Intensas negociaciones

Brasil propone nuevas elecciones en Venezuela para destrabar la crisis interna

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil.

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil. / Europa Press/Contacto/Matias Basualdo

Abel Gilbert

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El presidente Luiz Inácio Lula da Silva cree tener la llave de la solución del conflicto venezolano derivado de la proclamación de Nicolás Maduro como ganador de las elecciones del 28 de julio: celebrar nuevos comicios en acuerdo con la oposición y los socios regionales y con una amplia oobservación internacional e imparcial. Al menos eso es lo que aseguraron dos importantes diarios de San Pablo. Primero, ´Valor económico`. La versión, surgida de un encuentro de Lula con su gabinete ministerial, fue luego confirmada por ´Folha`. Lula comienza a tener problemas políticos internos por el papel que intenta desempeñar junto con México y Colombia para resolver la crisis política en Venezuela. Los tres países reclamaron que el Consejo Nacional Electoral (CNE) las actas públicamente y desglosadas las actas de la contienda "por mesa de votación". La proposición viene siendo sistemáticamente desoída por el Palacio de Miraflores. Maduro dijo tener una "conversación pendiente" con Lula, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro. Sin embargo, ese encuentro no parece estar en su agenda.

 En este contexto, ´Valor económico` consignó que ha sido en rigor Celso Amorim, el asesor de Lula en asuntos internacionales y quien ha estado en Caracas durante los recientes comicios, el que ha sugerido esa hoja de ruta tras conversar con otros países que no son México y Colombia. El exministro de Exteriores dijo en el encuentro con el presidente y otros estrechos colaboradores que se trata de una "idea embrionaria". Amorim se ha entrevistado personalmente con Maduro y salió de la reunión como había entrado, con las manos vacías. A su criterio, la crisis habría podido ser evitada con la observación de la contienda por parte de la UC. El Gobierno revocó la invitación semanas antes de los comicios.

Para Amorim, la realización de una nueva elección no debería presentarse a Caracas como una rendición incondicional, sino una suerte de "segundo turno". La oposición, liderada por Corina Machado, no se ha mostrado por el momento a favor de una propuesta de esa naturaleza. Machado sostiene que Edmundo González Urrutia ha sido el ganador de la contienda y que la Plataforma Democrática Unitaria (PUD) puede demostrarlo porque tiene más del 80% de las actas escrutadas, un porcentaje que el Gobierno rechaza por completo. González Urrutia ha sido declarado "en desacato" por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por no haber presentado esas actas cuando fue requerido, días atrás. El TSJ y no el CNE se ha arrogado la potestad de dar la "última palabra" sobre las elecciones de la discordia.

La oposición se movilizará el próximo sábado otra vez con el propósito de mantener la presión en favor de un recuento de los votos con la presencia de observadores imparciales.

Respuesta del madurismo

La máxima autoridad de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, pareció responder a las iniciativas planteadas por Amorim al proponer que el Parlamento reforme la ley electoral para eliminar la observación internacional en comicios. Rodríguez respondió en principio a los informes negativos sobre los hechos del 28 de junio del Centro Carter y del Panel de Expertos de Naciones Unidas, instancias a las que calificó de "basuras pagadas" por Washington. Sin embargo, un proyecto de esa naturaleza cerraría toda posibilidad de verificación externa como la que por ahora se discute a puertas cerradas en Brasil.

La sugerencia norteamericana

En este contexto, Estados Unidos defendió el papel de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en la resolución del conflicto postelectoral. La OEA, señaló, debe servir como "vehículo" idóneo para evitar problemas mayores. "Es nuestra esperanza y nuestro objetivo", dijo el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel. Venezuela ha abandonado ese foro hemisférico años atrás.

Patel formuló ese comentario tras informar sobre la conversación que tuvieron el pasado lunes el secretario de Estado, Antony Blinken, y el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo. La situación venezolana formó parte de la agenda bilateral.