Conflicto en Oriente Próximo

Blinken advierte en Israel de que esta "puede ser la última oportunidad para lograr un alto el fuego"

El secretario de Estado de EEUU lanza un "esfuerzo diplomático intensivo" en una región en vilo ante las posibles represalias de Irán e Hizbulá por los ataques israelíes en sus territorios

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, saluda al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, este lunes en Tel Aviv.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, saluda al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, este lunes en Tel Aviv. / CHAIM TZACH / GOBIERNO ISRAELÍ / EFE

Andrea López-Tomàs

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El tiempo se agota. Con esa urgencia se ha dirigido el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, a los líderes israelíes en su noveno viaje al Estado hebreo desde que empezó la guerra contra Gaza. "Este es un momento decisivo, probablemente la mejor oportunidad, tal vez la última, de traer a los rehenes a casa, de conseguir un alto el fuego y de encaminar a todo el mundo hacia una paz y una seguridad duraderas", ha dicho este lunes durante una reunión con el presidente Isaac Herzog. Blinken vuelve a la región para apuntalar un acuerdo para un alto el fuego duradero en la Franja de Gaza, dónde los muertos ya superan los 40.000 palestinos, y para evitar una mayor expansión regional de la guerra.

Durante su primera reunión del día, antes de encontrarse con el primer ministro, Binyamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, Blinken ha dejado claras sus intenciones. "Estoy aquí como parte de un esfuerzo diplomático intensivo siguiendo las instrucciones del presidente Joe Biden para intentar que este acuerdo llegue a buen puerto y, en última instancia, se logre", ha declarado en Tel Aviv tras su encuentro con Herzog. "Es hora de lograrlo, y también es hora de asegurarnos de que nadie tome medidas que puedan descarrilar este proceso", ha añadido. "Por eso estamos trabajando para asegurarnos de que no haya una escalada, que no haya provocaciones, que no haya acciones que, de alguna manera, puedan alejarnos de lograr que este acuerdo se concrete, o, en todo caso, que el conflicto se intensifique en otros lugares y con mayor intensidad", ha concluido.

Su encuentro con Netanyahu, que ha durado tres horas, ha sido "positivo" y se ha desarrollado en "un buen ambiente", según ha dicho la oficina del primer ministro en un comunicado. Netanyahu "reiteró el compromiso de Israel con la actual propuesta estadounidense sobre la liberación de nuestros rehenes, que tiene en cuenta las necesidades de seguridad de Israel, en las que insiste firmemente”, ha añadido. Esta última propuesta de transición de Estados Unidos se presentó a Israel y se transmitió a Hamás al final de la cumbre de Doha la semana pasada. La noche anterior a la visita de Blinken el grupo palestino rechazó la propuesta. Los detalles de la propuesta de transición aún no se han hecho públicos.

Negociaciones "muy complejas"

Blinken ha aterrizado este domingo en Tel Aviv, desde Arabia Saudí, con la intención de alcanzar el anhelado acuerdo que ponga fin a la guerra contra Gaza. El funcionario estadounidense ha llegado en un momento crítico con una región en vilo ante la posibilidad de que Irán y la milicia libanesa Hizbulá ataquen Israel después de las agresiones en sus territorios. Aunque las conversaciones para acordar una tregua continúan tanto en Doha como en El Cairo, la Administración demócrata quiere dar su propio impulso al diálogo en medio de las acusaciones cruzadas entre Netanyahu y Hamás de ser el principal obstáculo para llegar a un entendimiento. Las negociaciones son "muy complejas", dijo el primer ministro israelí el domingo. 

"Hay cosas en las que podemos ser flexibles y hay cosas en las que no podemos serlo", añadió al comienzo de su reunión semanal de gabinete. "Sabemos muy bien cómo distinguir entre ambos", sentenció Netanyahu, insistiendo en ciertos principios que consideraba vitales para la seguridad de Israel. Varios representantes de Hamás han repetido sus exigencias claves de que todas las tropas israelíes deben retirarse completamente de Gaza para que se pueda poner fin a la guerra y de que las autoridades hebreas se comprometan a un alto el fuego permanente. Israel se ha negado a asumir ambos compromisos desde el principio del diálogo. Los casi 11 meses de guerra contra Gaza han provocado la muerte de 40.139 palestinos y han herido a 92.743, además de la destrucción de la práctica totalidad del enclave.

Disuadir las represalias

Washington trata de impulsar el alto el fuego en un momento muy delicado. A finales del mes pasado, Israel asesinó al número dos de Hizbulá, el comandante Fuad Shukur, en Beirut y al líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, en apenas 10 horas de diferencia. Tanto libaneses como iraníes han prometido venganza, aunque un acuerdo de tregua podría disuadirlos de tomar represalias. La semana pasada tres altos cargos iraníes dijeron a la agencia Reuters que Irán estaba dispuesto a abortar su prometida revancha contra Israel si se alcanzaba en los próximos días un acuerdo para acabar con la guerra en la Franja. Este mensaje llegó días después que EEUU, Qatar y Egipto, los países al frente de la mediación, emitieran una suerte de ultimátum llamando a las partes a dejarse de excusas y maniobras dilatorias. 

Hamás, por su parte, ha denunciado que la propuesta de alto el fuego que se está discutiendo difiere significativamente del texto presentado por Biden que ellos mismos apoyaron en mayo. Vista como una propuesta estadounidense-israelí, incluye nuevas exigencias israelíes como su presencia militar permanente a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto y el corredor de Netzarim, la nueva barrera controlada por Israel que divide la Franja en dos. Por eso, los representantes del grupo palestino no han acudido a las últtimas reuniones en Doha. Este martes, Blinken viajará a Egipto para encontrarse con el resto de los mediadores.