Investigación

La sospecha de una 'trama ucraniana' contra el Nord Stream salpica a Zelenski

El Gobierno de Países Bajos ha pedido explicaciones a Kiev tras una investigación periodística del 'Wall Street Journal'

El presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, en una imagen de archivo.

El presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, en una imagen de archivo. / Europa Press /Thomas Krych

Gemma Casadevall

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¿Estuvo al tanto el presidente Volodímir Zelenski de una supuesta 'trama ucraniana' para hacer estallar el gasoducto Nord Stream o incluso dio el visto bueno a esos planes? Desde Kiev se rechaza categóricamente toda implicación en el sabotaje que en 2022 inhabilitó el gasoducto germano-ruso, siete meses después del inicio de la invasión rusa sobre Ucrania. Pero la mera sospecha de esos vínculos ha hecho ya saltar los primeros apremios europeos sobre Zelenski y a condicionar el futuro de la ayuda a Ucrania frente a Moscú.

A la noticia de este miércoles, de que la justicia alemana emitió una orden de detención contra un buceador profesional ucraniano, residente en Polonia, como presunto implicado en el atentado, han seguido informaciones del 'Wall Street Journal' (WSJ), según las cuales el plan nació de una ronda con abundantes dosis alcohol entre oficiales ucranianos, en mayo de 2022. Siempre según estas informaciones periodísticas, a alguno de los presentes se le ocurrió que convenía dar un golpe radical, como sería la destrucción del gasoducto construido para transportar gas ruso a Europa. Cuatro meses después, el 26 de septiembre, los sismógrafos escandinavos captaron tres fuertes explosiones en aguas del Báltico. El Nord Stream 1, en servicio desde 2011, y el Nord Stream 2, por entonces recién terminado, pero aun sin licencia, quedaron inutilizados.

Imagen del impacto en la superficie del mar que produjo el sabotaje contra el Nord Stream 2, en septiembre de 2022.

Imagen del impacto en la superficie del mar que produjo el sabotaje contra el Nord Stream 2, en septiembre de 2022. / Photo by Handout / DANISH DEFENCE / AFP)

Según la reconstrucción de WSJ, el presidente Zelenski llegó a autorizar esa operación. Posteriormente, advertido de que la CIA estaba al corriente de los planes, habría tratado de detener su ejecución. Pero aparentemente los oficiales implicados en la trama siguieron adelante.

Desde el Gobierno de Países Bajos, uno de los fuertes contribuyentes europeos a la ayuda militar a Ucrania, se han pedido ya explicaciones a Kiev. "¿Puede indicarnos si son correctas esas informaciones?“, preguntó el ultraderechista Geert Wilders, líder del Partido de la Libertad (PVV), a través de su cuenta en twitter. El PVV es la fuerza dominante en la coalición que gobierna en La Haya. Wilders renunció a tratar de ser su jefe del Gobierno por imperativo de sus aliados, pero se considera que maneja sus hilos desde su posición de jefe del PVV, el partido vencedor las elecciones parlamentarias de 2023.

El PVV de Wilders está en la órbita de los partidos prorrusos de la familia ultra europea. En su campaña electoral se comprometió a cortar la ayuda a Ucrania. Tras su victoria se retractó, necesitado de atraerse a socios del centroderecha que condicionaron su apoyo al mantenimiento de la ayuda a Kiev. El compromiso con Ucrania forma parte, además, del ideario atlantista del exprimer ministro y próximo secretario general de la OTAN, el liberal Mark Rutte, quien en octubre relevará al noruego Jens Stoltenberg. "El Gobierno ucraniano debe aclarar si está detrás del ataque. Esto puede tener graves consecuencias“, insistió Wilders en el documento colgado en X. Desde la oficina presidencial ucraniana se ha rechazado de nuevo toda implicación en el sabotaje, según recoge la agencia Reuters, y se ha señalado a Moscú como responsable.

El WSJ presenta un detallado relato de cómo se habría fraguado el sabotaje. Esas informaciones siguen a las difundidas el miércoles por tres medios de referencia alemanes -la televisión pública ARD, el diario 'Süddeutsche Zeitung' y el semanario 'Die Zeit'- centradas en la orden de detención contra el instructor en submarinismo identificado como Volodímir Z. Sería el ucraniano al que captó un control de velocidad por radar en el interior de un coche y que luego se embarcó en el yate Andrómeda junto a otros dos compatriotas, entre ellos una mujer, en el norte de Alemania. Desde esa embarcación habrían preparado sus explosivos y cometido el sabotaje.

Al buceador ucraniano, del que en medios alemanes se han difundido varias fotografías, se le relaciona con una escuela de submarinismo en Polonia, donde residía. La orden de detención se cursó en junio. Pero el ciudadano no ha sido detenido, sin que hasta ahora se sepa por qué Polonia no atendió a la orden del Fiscal general alemán.

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