Conflicto en Oriente Próximo

Irán sugiere que un alto el fuego en Gaza abortaría sus temidas represalias contra Israel

El ayatolá Alí Jameneí, durante una ceremonia en Teherán el pasado 14 de febrero.

El ayatolá Alí Jameneí, durante una ceremonia en Teherán el pasado 14 de febrero. / EFE

Ricardo Mir de Francia

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Las negociaciones sobre el alto el fuego en Gaza que este mismo jueves deberían reanudarse en Doha podrían tener la llave del futuro de la región. Tres altos cargos iraníes han asegurado este martes a la agencia Reuters que Irán está dispuesto a abortar sus prometidas represalias contra Israel por el asesinato del líder político de Hamás en su territorio si se alcanza en los próximos días un acuerdo para acabar con la guerra en la Franja. El mensaje iraní aporta nuevos incentivos para la nueva ronda de conversaciones, después de que Estados Unidos, Qatar y Egipto, los países al frente de la mediación, emitieran una suerte de ultimátum llamando a las partes a dejarse de excusas y maniobras dilatorias. Falta ver cómo responderá Binyamín Netanyahu, el dirigente que más interés ha puesto estos diez últimos meses en prolongar la guerra e incendiar la región.

“Esperamos que nuestra respuesta se ejecute y se programe en el tiempo de un modo que no dañe un potencial alto el fuego”, dijo el pasado viernes la misión iraní en Naciones Unidas. Ahora el mensaje va en una dirección similar: si las negociaciones fracasan o se prolongan deliberadamente, Israel pagará con un ataque directo sobre su territorio, según Reuters. Ya sucedió en abril, por entonces en respuesta al bombardeo israelí de su consulado en Damasco, en el que fueron asesinados varios altos cargos de la Guardia Revolucionaria.

Por primera vez en décadas de confrontación, Irán bombardeó el Estado judío con 300 misiles y drones, enterrando por el camino su doctrina de “paciencia estratégica” para señalar que responderá con ataques directos cada vez que Israel mate a uno de sus dirigentes o lance agresiones sobre su territorio. La duda que queda por despejar es si el "severo castigo” prometido esta vez por el líder supremo iraní, Alí Jamenei, volverá a ser lo suficientemente calibrado y telegrafiado con antelación como para prevenir un conflicto a gran escala.

Conclusiones de la inteligencia

Tanto la inteligencia israelí como estadounidense han concluido que Irán optará por un ataque directo contra Israel, quizás en coordinación con Hizbulá desde el Líbano, una milicia que ha prometido vengar el asesinato de su número dos, Fuad Shukur, a finales de julio en Beirut. “Algo podría ocurrir tan pronto como esta semana”, dijo el lunes el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby. Su país no deja de acumular fuerzas navales en el Mediterráneo oriental, concebidas como herramienta de disuasión, pero también como paraguas militar para su aliado judío en caso de que pinten bastos.

Entre tanto, la diplomacia trabaja frenéticamente. Esta misma semana los primeros ministros de Reino Unido y Alemania hablaron directamente con el nuevo presidente iraní, el reformista Masoud Pezeshkian, para pedirle contención. Aparentemente recibieron un portazo como respuesta. “Una respuesta punitiva frente a un agresor forma parte del derecho de las naciones y sirve para frenar crímenes y agresiones”, habría contestado Pezeshkian, según los medios oficiales persas.

Otras fuentes sostienen, sin embargo, que el nuevo presidente habría pedido cautela a Jamenei para evitar una guerra a gran escala. De acuerdo con Iran International, le habría dicho que la potencial respuesta israelí podría cebarse con las infraestructuras energéticas del país, destruir su economía y provocar potencialmente el colapso del régimen teocrático.