Investigación

Alberto Fernández, imputado por presuntas lesiones graves a su exmujer, Fabiola Yáñez

Al expresidente argentino se le imputan los delitos de lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y por darse en un contexto de violencia de género y de amenazas coactivas

Alberto Fernández, en una iamgen de archivo.

Alberto Fernández, en una iamgen de archivo. / EFE

Abel Gilbert

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El caso de violencia de género más perturbador de Argentina tiene ya su previsible expediente judicial. El fiscal federal Ramiro González imputó al expresidente Alberto Fernández por los delitos de "lesiones graves", doblemente agravadas por el vínculo, y "abuso de poder y autoridad" contra su expareja al momento de gobernar este país, Fabiola Yañez.

La situación de Fernández, el hombre que al promulgar la ley que despenalizaba el aborto en 2020 dijo con jactancia que venia a  "terminar con el patriarcado", frente a la perplejidad de los colectivos feministas, se volvió insostenible tras el testimonio que la exprimera dama ofreció a la justicia desde Madrid y de manera virtual. 

González  solicitó además "medidas de prueba tendientes a corroborar la materialidad de los hechos denunciados". El fiscal ya tiene en su poder el teléfono del ex mandatario, de dónde, según sus propias palabras se borraron dos años de conversaciones con su expareja, de manera inexplicable para los medios de prensa.

El caso Yáñez explotó días atrás como una bomba de racimo y, desde entonces, una novedad mediática tras otra presentó a los argentinos una historia de ribetes de crueldad antes de asumir la presidencia y en el ejercicio del Gobierno de un país azotado por la pobreza y la desesperanza. El fiscal, quien el martes había tomado la declaración testimonial a la exprimera dama, consideró que los delitos, que incluyen la "amenaza coactiva", se agravan por el hecho de estar comprendidos en el "marco de la violencia de género". 

Los conocedores de la trama que llevó a Yáñez a denunciar a su expareja y revelar no sólo la faceta de un hombre golpeador que la obligó a abortar en 2016 y que ni siquiera frenó el maltrato durante su último embarazo, señalan que apenas un milagro salvaría a Fernández de un procesamiento.

Golpe en el rostro

El exmandatario atribuyó el ojo morado de Yáñez, conocido a través de fotografías, a un tratamiento estético. Sin embargo, González sostuvo al fundamentar la imputación que se trató  de un golpe que recibió en la cama y en medio de una discusión que se habría originado "posiblemente" después de que hubiera tomado estado público una fiesta en la residencia presidencial en medio de la pandemia, cuando regía la más dura cuarentena, una fuente de perturbaciones sociales y políticas. La revelación de esa imagen, donde la pareja se muestra sonriente, supuso un costo electoral para el peronismo en las parlamentarias de 2021. De acuerdo con Yáñez, su entonces compañero le reprochó haber organizado la reunión de la peor manera. 

González subraya otro hecho que justifica la imputación. La relación entre Fernández y Yáñez era completamente "asimétrica y desigual de poder", especialmente a partir de 2019, el año que inició su presidencia.

La popularidad de Fernández había sido objeto de una fuerte devaluación pólítica como consecuencia de lo que su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, calificó de "mal Gobierno". Su presunta condición de hombre violento y sistemáticamente infiel añadió otros componentes inesperados a su perfil de hombre público.

Yáñez dijo al fiscal haber encontrado en el teléfono celular que utilizaba su hijo de dos años imágenes de una mujer desnuda. El expresidente ha asegurado que las acusaciones en su contra no son veraces. Sin embargo, la divulgación en las redes sociales de una filmación en la que le pide a una joven que le diga "cosas lindas" convirtió a su credibilidad en una moneda sin valor.

Efecto político

"Nada es para siempre. Fabiola Yáñez estuvo muy enamorada de Alberto Fernández. Sufrió ninguneo, infidelidades. Todo tipo de maltrato, no solo el físico. Pasamos una tarde completa hasta que casi cayó la oscuridad en la Quinta de Olivos. Conocí una persona humilde, inteligente, locuaz. Junto al odontólogo Claudio Romero, armamos proyectos solidarios", dijo la periodista Alicia Barrios en un artículo publicado en el portal ´Infobae`.

El vínculo se profundizó, lo que le permitió esbozar un perfil del presidente y su cotidianeidad en la residencia oficial. "Tenía un grupo de amigos, esclavos del plato y de la copa que lo acompañaban noche a noche. Todos ellos sabían lo que pasaba en la pareja. Miraban para otro lado. Le hacían una claque al gran seductor, macho porteño, que no dejaba mina (mujer) en pie".

El impacto político y mediático del caso Yáñez obligó al devaluado Fernández a dimitir como presidente del Partido Justicialista (peronismo). "Los hechos que se me imputan son falsos. Aún aguardo que la justicia actúe como tal, deje de lanzar irregularmente datos a través de los medios de comunicación y me permita ejercer el derecho legítimo a la defensa", dijo en su carta y añadió: "con mi alma lastimada por tanto escarnio y siendo víctima de una cruel operación que también lastima a mis hijos, saludo a cada compañero y compañera con mi compromiso de siempre". El Gobierno de ultraderecha capitaliza el terremoto, arremete contra el feminismo y las políticas de género con una vehemencia mayor a la preexistente.