Inmigración

La participación de menores de edad en los disturbios en el Reino Unido pone en alerta al Gobierno laborista

Al menos 50 de las casi 400 personas imputadas por los recientes disturbios xenófobos tienen menos de 18 años

Manifestantes anti-inmigración el Aldershot, Gran Bretaña, el pasado 4 de agosto.

Manifestantes anti-inmigración el Aldershot, Gran Bretaña, el pasado 4 de agosto. / EFE / EPA / NEIL HALL

Lucas Font

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La participación de menores de edad en los recientes disturbios xenófobos en el Reino Unido han puesto en alerta al Gobierno británico. Al menos dos niños de 12 años y una niña de 13 se han declarado culpables esta semana ante la justicia, tras ser acusados de desórdenes públicos por su participación en los altercados que sacudieron al país a principios de agosto. Otro adolescente, de 15 años, ha sido acusado de altercados este jueves, convirtiéndose en el primer manifestante en ser perseguido por este delito, que supone penas de hasta 10 años de cárcel

Según datos recopilados por la agencia de noticias PA, al menos 50 de las 389 personas que han sido imputadas por la justicia tienen menos de 18 años –más de una de cada diez–, unos datos que han desatado la preocupación de las organizaciones de defensa de la infancia, que piden más medidas al Gobierno para evitar que se repitan situaciones parecidas en el futuro.  

Uno de los niños imputados reconoció este lunes ante la jueza de un tribunal de Manchester haber lanzado material pirotécnico contra un furgón de la policía y haber atacado, pocos días antes, un autobús en el exterior de un hotel en el que se alojan solicitantes de asilo. “Está más implicado en la violencia y en los disturbios que cualquier otro acusado que haya visto pasar por estos tribunales, adulto o menor”, aseguró la magistrada en la vista. La niña de 13 años que compareció ante el juez este martes reconoció su implicación en los disturbios que tuvieron lugar el pasado 31 de julio frente a otro hotel en Aldershot, al suroeste de Londres. Unos actos que, según la fiscalía, hubieran supuesto una pena de dos años de cárcel en caso de tratarse de una persona mayor de edad.

Centros de internamiento

Los menores acusados recibirán la sentencia en las próximas semanas, mientras la fiscalía advierte de que no le temblará el pulso a la hora de imponer penas a los implicados en los altercados, incluidos los más jóvenes. “Tomar parte en disturbios violentos es inaceptable, y resulta profundamente inquietante ver a jóvenes que provocan desórdenes en sus comunidades”, ha asegurado este lunes la fiscal jefe adjunta del condado de Merseyside, Ursula Doyle, a través de un comunicado. “No dudaremos en seguir imputando y condenando todos los delitos de desórdenes cuando existan pruebas para ello, independientemente de la edad que tenga el acusado”, ha remarcado.

El primer ministro, Keir Starmer, ha insistido en el mensaje de mano dura contra los implicados en los disturbios desde que se desató la violencia a finales de julio. Pero las organizaciones de defensa de la infancia han advertido de que la reclusión de los menores no es la mejor solución para reintegrarlos en la sociedad. En un informe publicado esta semana, cerca de una decena de estas organizaciones han criticado el aislamiento al que están sometidos algunos internos en los centros de menores y al uso de técnicas violentas como medida correctiva. También han criticado que, en muchos casos, los menores reciben hasta la mitad de las horas educativas prometidas por las autoridades. “Con el sistema penitenciario en crisis, ha llegado el momento de hacer caso a la evidencia y diseñar y aplicar una estrategia ambiciosa para poner fin definitivamente al encarcelamiento de niños”, señala el informe.

Influencia de las redes sociales

La implicación de menores en los disturbios de las últimas semanas también ha puesto el foco en el uso de las redes sociales y de su papel a la hora de propagar ideologías extremistas y contenidos violentos entre los más jóvenes. Según una reciente encuesta publicada en un informe de la organización antirracista Hope not Hate, más de la mitad de los jóvenes se han topado con conversaciones que incitan al odio en las redes sociales, mientras que casi uno de cada tres han visto conversaciones que califican como extremistas. A esta situación se suma la dificultad cada vez mayor de discernir entre los contenidos verídicos y las noticias falsas. “Muchos jóvenes creen que las redes sociales están menos sesgadas que los medios tradicionales, ya que hay más gente que contribuye a ellos, y subestiman el poder de los algoritmos para mostrarles solo determinados tipos de contenidos”, advierte el informe.

El Gobierno laborista ha anunciado medidas para tratar de frenar la influencia que las redes sociales tienen en los más jóvenes, con el objetivo de evitar su participación en altercados. La ministra de Educación, Bridget Phillipson, ha confirmado su intención de revisar el currículo de primaria y secundaria para incluir herramientas que ayuden a los alumnos a detectar noticias falsas en internet y contenidos que inciten a la violencia. Entre estas herramientas está el análisis de artículos de periódicos o la detección de páginas web destinadas a propagar la desinformación. “Es más importante que nunca que demos a los jóvenes los conocimientos y habilidades necesarios para cuestionar lo que ven en Internet”, aseguró Phillipson al ‘Sunday Telegraph’. El Ejecutivo también prevé revisar la ley de Seguridad Online, que deberá entrar plenamente en vigor en 2026, para proteger a los menores en internet.

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