Guerra de Ucrania

Ucrania dice que no busca ocupar territorio ruso, solo una "paz justa"

Kiev denuncia que desde la región de Kursk se han lanzado miles de ataques contra Ucrania y pide a los aliados occidentales que levanten las restricciones sobre el uso de armas en suelo ruso

DIRECTO: Guerra entre Rusia y Ucrania, última hora del conflicto

Un camión transporta prisioneros rusos con los ojos vendados, traidos desde la vecina región de Kursk

Un camión transporta prisioneros rusos con los ojos vendados, traidos desde la vecina región de Kursk / ROMAN PILIPEY

Marc Marginedas

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Con su sorpresiva incursión en la región de Kursk y áreas adyacentes, Ucrania no tiene intención alguna de mantener en régimen de ocupación militar un centímetro de territorio de la Federación Rusa. Se trata, en palabras de dirigentes ucranianos, de una "operación legítima" destinada a mejorar la seguridad de los habitantes que residen al otro lado de la frontera y a empujar a Moscú a aceptar lo que se considera en Kiev como una "paz justa". Tras casi una semana de silencio mediático acerca de sus intenciones, representantes ucranianos han empezado este martes a esbozar de forma vaga las pretensiones y objetivos de la operación militar de mayor envergadura en territorio ruso lanzada por sus tropas desde el inicio de la contienda, que le ha permitido controlar en menos de una semana un territorio de alrededor de 800 kilómetros cuadrados, según datos proporcionados por el Instituto de Estudios sobre la Guerra (ISW)

La ofensiva ucraniana en territorio ruso es "legítima, en particular en el marco referente al derecho de legítima defensa contemplado por la Carta de Naciones Unidas", ha puntualizado con firmeza el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, Georgui Tiji, durante una rueda de prensa celebrada en la cancillería de Kiev. Debido a la negativa de muchas potencias europeas para que el Ejército ucraniano utilice el armamento de larga distancia proporcionado por ellas en el interior del gigante euroasiático, el país eslavo ha optado por ocupar franjas fronterizas que impidan los bombardeos procedentes más allá de la frontera común. En los dos últimos meses, de acuerdo con la misma fuente, Rusia ha disparado en más de dos millares de ocasiones contra territorio y moradores que residen en la vecina región ucraniana de Sumi, una realidad que, según Tiji, ha empujado a las autoridades ucranianas a iniciar esta ofensiva. "A diferencia de Rusia, Ucrania no desea propiedades ajenas, solo proteger la vida de su pueblo", ha concluido el vocero.

Maniobra de diversión

De la intervención del portavoz también se deduce que la ofensiva de Kursk constituye una suerte de maniobra de diversión destinada a aliviar la presión en otros puntos del frente, en particular en el Donbás, donde los avances de las tropas rusas son reducidos pero constantes, y eso sí, a costa de un elevado precio en vidas de soldados rusos. La incursión en Kursk "impide a Rusia desplazar unidades adicionales a la región de Donetsk", ha admitido el alto funcionario, antes de enfatizar que el Ejército de su país "respeta plenamente las leyes y costumbres de la guerra y el derecho humanitario internacional", atacando únicamente "a civiles".

Lo que sí esperan los dirigentes ucranianos es desmontar la percepción, muy extendida en Occidente, que el empleo de armas de largo alcance proporcionadas por Occidente en el interior de Rusia podría desencadenar una escalada militar incontrolada. "Kursk, como cualquier otra región fronteriza de Rusia, es la quintaesencia del tipo de guerra vil que prefieren los rusos", ha denunciado Mijailo Podoliak, asesor del presidente Volodímir Zelenski, repitiendo el argumento de los ataques que se lanzan desde territorio ruso. Ello, en su opinión, requiere no solo de operaciones como la de Kursk, sino también de "muchos misiles y el rechazo definitivo sobre el uso estos misiles en territorio ruso", ha concluido.

La operación, que según fuentes ucranianas ha puesto bajo control del Ejército de su país un total de 74 pueblos y aldeas, está provocando nervios y salidas de tono en Moscú. Uno de estos incidentes lo ha protagonizado el propio presidente Vladímir Putin cuando mando callar al gobernador de la región de Kursk, Alekséi Smirnov, en el momento en que intentaba proporcionar datos del alcance de la penetración ucraniana en suelo ruso, y le ha conminado a limitar su intervención a los aspectos humanitarios, ya que los temas militares no eran de su incumbencia como autoridad civil. El ISW considera que la decisión del poder ruso de hacer pública la grabación intenta "enviar un claro mensaje a los funcionarios de que deben abstenerse de comentar operaciones y decisiones del Ejército y las fuerzas de seguridad para repeler la incursión ucraniana". Fuentes del Consejo de la Federación (Senado) citadas por el medio opositor 'Verstka' revelaron que el Kremlin ha dado la consigna a diputados y senadores de no comentar los acontecimientos en Kursk "hasta nuevo aviso".

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