bajas que en otros Estados del sur de Europa, en un país que se presenta a sí mismo como un ejemplo a la hora de frenar las migraciones. El ministro griego de Migración se congratulaba a finales de año de sus éxitos frenando la migración irregular y el tráfico de personas, comparándose directamente con España, Italia y Croacia.

Sin embargo, organizaciones humanitarias ponen en cuestión estas políticas, que califican de represivas y que Grecia está aplicando en alianza con Turquía. La indignación se agravó el verano pasado cuando murieron 600 personas, un centenar de ellas menores, en el hundimiento de un barco donde viajaban migrantes frente a las costa griegas, en el que ha sido el accidente marítimo más mortífero registrado en el Mediterráneo desde 2015. 

Médicos Sin Fronteras es una de las organizaciones que continúa denunciando la falta de transparencia en la investigación de este suceso, que considera una consecuencia directa de las políticas migratorias 'disuasorias' de la UE, que "obligan a la gente a emprender rutas mortales en lugar de garantizar una vía segura a las personas en movimiento", dijo entonces en un comunicado Duccio Staderini, coordinador general para Grecia y los Balcanes. IRENE BENEDICTO

Francia

Francia es un país clave en las rutas migratorias dentro de Europa, no solo por su ubicación geográfica sino por su historia colonialista y sus políticas. De ahí que, el país cuente con cuatro principales rutas migratorias, por las que llegan unas 300.000 personas al año. La ruta del Mediterráneo Central que cruza Italia y la del Mediterráneo Occidental que lo hace por España son las principales. Sin embargo, la de los Balcanes y la famosa ruta del canal de la Mancha son líneas de paso, es decir, atraviesan Francia pero el destino final son otros países, como Alemania o el Reino Unido.

Estas dos últimas generan una gran controversia en el país, puesto que los migrantes que las recorren suelen acabar formando asentamientos y no llegan a integrarse en la sociedad francesa durante el tiempo en el que están en el territorio, como es el caso de los distintos campamentos en Calais, en los que se estima que viven entre 300 y 800 migrantes.

Las autoridades miran con preocupación al canal de la Mancha, una de las rutas más peligrosas, y que solo en 2023 se cobró una veintena de vidas. Números que aún están muy lejos de alcanzar los del Mediterraneo, pero que Médicos Sin Fronteras quiere evitar: "No queremos que se convierta en un nuevo cementerio humano, como el Mediterráneo", explica Feyrouz Lajili-Djalaï, responsable del centro de menores de MSF en Calais.

Según los datos del Gobierno francés, en 2023 el número de entradas de migrantes irregulares en Francia aumentó ligeramente frente al año anterior, especialmente personas procedentes de Afganistán, Guinea y Turquía. También han crecido los permisos de residencia, un 2,5%. Sin embargo, a pesar de que "el número de entradas está aumentando en Francia, representan casi el 0,5% de la población total del país", la cifra e muy inferior a la de otros países de la OCDE y de muchos países vecinos, como Suecia (0,89%), el Reino Unido ( 0,77%), Alemania (0,77%) o España (0,89%), explicó Jean-Christophe Dumont en 2023, director de migraciones internacionales de la OCDE.

Ante el aumento de la llegada de migrantes, de los asentamientos y de las solicitudes de asilo, Francia ha intensificado los controles fronterizos y su ley de inmigración, en respuesta a la crisis migratoria en Europa. Esto incluye vigilancia en los Alpes, Pirineos, y especialmente en la costa del canal de la Mancha. A pesar de los riesgos, muchos migrantes continúan utilizando estas rutas en su intento de llegar a otros países europeos o solicitar asilo en Francia. LETICIA FUENTES

Alemania

Alemania registró en 2023 la entrada de un total de 266.224 inmigrantes irregulares, lo que supone un aumento del 33% respecto al año anterior. Es un claro descenso respecto al año récord que fue 2015, cuando ingresaron alrededor de un millón de personas. Pero en realidad no son cifras comparables, ya que entonces esas llegadas se precipitaron por la gran crisis migratoria precipitada por la guerra civil en Siria, a lo que se sumó la decisión de Alemania de mantener abiertas sus fronteras cuando otros países las cerraban. La gran mayoría de esos inmigrantes se registraban a su llegada como demandantes de asilo. En 2023, en cambio, se presentaron unas 23.000 nuevas solicitudes de asilo.

Actualmente, la inmigración irregular llega principalmente impulsada por las mafias de tráfico de personas, según las cifras presentadas esta semana por el Ministerio del Interior. El principal país de procedencia sigue siendo Siria, con 54.200 personas, seguida de Turquía, con 35.700 y Afganistán, de acuerdo a las cifras de 2023. Casi la mitad de ellos ingresaron a través de la frontera polaca, una tercera parte desde Austria y el resto desde la República Checa u otros países socios de la UE.

En total, Alemania tiene en su territorio más de un millón y medio de refugiados, entre los llegados en la gran crisis migratoria de 2015 y los años siguientes. En ese total no se incluye el también millón y medio de ucranianos que ha recibido el país desde el inicio de la invasión a gran escala rusa, en 2022. Están exentos, de acuerdo a la regulación europea, del procedimiento de solicitud de asilo. GEMMA CASADEVALL

Reino Unido

El condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, es el principal punto de llegada irregular de inmigrantes al Reino Unido por su cercanía con el norte de Francia. Según datos del Ministerio del Interior, el 81% de las casi 40.000 personas que llegaron al país sin autorización entre julio de 2023 y junio de 2024 lo hicieron en pequeñas embarcaciones a través del canal de la Mancha. La gran mayoría de ellas son trasladadas a puertos como Dover o Folkestone antes de instalarse en alojamientos temporales en distintos lugares del país.

La ley británica establece una política de "dispersión" para los recién llegados, con el objetivo de evitar saturar los puntos calientes de llegada en el sureste de Inglaterra. De los cerca de 100.000 solicitantes de asilo pendientes de una decisión, tan solo 6.000 están alojados en esta zona. Sin embargo, sí se han producido episodios de saturación en el pasado en el condado de Kent. A finales de 2022 –hasta ahora el año con más llegadas irregulares–, el centro de procesamiento de inmigrantes de Manston llegó a estar al doble de su capacidad, lo cual obligó a instalar tiendas de campaña en el exterior y provocó brotes de enfermedades como la difteria.

Las administraciones locales del condado también presentaron quejas ante el Gobierno de Londres por la saturación de sus servicios sociales en la acogida de menores no acompañados. El Ejecutivo dotó de más recursos a los ayuntamientos y mejoró el reparto voluntario de menores entre administraciones de todo el país, pero la Asociación de Gobiernos Locales insiste en que los fondos no cubren el coste de atender el creciente número de niños que llegan a través del canal de la Mancha. LUCAS FONT

Suscríbete para seguir leyendo